Los detalles del encuentro del equipo de Javier Milei con banqueros de Wall Street: ajuste, gobernabilidad y el rol de Macri

Los detalles del encuentro del equipo de Javier Milei con banqueros de Wall Street: ajuste, gobernabilidad y el rol de Macri

Darío Epstein y Juan Napoli, integrantes de La Libertad Avanza, mantuvieron un encuentro con ejecutivos de fondos y bancos de inversión para hablar de la crisis

 

Rafael Mathus Ruiz

 El equipo de Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, se mostró, ofreció su mirada y escuchó ideas para encarrilar la economía argentina en su primer encuentro cara a cara con inversores y banqueros en Estados Unidos, aunque sin llegar a brindar detalles o estrategias concretas que despejaran las inquietudes y las dudas acerca de cuál será su plan para resolver la crisis económica, o la gobernabilidad en un eventual gobierno libertario.

Dos asesores de Milei, Darío Epstein y Juan Napoli, tuvieron en la noche del jueves un largo encuentro con alrededor de 80 ejecutivos de bancos y fondos de inversión de Wall Street –en su gran mayoría, argentinos– para hablar sobre la crisis del país y los planes de Milei en caso de ganar la presidencia, un primer contacto entre el equipo del candidato libertario y el universo inversor involucrado con la Argentina. “Vinieron a escuchar, no a vender”, fue una de las conclusiones que recogió LA NACION entre cuatro fuentes con conocimiento de la discusión. Expusieron y escucharon ideas, pero dejaron dudas sobre cómo ponerlas en práctica, fue otra.

“Fue una charla que estaba prevista para una o dos horas y terminó siendo de cinco. Fue muy colaborativa, tratamos de integrarnos y trabajar en común. No vinimos a dar ninguna cátedra ni a exponer ningún plan”, dijo Napoli en declaraciones a LN+.

Entrevista a Juan Nápoli

La charla, que se realizó en la casa de Gerardo “Gerry” Mato”, exjefe de Global Banking Americas en el banco HSBC, fue un testimonio del interés que genera en Estados Unidos el flamante espacio de Milei luego de su triunfo en las primarias presidenciales de agosto último, un desempeño sorpresivo que dejó un nuevo horizonte político en la Argentina. El mundo de Wall Street tenía un contacto mucho más fluido con Juntos por el Cambio, sus economistas y sus candidatos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, y también con el ministro de Economía y candidato del oficialismo, Sergio Massa, pero no con Milei, quien viajó a Nueva York, aunque por motivos “personales”, indicaron en su espacio.

Hubo pocas definiciones, y una de las impresiones que dejó la cita –además de que la intención de los enviados fue escuchar antes que explicar– es que los planes y los equipos del candidato libertario todavía están muy verdes, más retrasados que los de sus competidores. Epstein y Napoli mostraron una nítida convicción en llevar adelante un profundo ajuste fiscal, pero cuando comenzaron a delinear las áreas donde creen que se puede realizar ese ajuste, aparecieron dudas sobre la viabilidad de sus intenciones. Una conclusión similar, aunque mucho más cruda, despuntó sobre el balance del Banco Central y la llamada “bola de Leliqs”. La impresión es que en ninguno de los espacios políticos saben todavía cómo resolver ese problema, que muchos equiparan a una bomba de tiempo.

La gobernabilidad de un eventual gobierno libertario fue uno de los temas centrales de la discusión. Es una preocupación central que los inversores suelen plantear acerca del país, y que excede al espacio comandado por Milei: fue una de las dudas que acompañaron a Mauricio Macri durante su ascenso a la presidencia, y también durante su administración. Macri aparece ahora como un eventual socio de Milei si llega a la Casa Rosada, y un garante de esa gobernabilidad. Un eventual “dealmaker”, en las palabras de un asistente. En Wall Street hay quienes creen que Juntos por el Cambio se encamina a una ruptura inevitable, y que Macri juega ahora a dos puntas.

A la hora de discutir la gobernabilidad, dos fuentes dijeron que los enviados de Milei indicaron que ya tienen apalabrado un acuerdo con el sindicalismo pesado para garantizar la paz social y enviar al Congreso una reforma laboral el primer día de gobierno, aunque fuentes del espacio libertario lo negaron.

Aunque la falta de detalles y planes concretos generó desilusión y preocupación, otra impresión recogida fue que, frente a la dinámica política y económica actual de la Argentina, cualquier detalle o plan termina siendo inocuo porque es imposible adelantar cuál será el escenario con el que deberá lidiar el país el 23 de octubre, o el 10 de diciembre.

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