El feudo porteño, otra pelea PRO en alianza de Juntos por el Cambio

El feudo porteño, otra pelea PRO en alianza de Juntos por el Cambio

La disputa por la candidatura a jefe de Gobierno también cobrará centralidad en el conteo de las PASO. PRO se encolumna detrás de Jorge Macri. Lousteau arriesga más. Curiosidades de la elección en la Ciudad de Buenos Aires.

Por Patricia García

La pelea por la administración de la Ciudad de Buenos Aires tendrá una primera parada el próximo domingo en la celebración de las primarias. Es una puja que dividió al PRO durante la campaña y marcó una diferencia entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Si bien el jefe de Gobierno finalmente se manifestó por el primo del expresidente, en su momento lanzó al menos a dos ministros para que le compitieran. Y hasta algunos no creen en esa voluntad.

Para el oficialismo porteño, que es PRO, mantener el territorio bajo su administración es básico, entre otras cuestiones para equilibrar las fuerzas dentro de la coalición Juntos por el Cambio. La disputa ahora no es sólo entre propios. La aparición de La Libertad Avanza, de Javier Milei, inclusive impacta e impactará más aún en la Legislatura porteña, donde el próximo jefe de Gobierno deberá recalar a la hora de imponer proyectos.

Otra pelea concurrente en la elección porteña es la que dará el Frente de Todos ahora renombrado Unión por la Patria, con un candidato que no es de extracción peronista que intentará remontar las bajas adhesiones que viene reportando en el distrito más árido para el peronismo en casi todas sus versiones organizadas.

El candidato a jefe porteño, Leandro Santoro, aspira a disputar la segunda vuelta con el ganador del domingo en las internas de Juntos por el Cambio. Resulta curioso que ninguno confrontara en campaña contra Ramiro Marra, el aspirante de Milei. Santoro tendría que sumar más de 35% de los votos para superar la cosecha de Matías Lammens en 2015,otra figura por fuera del peronismo que logró avanzar en la posición del tablero electoral de la Ciudad

Como sea, tanto del oficialismo porteño como del principal bloque opositor enfrentarán un reparto de bancas con altas posibilidades de ser negativo.

Aritmética

Los números apuntan a las probabilidades de conseguir mayoría propia en la Legislatura de la Ciudad para avanzar con proyectos. Se renovarán, como ocurre cada dos años, 30 bancas, la mitad del recinto.

De esa porción, los socios de Juntos por el Cambio, incluida la UCR que se referencia con Lousteau y el Partido Socialista, debería obtener 17 escaños para renovar todo lo que pone en juego.

En las elecciones de 2019, Horacio Rodríguez Larreta obtuvo un récord de votos, ganando en primera vuelta con más del 50% ya que se requiere la mitad más un voto para evitar el balotaje.

La PASO aproximaría una muestra de lo que pueden ser los resultados de las generales de octubre, pero además armará la lista de candidatos a legisladores porteños en el caso de internas, como es la de Jorge Macri contra Lousteau.

En principio, Juntos por el Cambio, que mantiene mayoría propia en el recinto con 32 bancas, es difícil que mantenga ese número al renovar 17 de las 30 que se recambian.

Similar situación es la de Unión por la Patria que renueva 11 de las 19 que tiene actualmente. Luego renueva la izquierda una banca y Consenso Federal otra. Este último unibloque ingresó con el lavagnismo en 2019 pero se sumó, tras las legislativas de hace dos años, a las filas de Milei.

Como el dirigente de La Libertad Avanza armó un bloque de 5 diputados en las elecciones de 2021, no renueva. Es decir, todo lo que obtenga le haría agrandar su bancada.

Por otra parte, de Juntos por el Cambio la renovación será de 11 legisladores de "Vamos Juntos" (básicamente PRO), un socialista y el radicalismo 5 de su bloque de 8. De esa manera, los referentes de Lousteau arriesgan más de 50% de las butacas que ocupan en la Legislatura porteña.

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