Lejos del poder, el cristinismo más puro encontró refugio junto a Alicia Kirchner

Zannini, Abbona y Cameron, entre otros ex funcionarios, volvieron a Santa Cruz

Fueron intocables, influyentes y poderosos. Tuvieron una troupe de secretarios y asesores. Pasaron 12 años conociendo los secretos del poder. Entraban en la Casa Rosada sin presentación: los conocían como los pingüinos del Sur. Pero todo se acabó. La elite kirchnerista se reubica en Santa Cruz con cargos nuevos, menos glamour, pero aún con una cuota de poder.

Mientras la mayoría de los ex funcionarios de Néstor y Cristina Kirchner encontraron un despacho en ministerios, direcciones en lugares estratégicos o bien son asesores de lujo, la ex jefa del Estado permanece en El Calafate, donde salvo sus esporádicos contactos con turistas en la puerta de su casa, casi no se la ve.

En su chalet pasa la mayor parte de este retiro temporario de la política, rodeada de un paisaje bucólico de flores y jardines bendecidos por un glorioso verano que acompaña con poco viento y días de sol. Pero ni siquiera el entorno de turistas entusiastas que aún la buscan para tener su propia selfie, le permiten escapar a las vicisitudes de los conflictos provinciales que pasan cerca de su casa.

En esta semana, la Uocra marchó dos veces por la avenida Libertador tocando el bombo ante la mirada sorprendida de turistas extranjeros: se trata de desocupados que piden ingresar a las represas hidroeléctricas y otros despedidos de la empresa Austral Construcciones.

Con sólo hacer un par de llamadas a su cuñada, la gobernadora Alicia Kirchner o a su nuera, la ministra de Salud, Rocío García, la ex jefa de Estado se pone al tanto de lo que pasa en la provincia. Si quiere más detalles tiene un listado de ex funcionarios a quienes llamar.

Quizás el más emblemático sea Carlos Zannini, el ex candidato a vicepresidente del Frente para la Victoria y el hombre en que la ex presidenta se apoyó para tomar las decisiones más difíciles después de la muerte de su esposo. Zannini volvió a Río Gallegos y mientras inició su trámite jubilatorio en la Caja de Previsión Social, desde el 4 de enero concurre todas las mañanas al Banco Santa Cruz.

Fue designado representante del gobierno en el directorio del Banco Santa Cruz. El primer día lo esperaron militantes en la puerta, repartió sonrisas y fotos e ingresó "como un rockstar", según describió un testigo de esa mañana. Desde entonces concurre al cuarto piso del nuevo edificio del banco, donde el Grupo Eskenazi tiene el 51%.

Una mujer de estrecha confianza de la ex presidenta y de Zannini es Angelina Abbona, quien asumió la jefatura de los abogados del Estado nacional en 2010 y la ejerció hasta diciembre pasado. Ahora regresó a la provincia como fiscal de Estado, cargo que ya conoce y ocupó durante la gobernación de Kirchner. Su esposo, Eduardo Mengharelli, fue nombrado director del Boletín Oficial.

La fiscalía de Estado funciona en el séptimo piso de Servicios Públicos, la empresa estatal de energía. Allí también reporta el ex secretario de Energía de la Nación Daniel Cameron. El hombre que por una década tomó las decisiones en materia energética en el país ahora es asesor del gobierno sobre las represas hidroeléctricas. Su ex jefe, Julio De Vido, no volvió porque ahora es diputado nacional, pero por Buenos Aires.

El camporista y ex presidente del INTA desde 2013 Francisco Anglesio recaló al frente de Vialidad Provincial. Pasó de manejar un organismo que reúne a 7500 empleados en todo el país con un presupuesto de 3300 millones a un ente por el que también pasaron muchos millones en obra pública en la última década. En octubre, fue candidato a intendente y la delegación local del INTA fue su base de campaña.

Quien estuvo al frente de la Secretaría de Agricultura hasta que en el 2008 estalló el conflicto con el campo fue Javier de Urquiza. Después de la crisis quedó fuera del cargo, pero rondando en el área de Biocombustibles. Hoy regresó a Santa Cruz al frente del Consejo Agrario Provincial.

En tanto que el contador Roberto López, presidente de Lotería Nacional desde 2003, ahora volverá a un cargo que ya conoce: la Lotería de Santa Cruz.

De todos ellos, Alicia Kirchner, es sobre quien recae todo el peso de un año que empezó muy complicado para la provincia. Pasó de doce años como ministra de Desarrollo Social a gobernar una provincia con $ 4500 millones de déficit, con dificultades para pagar los sueldos públicos y la bomba de tiempo que estalló con la decadencia del imperio construido por el empresario Lázaro Báez, que deja despedidos que engrosan la lista de desempleados.

De ser la hermana y cuñada con influencia y línea directa, a reunirse como una gobernadora más con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y pedir ayuda económica para Santa Cruz. Alicia se muestra activa "y cada vez mas parecida a su hermano, pide números, llama a todos por teléfono y da órdenes", cuenta quien compartió reuniones con la gobernadora en estos días. Eso sí: a todos sus funcionarios les dice "chicos".

Un bastión del kirchnerismo

 

Daniel Cameron

Asesor de "servicios públicos"

El ex secretario de Energía presta asesoramiento específicamente sobre las represas hidroeléctricas que están planificadas para construirse en Santa Cruz

Angelina Abbona

Fiscal del Estado

Fue la jefa de los abogados del Estado nacional con Cristina, pero volvió a la provincia junto a su marido, que había trabajado en Casa Rosada con Zannini

Alicia Kirchner

Gobernadora de Santa Cruz

Casi sin quererlo, la ex ministra de Desarrollo Social le dio refugio privilegiado a un puñado de dirigentes de Cristina y Néstor Kirchner en su administración

Carlos Zannini

Banco de Santa Cruz

El ex candidato a vicepresidente del FPV concurre todas las mañanas al cuarto piso del banco para oficiar como representante del gobierno provincial

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