Los haberes subieron más que los precios medidos por el Indec; sin embargo, por el congelamiento del bono, con el ingreso mínimo pasó lo contrario; cuánto se recuperó y cuánto se perdió, según el caso, y cuánto perciben quienes no adhirieron a moratorias y quienes sí lo hicieron
Silvia Stang
Entre enero de 2024 y mayo de este año, la inflación de los precios minoristas promedio en todo el país fue, según el Indec, de 146,77%.
En ese período, los haberes previsionales del sistema general de la Anses tuvieron un aumento nominal de 180,46%. De esta manera, los jubilados y pensionados que no son beneficiarios del bono -pagado solo a quienes tienen los ingresos más bajos- tuvieron una recuperación de su poder de compra de 13,6%, siempre considerando para la medición el índice promedio de precios, que puede no representar lo que ocurre en cada hogar. Los ingresos de estos jubilados -algo más de 3 millones, según datos de la Subsecretaría de Seguridad Social- son los que más perdieron en los años previos, durante la vigencia de la fórmula de movilidad del gobierno anterior.
En cambio, quienes cobran el ingreso mínimo garantizado tuvieron en el período una suba bastante inferior: de 128,03%. Son los jubilados que perciben el monto equivalente al haber básico más el bono, una cifra que este mes es de $379.295. Dentro del sistema contributivo hay cerca de tres millones de prestatarios que están en este grupo. Y en mayo último (el mes más reciente con dato de inflación disponible) tuvieron, dada esa variación del monto por debajo de la suba de precios, un poder de compra que resultó un 7,6% más bajo que el del último mes de 2023, cuando asumió como presidente Javier Milei.
La diferencia entre la variación de los ingresos reales de uno y otro grupo de jubilados en los últimos meses se explica por el congelamiento del bono, percibido solo por quienes tienen los ingresos más bajos del sistema. Los titulares de solo un haber mínimo -y también los beneficiarios de prestaciones más reducidas, por ser no contributivas- acceden al monto completo del refuerzo, que en diciembre de 2023 y enero y febrero de 2024 era de $55.000, y que desde marzo del año pasado está en $70.000 sin registrar variación alguna, aun cuando entre abril de 2024 y mayo pasado la inflación fue de 49,5%.
El ingreso compuesto por el haber mínimo y el bono de $70.000 sigue perdiendo poder de compraImagen generada por IA
Concretamente, el haber mínimo más el bono era en diciembre de 2023 de $160.713, en tanto que en mayo pasado fue de $366.482. El ingreso máximo llegaba a $711.346 en el primer momento de la comparación, mientras que fue de $1.995.041 en el quinto mes de este año.
Quienes no reciben bono (por tener un haber que en el mes actual supera los $379.295) son los jubilados que más poder de compra perdieron durante el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Por un lado, porque en 2020, cuando estaba suspendida la fórmula de movilidad que rigió en 2018 y 2019 (en esos años también se perdió), se dispusieron subas discrecionales y por decreto, que fueron más bajas cuando más alto era el haber, y que en todos los casos se ubicaron ese año por debajo de la inflación. Y, por otro lado, porque en septiembre de 2022 se comenzó a pagar un bono, pero solo a un grupo y no a todos.
Ese refuerzo, que en septiembre de 2023 excluyó a un grupo de quienes durante el primer año de vigencia lo habían percibido, surgió como un reconocimiento de que la fórmula de movilidad promovida aprobada a fines de 2020 era insuficiente para hacerle frente a los efectos de la inflación. Durante la vigencia de esa modalidad de actualizaciones, entre 2021 y marzo de 2024, los haberes perdieron un 50,3% de su poder de compra, tal como lo consignaron varios fallos de la Justicia que declararon la inconstitucionalidad de esa ley, la 27.609 que, además de no incluir la inflación en el cálculo, previó la aplicación de un tope a la suba de haberes.
Entre 2020 y 2023 el ingreso más bajo perdió un 32,4% de su capacidad adquisitiva, aun con el bono, en tanto que los haberes medios perdieron más de 40% también en términos reales, y el haber máximo, un 44,6%.
El haber promedio del sistema
¿Cuál es el haber promedio que paga el sistema general de la Anses? Según dijo ayer el ministro de Economía, Luis Caputo, el monto percibido por quienes se jubilaron habiendo hecho previamente los aportes requeridos “es casi el triple” del haber mínimo. Es decir, unos $900.000.
El ministro de Economía, Luis Caputo
El boletín de estadística de la Subsecretaría de Seguridad Social que se publica trimestralmente muestra que en marzo pasado el ingreso promedio de quienes cobran solamente una jubilación a la que accedieron sin moratoria fue de $892.276. Si la cifra se actualiza en un 10,81%, que es el aumento nominal que hubo entre abril y julio, el monto sería este mes de aproximadamente $988.731 (la cifra exacta depende no solo de la movilidad, sino también del monto de las jubilaciones dadas de alta y de baja en el período en cuestión).
La prestación promedio, sin observar si la jubilación se otorgó con o sin moratoria, resultó en marzo de $584.832, una cifra que, actualizada a julio según lo ya explicado, sería de $648.052. Y si se mira el dato de las jubilaciones que sí requirieron de una moratoria, el importe promedio era, incluyendo el refuerzo de $70.000, de $364.853 en el tercer mes de este año (para el caso de personas solo con jubilación y sin pensión, según aclara la estadística), y puede estimarse que es ahora de $404.294, aproximadamente.
En declaraciones hechas durante una entrevista en La Nación +, Caputo se refirió a que el 90% de quienes cobran la mínima “son los que no aportaron”. La estadística oficial muestra que ese es aproximadamente el índice de los titulares de un haber mínimo que accedieron por moratoria. Sin embargo, eso no significa que sean personas que nunca contribuyeron, porque el dato no se muestra discriminado según la cantidad de aportes hechos.
El universo de los jubilados con moratoria es heterogéneo; hay quienes prácticamente no registraron contribuciones y hay quienes llegaron a la edad de retiro con varios años de aportes, pero sin haber llegado a los 30 exigidos por la ley previsional. Un requisito duro, que no fue modificado en los últimos años, pese a que desde hace tiempo se debate sobre la conveniencia de que se otorguen prestaciones de montos proporcionales para quienes no llegan a cumplir esa exigencia.
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