Por la condena, quedó excluida del padrón y no puede ser titular del partido. Ya hubo una presentación ante Servini para apartarla. El fantasma de la intervención.
Por Gabriela Pepe
Una verdad incómoda recorre el histórico edificio de Matheu 130. Con una condena confirmada por la Corte Suprema de Justicia, Cristina Fernández de Kirchner quedó excluida del padrón electoral y, en consecuencia, perdió su capacidad de estar afiliada al Partido Justicialista (PJ) y también de presidirlo.
La situación ya genera preocupación puertas adentro del peronismo, donde temen que algún sector disidente le pida a la Justicia electoral la intervención del partido, como hizo Luis Barrionuevo durante el gobierno de Mauricio Macri. En aquel entonces, la jueza María Romilda Servini desplazó a la conducción encabezada por José Luis Gioja y designó al sindicalista como interventor.
La jugada fue funcional al gobierno macrista, que buscaba debitar al peronismo opositor. Sin embargo, duró poco. Tres meses después, la Cámara Nacional Electoral revocó la decisión y repuso a Gioja en su lugar. Desde el partido se gestó el armado del Frente de Todos, que ganó las elecciones 2019.
En el PJ temen que la situación se repita. Ya hay dirigentes que empezaron a agitar el avispero. El 10 de noviembre, tres afiliados al partido presentaron un amparo en el juzgado de Servini para pedir la renuncia de Cristina, el llamado a elecciones internas y la apertura de un proceso de depuración de los padrones.
Quiénes firman la presentación contra CFK
La presentación está firmada por Margarita Alicia Villegas, Eduardo Felipe Vallese y Cesar Augusto Arias, con el patrocinio letrado de Juan Carlos Blanchet. Dicen no responder a ningún dirigente y haber actuado por cuenta propia. Tienen un historial vinculado al partido y presentaciones judiciales en su haber.
Villegas anotó dos veces su precandidatura a diputada por la Ciudad de Buenos Aires. En 2013, lo hizo por el Partido Federal – que fundó Francisco Manrique- y en 2017, por El Movimiento, junto a César Arias. Ese mismo año, Blanchet hizo una impugnación en la Justicia contra Unidad Porteña, la alianza que llevó candidatos del kirchnerismo, mientras Cristina Kirchner competía en la provincia por Unidad Ciudadana.
César Augusto Arias fue apoderado del PJ de la Ciudad a principios de la década del 2000. Es hijo del exsecretario de Justicia de Carlos Menem, César Arias, que también fue diputado y apoderado del PJ nacional.
Vallese, hijo de Felipe Vallese, delegado metalúrgico y primer militante peronista secuestrado y desaparecido en 1962, durante el gobierno de José María Guido, colabora con el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa. Según pudo saber Letra P, en la presentación ante Servini actuó en nombre propio, sin haberle dado aviso al titular de la cartera, que responde políticamente a Axel Kicillof. La aclaración es pertinente en tiempos en los que arde la interna entre el kicillofismo y el cristinismo.
De acuerdo a la explicación de los demandantes, el objetivo de la presentación del recurso fue “poner un poco de orden” en el partido frente a la que consideran como una situación irregular de CFK. En el escrito recuerdan que la ley orgánica de los partidos políticos establece que no pueden ser afiliados “los excluidos del padrón electoral, a consecuencia de las disposiciones legales vigentes” y, en consecuencia, tampoco pueden ejercer cargos partidarios.
La presentación no fue bien recibida en el partido, donde entienden que la situación de la exmandataria debe ser resuelta puertas adentro y no por injerencia de la Justicia. La historia de intervenciones es amarga para el movimiento. Los abogados consideran que tampoco debió hacerse mediante un amparo.
Sin embargo, hay quienes también admiten que Cristina deberá tomar una decisión en el corto o mediano plazo para evitar que el partido quede expuesto a una intervención futura. La instrumentación sería sencilla: debería enviar su renuncia para que sea aceptada por el Consejo Nacional del PJ. En su lugar asumiría el vicepresidente primero, José Mayans, que secundó a la expresidenta en la lista que se proclamó ganadora en noviembre de 2024, después de una batalla judicial. Toda la conducción del partido responde a la exmandataria.
Por ahora, CFK no renuncia
A pesar de los cuestionamientos, por ahora la exmandataria no tiene previsto formalizar la renuncia a su cargo. En su entorno explican que la decisión obedece a que la condena de la Corte fue dictada después de que asumiera titular del PJ, por lo que “está ejerciendo su presidencia de pleno derecho”.
La discusión seguirá. Cristina tomará una definición en función del mensaje político que quiera dar oportunamente, si el peronismo decide avanzar en la discusión interna o llamar nuevamente a elecciones. Es posible que todo se defina en marzo, cuando suelen celebrarse los congresos partidarios.
Hay una fecha límite: el 31 de marzo vence el plazo para la presentación de balances ante la Justicia electoral. Los libros tienen que estar firmados por las autoridades partidarias. En la cúpula del PJ hay quienes entienden que Cristina no está habilitada para rub ricarlos.
La expresidenta no participó de manera virtual de ninguna reunión del partido desde que fue condenada en la causa Vialidad. El último encuentro se celebró el 19 de noviembre y contó con la presencia de los vicepresidentes y secretarios, aunque no tuvo carácter formal.








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