El Gobierno apuesta al apoyo de Lavagna y la "avenida del medio" para avanzar con proyectos clave

El oficialismo apuesta al apoyo de la "avenida del medio" que encabezan Lavagna, Schiaretti y el socialismo santafesino para avanzar con reformas que son claves para el Gobierno

Tan heterogénea como atomizada y dispersa, la "ancha avenida del medio" dio esta semana claras señales de vida en el escenario nacional. La frontal oposición del ex ministro de Economía Roberto Lavagna a la expropiación de la cerealera Vicentin impulsada por la Casa Rosada, es solo la figura más visible de un conglomerado que incluye al peronismo cordobés del gobernador Juan Schiaretti, al socialismo con base en Santa Fe, al GEN de Margarita Stolbizer y a figuras como Facundo Manes y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, refractarios a la "grieta" entre kirchneristas y macristas, y alejados de los extremos derecho e izquierdo del arco político.

Conversaciones y alianzas tácticas, pero también viejos enojos y una prudente distancia, aparecen en el presente del sector, que busca su destino y apunta, aún con objetivos distintos, a renacer a partir de las hoy lejanas elecciones legislativas del año próximo. En la coyuntura, el Gobierno intenta seducir a ese sector, necesitado como está de apoyo parlamentario y político para temas clave como la expropiación de Vicentin, la negociación de la deuda o la reforma judicial que prepara la Casa Rosada.

 

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"Se habló de soberanía alimentaria. Esperemos que se haya aprendido la lección: no bastan el Estado y los amigos del poder para que las cosas salgan bien", escribió Lavagna el martes en su cuenta de Twitter, horas después de que el presidente Alberto Fernández -con quien había almorzado la semana pasada- anunciara la intervención y eventual expropiación de Vicentin. "Fernández hizo lo opuesto a lo que le había dicho que iba a hacer", explicaron cerca del ex candidato presidencial de Consenso Federal.

 

La cerrada oposición de Lavagna a la expropiación mostró divergencias con sus principales socios, los socialistas que encabeza el ex gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz . "Tenemos miradas distintas, apoyamos la idea de intervenir, pero entre nosotros hay un trabajo cotidiano muy profundo, y coincidencias en torno a temas centrales como la deuda externa y el coronavirus", afirmó a LA NACION Jorge Illa , secretario general del PS nacional y aliado bonaerense del ex ministro.

La confluencia se da, en principio, dentro del interbloque de once legisladores en la Cámara de Diputados que preside Eduardo "Bali" Bucca, que integran no solo lavagnistas y socialistas, sino también los cuatro legisladores que responden a Schiaretti y representantes de partidos peronistas provinciales. El otro bloque "de centro" en la Cámara baja, Unidad Federal, suele respaldar los proyectos del Poder Ejecutivo. Lifschitz, que acompaña a Lavagna en reuniones con los diputados, sostiene sin embargo una vieja disputa con el titular del PS, el también ex gobernador Antonio Bonfatti, quien por lo bajo afirma que "los acuerdos deberían ser entre partidos, no entre personas", en ataque a la confluencia de su compañero de partido con el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner.

 

Alberto Fernández y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti Fuente: LA NACION - Crédito: Diego Lima / Archivo

 

¿ Cómo es la relación con el Gobierno? "Van solo seis meses de gestión, y el coronavirus cambió muchas cosas. Seguimos insistiendo en ser alternativa y contribuir al debate", afirmó a LA NACION el diputado Alejandro "Topo" Rodríguez, cercano a Lavagna. "Hoy parece difícil plantear un espacio progresista, pero pensamos en el futuro", agrega Illa. ¿Y un acuerdo opositor con Juntos por el Cambio? "Si quieren seguir haciendo macrismo sin Macri estaremos lejos", responden desde ese mismo sector.

Enojado con Lavagna desde que este no aceptara competir con él en las PASO de agosto pasado, Schiaretti autorizó la conformación del bloque legislativo común, pero toma distancia de cara al futuro. "El define sus posturas siempre en defensa de los intereses de los cordobeses. Para las elecciones falta un siglo", afirman cerca del gobernador, que también conserva lazos e influencia con mandatarios peronistas moderados y legisladores peronistas en el Senado.

 

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Ex socia de Lavagna, Margarita Stolbizer, tampoco ve factible una confluencia en el corto plazo. "Lavagna ya está jugando con el Gobierno, tiene a su hijo [Marco] en el Indec, está en otra cosa y no es creíble como opositor", afirma un referente de GEN, aún molesto por la "guerra judicial" por las candidaturas en la ciudad entre ambos sectores. "Vemos una polarización creciente entre el Gobierno y Juntos por el Cambio que está resucitando a [Mauricio] Macri", afirmó el legislador porteño Sergio Abrevaya . Concentrada en su ONG, La Lupa, y con bajo perfil mediático, Stolbizer continúa en "diálogo permanente" con Facundo Manes, el multipremiado neurólogo que rechazó ser candidato a diputado de Cambiemos en 2017. Según pudo saber LA NACION, en sus diálogos privados con Stolbizer, Manes se muestra preocupado por la "encerrona sanitaria, económica y la falta de un plan estratégico, de horizonte". Asegura que la idea de constituir un Consejo Económico y Social que planea el Gobierno es "insuficiente", y propone "una convocatoria con verdadera amplitud y generosidad que permita superar la grieta".

Desafíos distritales, como la búsqueda del socialismo santafecino por volver al Senado el año que viene, la intención de Lavagna de poner otro pie en la provincia de Buenos Aires o la estrategia de Schiaretti para afianzar su representación legislativa nacional, forman parte de las conversaciones preliminares. Equidistantes de los extremos de una grieta que parece abarcarlo casi todo, los representantes de la "tercera posición" imaginan estrategias para sobrevivir en el incierto escenario pospandemia.

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