¿Qué pasó en las últimas cuatro elecciones en distintas provincias? La visión de los actores y la necesidad de dejar de mirar sólo el territorio bonaerense.
Por: Martín Piqué
@MartinPique
Cuando un sistema tiene un núcleo, los demás componentes orbitan a su alrededor. Cuando la fuerza (centrípeta) que los mantenía ligados se debilita, el sistema se dispersa. Y si hay rasgos estructurales de la economía que refuerzan el proceso, la dispersión se acelera. La mutación que está viviendo el peronismo puede describirse con las leyes del movimiento de la física: del orden gravitatorio al desorden de la fuerza centrífuga. Es una transición, una espera, un tiempo de vacancia, en búsqueda de un liderazgo.
Esta tendencia se refleja en hechos inapelables. Una declinación fuerte en el NOA y NEA que ya se constató en sucesivos turnos electorales (con el aluvión violeta de 2023 y los buenos resultados del mileísmo de hace tres semanas, también en esas regiones). O la incidencia cada vez mayor del voto bonaerense para el total país del peronismo: el 26 de octubre representó casi el 50% (en rigor, 48.61%) de los votos nacionales de Fuerza Patria más sus listas afines
Este último dato forma parte de un estudio reciente del politólogo Pablo Rodríguez Masena, quien se propuso indagar sobre los votos obtenidos por el peronismo a lo largo del país en las últimas cuatro elecciones de diputados nacionales (presidenciales de 2019 y 2023, legislativas de 2021 y 2025). Rodríguez Masena difundió el análisis entre especialistas en cuestiones electorales; el trabajo circuló también entre dirigentes del principal espacio opositor.
Foto: DINE
En diálogo con Tiempo, el autor resumió sus conclusiones con un reconocible poder de síntesis. “El peso electoral de la provincia de Buenos Aires aumenta mucho porque el peronismo del Interior se está desmoronando”, subrayó. Y advirtió: “Este proceso es cada vez más pronunciado porque el peronismo de la provincia de Buenos Aires mantiene lo que tiene mientras que en el Interior la agenda nacional del PJ no refleja los intereses y expectativas del votante peronista, o que supo ser peronista, de esos distritos.”
Rodríguez Masena mencionó como un elemento clave el proceso continuo de pérdida de representación legislativa e implantación territorial que afecta al peronismo, al menos en su vertiente oficial. En ese sentido, destacó que en las elecciones de medio término de 2021 el PJ oficial no logró obtener diputados nacionales en Misiones y Río Negro; cuatro años después, en las recientes legislativas, el peronismo que se presenta como tal no logró ninguna banca para la Cámara baja en Jujuy, Salta, Misiones, Córdoba y Neuquén.
CFK se reunió con Ricardo Quintela, gobernador de La RiojaFoto: @CFKArgentina
Ese deterioro en la representación obedece a cuestiones políticas -se discute el rol de CFK al frente del PJ- pero también a cambios más profundos: es decir, económico-sociales. Sobre ese punto ahonda un trabajo académico de 2024 al que accedió Tiempo y que se titula “Los huérfanos de la política. Un estudio sobre la fragmentación de las bases populares del peronismo”. Realizado por el politólogo Franco Galeano como tesis de maestría (UTDT), el paper plantea que la escisión entre asalariados registrados e informales precarizados tiene un correlato electoral. Un efecto que, por supuesto, perjudica al peronismo.
Según el autor, las bases populares del mundo del trabajo que dieron sustento al movimiento político que irrumpió en 1945 hoy están fracturadas. En 2019, esa distancia se había “subsanado temporalmente” por la declinación del gobierno de Mauricio Macri y la sorpresiva táctica electoral, pero cuatro años después la experiencia fallida del Frente de Todos en el gobierno y la crisis económica volvieron a fragmentar al electorado de impronta peronista.
Este escenario declinante explica por qué en la última prueba electoral el peronismo sólo pudo superar el 50% de los votos en dos distritos del país: Tucumán (50.58%) y Formosa (58.36%). El tercer mejor resultado lo obtuvo en Chaco (43.58%), donde se postuló para senador el exgobernador Jorge Capitanich. “Coqui”, de todos modos, salió segundo en una puja híper-polarizada con La Libertad Avanza (45.57%).
El debilitamiento territorial del peronismo tuvo otra muestra inapelable hace dos años: el número de gobernadores asociados con esa identidad partidaria se redujo a un nivel récord en 2023. Y el proceso sumará otro capítulo con la nueva conformación del Senado. Tras el recambio legislativo el peronismo tendrá el bloque de senadores más bajo desde 1983: serán 28, su peor marca histórica. Seguirá representando la primera minoría. Salvo (pequeño detalle) que haya fugas o rupturas.
