Contener. Aplacar. Atajar. Refrenar. Son algunos de los verbos utilizados por los organizadores del acto que el 12 de agosto se realizará en el viejo y conocido Luna Park. La convocatoria se realiza bajo un desafiante "Patria o Buitres", pero la consigna que la nueva guerra K puso de moda bien pudo ser cualquier otra. De lo que se trata es de que los grupos kirchneristas de lo que alguna vez se conoció como el espacio transversal, no se caigan del Gobierno. Los discursos sonarán dramáticos, promoverán urgencias, llamarán a iniciar una renovada épicacontra el mal enquistado en el sistema financiero internacional. Pero lo que los junta es, por cierto, un objetivo más modesto: que el peronismo no los degluta.

​En junio del año pasado, cuando quedaron cerradas las listas del FPV para competir en las elecciones, dirigentes transversales como Gustavo López, Edgardo Depetri, Oscar González y Luis D'Elía acudieron al despacho del vicegobernador Gabriel Mariotto. Compartían un diagnóstico. El aparato peronista no los necesita para continuar su camino, cuando el kirchnerismo termine su ciclo, y Cristina considera que toda la fuerza propia que debe proteger está en Unidos y Organizados, que es La Cámpora y no mucho más. Los demás espacios que se declaran K tienen poca cabida, salvo cuando les piden inmolarse por alguna causa perdida.

​Así es que pergeñaron trabajar coordinadamente, lanzar candidaturas o formar alianzas en sus distritos respectivos, y realizar un gran acto para el Día de la Reconquista, cuando la ciudad de Buenos Aires repelió la primera invasión inglesa.

​Bien vale recordar esa gesta. En medio de las guerras napoleónicas que enfrentaron a Gran Bretaña y Francia,apenas 1700 soldados ingleses encabezados por el general William Beresford y el almirante Riggs Popham tomaron desprevenida a la ciudad y el virrey Sobremonte huyó hacia Córdoba con los tesoros.

LLAMARÁN A INICIAR UNA RENOVADA ÉPICA. PERO LO QUE LOS JUNTA ES UN OBJETIVO MÁS MODESTO: QUE EL PERONISMO NO LOS DEGLUTA

​Beresford se declaró gobernador, cargo que ocupó por 46 días, y así hubiera continuado, de no ser por Santiago de Liniers, o Jacques Louis Henri de Liniers Bremond, soldado y noble francés, que de empleado de la corona española se transformó en organizador de la expulsión, financiado por el empresario español Martín de Alzaga, que veía seriamente afectados sus intereses, por el libre comercio que decretó Beresford entre sus primeras medidas, al reducir drásticamente tasas e impuestos a la importación. Es que más de 100 barcos ingleses abarrotados de mercaderías esperaban la autorización en el puerto para ingresar.

​Lo curioso es que mientras Liniers y Alzaga organizaban la Reconquista que fácilmente alcanzaron el 12 de agosto de 1806, otros patriotas argentinos, como Saturnino Rodriguez Peña, Manuel Aniceto Padilla, Hipólito Vieytes y Juan José Castelli, negociaban con Beresford para que admita la emancipación de Buenos Aires y alcanzar así el ansiado gobierno propio, aceptando la apertura de la economía. Y aunque los ingleses también fueron repelidos en una Segunda Invasión, veían a Liniers y de Alzaga tan poco defensores de los intereses locales, que ambos fueron declarados enemigos de la Revolución de Mayo de 1810 y posteriormente fusilados.

​La Patria no es un concepto estático. Para algunos puede ser defender un territorio o un negocio, y atacar a una potencia extranjera. Para otros puede ser negociar con esa potencia extranjera, para conseguir el objetivo de la independencia. Y los patriotas de hoy pueden ser los enemigos de mañana. Y la inversa, por supuesto.

​Pero la idea original de los organizadores del acto en el Luna Park poco tenía poco que ver con reflexionar acerca de la historia. Se trataba de una metáfora hacia la "reconquista" del voto. Sucede que como no conseguían los fondos para el acto, a D'Elía –siempre dispuesto a cualquier sacrificio– se le ocurrió posicionarlo en los medios como un acto en respaldo del vicepresidente Amado Boudou.

​Santo remedio. Una cosa es que el Gobierno obligue a los peronistas a poner la cara por Boudou en el Senado, otra que los aliados kirchneristas le hagan un homenaje. Andrés Larroque contestó los llamados, la plata apareció, Unidos y Organizados se sumó al acto, y rápidamente todos los grupos se pusieron de acuerdo en que la consigna sea "Argentina o Buitres".

ALGUNOS DICEN QUE EL ACTO ES UN PREÁMBULO PARA LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL

​Y se decidió la lista de oradores. Arrancará Gabriel Mariotto, el principal organizador y articulador de los transversales que pretenden que el peronismo "no los lleve puestos", y seguirán Luis D'Elía, Andrés "Cuervo" Larroque y Hebe de Bonafini. La inclusión de la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo fue motivo de discusión interna. Algunos referentes la cuestionaron por ser la única personalidad de todo el espectro político argentino, desde la izquierda a la derecha, que no se pronunció por la recuperación del nieto de Estela de Carlotto. Y pusieron hincapié en que "hoy es un ancla, y el acto está pensado para construir un puente hacia el 2015". Larroque la defendió, y hablará. Pero conviene tomar nota. Es la primera vez que la figura de Hebe es cuestionada hacia adentro del kirchnerismo que quiere sobrevivir.

​De todos modos, lo fuerte está en el postre. El acto será cerrado por Axel Kicillof, fogoso y gesticulador ministro de Economía, el que en una conferencia de prensa dijo que "los que dicen que esto es default es una pavada atómica" y en una entrevista por radio se queja porque "esto es joda".

​Kicillof tendrá su primer baño de multitud. Algunos dicen que es un preámbulo para la candidatura presidencial de la que se viene hablando dentro del kirchnerismo, por lo menos en público, desde el mes de enero. En rigor, el primero que lo hizo fue Depetri, que se siente algo así como el padre de la criatura, y reconoce que en el mes de marzo el Gobierno empezó a medirlo.

​En ese momento, les dio muy mal. Kicillof tenía entre 60 y 70 por ciento de imagen negativa. Ahora está notoriamente mejor. La imagen negativa está entre el 32 y el 48 por ciento, según distintos sondeos. Por eso muchos K imaginan que aún puede mejorar y alcanzar, cuanto menos, la candidatura a vicepresidente, garantizando presencia kirchnerista pura en la fórmula.

​Aquí el problema que se presenta es en qué fórmula se lo colocaría a Kicillof como candidato a vice. Por las dudas, Daniel Scioli se prepara a recibirlo con una sonrisa y sin chistar, como ya lo hizo con Mariotto. Puede existir, también, la posibilidad de que Cristina no habilite una competencia genuina en las PASO y decida ella sola la fórmula, no dándole a los precandidatos el gusto de la competencia interna. Aunque con ella nunca se sabe. Así es como ejerce el poder.