Por Macarena Ramírez

Ni con los dirigentes a la cabeza, ni con la cabeza de los dirigentes. El peronismo bonaerense despliega su estrategia contra las medidas tomadas por el presidente Javier Milei encauzando y motorizando el descontento social a través de las denominadas mesas multisectoriales sin sello partidario ni liderazgo dirigencial a la vista. Es una iniciativa impulsada por el gobernador Axel Kicillof, pero ejecutada por intendentes, sindicalistas y referentes sociales en el territorio, mientras el gobernador se corre del centro de la escena y se ocupa de ordenar las cuentas de Buenos Aires.

 

Kicillof viene cocinando la estrategia hace tiempo junto a la denominada Mesa de Ensenada, de la que participan sus funcionarios más cercanos, intendentes, representantes gremiales y de organizaciones sociales. La puesta en marcha de las multisectoriales fue tema en la reunión que el mandatario mantuvo con Sergio Massa, Máximo Kirchner y jefes comunales a mediados de diciembre. El puntapié inicial fue el encuentro mantenido en la localidad platense de City Bell entre las fiestas de fin de año. Después, el gobernador salió del centro de la escena.

Allí, Kicillof dejó en claro que no quiere ser cabeza de lanza en la pelea contra el Presidente. Busca evitar que se hable de él públicamente como el líder de la oposición peronista. Es parte de la estrategia condensada en la idea de que unidad mata búsqueda de conducción. Además, el mandatario se concentra en otra urgencia: ordenar el frente económico y financiero de su territorio, que, como contó Letra P, se encuentra en un limbo ante las indefiniciones de la administración central.

 

 

“Fue una decisión del gobernador Kicillof convocar a las multisectoriales bajo la comprensión y el entendimiento de que esta discusión sobre qué modelo de país y de qué manera queremos vivir los argentinos no puede ser ni partidaria ni electoralista. El gobernador ha entendido con mucha claridad que necesitamos convocar actores sociales”, dijo este lunes el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis.

Intendentes, sindicalistas y dirigentes sociales tienen roles clave en ese armado. Las reuniones multisectoriales comenzaron municipio por municipio. Esos encuentros suelen ser encabezados por dirigentes sociales y sindicales liderados por el titular de Suteba, Roberto Baradel, y el de ATE, Oscar De Isasi, entre otros.

Ya hubo encuentros en Ensenada, Lanús y Quilmes, distritos gobernados por Mario Secco, Julián Álvarez y Mayra Mendoza, respectivamente. Esta semana habrá reuniones en La Plata, San Miguel, Moreno, La Matanza, Avellaneda, San Martín, Esteban Echeverría, Hurlingham e Ituzaingó, Mar del Plata, Bahía Blanca, Patagones, Tres Arroyos, Olavarría, Baradero y Pehuajó.

En paralelo, intendentes e intendentas vienen coordinando encuentros de los diferentes sectores afectados por las medidas del Presidente: Unión Industrial, Cámaras de Comercio, Centros de Jubilados, Clubes de Barrio y Centros Culturales, entre otros.

Un miembro de la mesa chica del gobernador dijo a Letra P que el objetivo es canalizar y organizar un reclamo que corra “de abajo hacia arriba”, que confluirá en la jornada de paro y movilización anunciada por la CGT para el 24 de enero.

“Vamos a trabajar de cara al 24, para que desde la provincia de Buenos Aires, con muchas entidades empresarias, sindicales y sociales podamos acompañar esta medida, que no es una medida de fuerza, sino una medida para advertir, para que nos escuchen y sepan que hay un pueblo que está dispuesto a dar las discusiones en cada uno de los ámbitos”, ratificó este lunes Katopodis.