Etapa nueva, reformas propias
El peronismo encarará un tiempo distinto en el Congreso a partir del 10 de diciembre. Todos sus protagonistas, sean gobernadores, diputados o senadores, saben que a partir de las sesiones extraordinarias la iniciativa estará primordialmente en manos de LLA. Ante ese marco, un primer acuerdo recorre las filas de la oposición: se acabó la fase de la mera resistencia consignista, sintetizada en el reiterado eslogan de “frenar a Milei”. Ahora, sostienen múltiples voces, habrá que ir al debate pero con una agenda propia de reformas: ideas para proponerle a la sociedad.
El propio Capitanich, por caso, contó a Tiempo que él mismo prepara un paquete de reformas legislativas para debatir en el Senado una vez que asuma. Sostuvo que en la Argentina es tiempo de implementar una moneda digital de uso obligatorio (“peso digital”, lo llamó) en el que todas las transacciones electrónicas queden registradas. Dijo que eso permitiría reducir la informalidad laboral.
“Es factible hacerlo. Brasil ya lo ha hecho con el Pix”, agregó. Se refería al sistema de pagos instantáneo -una billetera electrónica pública- que se masificó en Brasil y que fue creado por el Banco Central de ese país.
La cuestión de la evasión impositiva y el trabajo no registrado, como también las medidas pensadas para reducirlos, quedó en el tapete tras el debate iniciado por el economista Emmanuel Álvarez Agis. En una entrevista concedida a El Destape, Agis imaginó un paquete impositivo que incluya “palos y zanahorias” con el propósito de combatir la economía ‘en negro’. Propuso un impuesto al efectivo y de reducir otros tributos para pymes.
Sobre la actualidad del peronismo, Capitanich habló de “un incremento de la tensión” en las filas propias. La disyuntiva -cuya definición consideró inexorable pero también necesaria- es una negociación entre los sectores en pugna o que haya una interna que resuelva el gran tema pendiente: ungir un nuevo liderazgo, revalidar o legitimar la conducción. “O se ponen de acuerdo o hay una interna”, quiso zanjar el chaqueño.
Un senador que ya está en funciones, el santafesino Marcelo Lewandowski, consideró que el debate del PJ está atravesado por “una discusión mucho más profunda”. Esa controversia, añadió, versa sobre el rumbo económico. “Nos dicen que hay que reformar leyes vinculadas a lo tributario, a lo laboral y a lo que tiene que ver con la jubilación. Pero lo primero que hay que poner en debate es la política económica. Esta es una política económica a la que no le interesa producir; al mismo tiempo el país está en una gran depresión”, argumentó a este diario.
Lewandowski preside la comisión de Industria de la Cámara alta: el miércoles recibió en el Palacio Legislativo a varios representantes de pymes industriales -entre ellos al titular de Adimra- como también al secretario general de la UOM, Abel Furlán. Lo que escuchó en las disertaciones confirmó con más drama lo que aparece todos los días en los medios.
“Quieren dejar a la industria sumergida a su mínima expresión. Pero con una política extractivista y de producción primaria entra solo el 30% o 35% de los habitantes de Argentina con toda la furia”, alertó en diálogo con Tiempo.
Abel Furlán, secretario general de Metalúrgicos.El futuro del peronismo
Con este panorama por delante, el peronismo tendrá las próximas semanas y el primer tramo del 2026 para definir si es conveniente una reingeniería de sus bloques parlamentarios. Quien está muy atenta a esas cuestiones es la propia CFK. Esta semana, Cristina recibió en San José 1111 al diputado nacional por Tucumán Pablo Yedlin y al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Titular de la comisión de Salud, Yedlin estaría esbozando una propuesta para transformar el sistema sanitario.
Yedlin, en lo político, está bastante cerca de Sergio Massa. Su nombre llegó a sonar, incluso, como posible jefe de una bancada del Frente Renovador que a su vez integre un interbloque más amplio de todo el panperonismo. Sonó como un tiro por elevación, un globo de ensayo; luego fue convenientemente desmentido por allegados de estrecha confianza de Massa.
Tras su visita al departamento de San José y Humberto 1°, Yedlin posteó en la red social X un reconocimiento a Cristina. Le agradeció por -según dijo- haberle pedido al peronismo tucumano que mantuviera “la unidad” a los fines de “ganar la elección” en la provincia. Para el peronismo nacional, por lo pronto, será todo un desafío transitar lo que resta hasta 2027 en unidad pero sin postergar (en Palermo Freud dirían procastinar) todas las definiciones pendientes.








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