Comienza la cuarta semana de discusiones con el FMI: foco en la estrategia cambiaria

Comienza la cuarta semana de discusiones con el FMI: foco en la estrategia cambiaria

Por Carlos Burgueño

La nueva estrategia elevó el precio del MEP y el CCL del promedio de $433 y $444, respectivamente, a $465 y $475 al cierre del viernes, al retirar la oferta de divisas y dejar correr a los dos valores a un nivel más cercano al blue. Los funcionarios del Palacio de Hacienda justificaron el cambio de operatoria.

El Fondo Monetario Internacional le dio un guiño al equipo económico en la decisión de dejar de intervenir, permitir que corra y que se incremente el tipo de cambio para los dos mercados de dólares financieros. La nueva estrategia elevó el precio del MEP y el CCL del promedio de $433 y $444, respectivamente, a $465 y $475 al cierre del viernes, al retirar la oferta de divisas y dejar correr a los dos valores a un nivel más cercano al blue. Los funcionarios del Palacio de Hacienda justificaron el cambio de operatoria. Desde la sede del organismo financiero analizaban como una política cambiaria artificial la intervención sobre el tipo de cambio, alejada de todo lo comprometido en el Facilidades Extendidas vigente.

El acuerdo se encontraba suspendido desde tres semanas atrás, cuando comenzó la estrategia de intervención directa sobre el MEP y el CCL por parte del gobierno para frenar (exitosamente a los ojos del Palacio de Hacienda) la corrida iniciada en abril. Lo firmado en 2022 con el FMI prohíbe explícitamente utilizar dólares de las reservas de manera directa o indirecta para controlar el tipo de cambio, lo que derivó en que la vigencia del acuerdo entre en modo pausa. Como la decisión del equipo de Sergio Massa fue tomada en medio de las negociaciones de Washington para la reformulación del acuerdo, no hubo mayores consecuencias reales ni en la relación con el Fondo ni en la realidad macro del día a día. Sin embargo, desde Washington se aclaraba que una vez que las negociaciones se cerraran y la nueva versión del Facilidades Extendidas estuviera en vigencia, todo volvería a la normalidad.

Es en este marco que, sin fanatismos ni bendiciones, desde el FMI se ponderó el fin de semana que haya terminado la estrategia de intervención directa sobre el valor del MEP y el CCL. En palabras de los propios negociadores, se alabó que se haya roto “la brecha de la brecha”, y que la única relación a analizar sea la de la distancia entre el combo Blue-MEP-CCL y el oficial; un nivel que sigue superando irreductiblemente el 100%.

Mientras tanto, desde hoy vuelve a entrar en la mesa de discusión si la estrategia de apostar al “crawling peg” es o no factible para evitar tomar decisiones más radicalizadas. Se inician otros cinco días (no se suspende por fin de semana largo), la discusión vía zoom entre los funcionarios argentinos encargados de negociar con el FMI y los delegados del organismo para el caso; la que entrará así en su cuarta semana consecutiva de debate. Como se sabe, y ya contó este medio, prácticamente todo está ya acordado, salvo lo más importante: la política cambiaria. Y, desde la semana pasada, el debate se concentra en si la propuesta de manejar (y acortar) la brecha cambiaria vía devaluaciones controladas da el resultado que se le promete al organismo. Que la brecha hoy superior al 100% pueda contraerse en un programa organizado y gradual, sin entrar a las recetas de shock.

El argumento por el cual el Fondo podría aceptar que la propuesta de “crawling peg” dé resultados es la explicación que los argentinos le dieron sobre que un shock sería inflacionario; mientras que la devaluación gradual y controlada del oficial a través de aceleraciones y frenos en el alza del precio del dólar, puede tener una consecuencia menor sobre el IPC. Por ahora, el FMI no negó la alternativa, pero indicó un seco “quiero ver” para saber si la estrategia comienza a dar resultado. Hasta la semana pasada, la mirada desde Washington era de duda.

Así se debate la política cambiaria entre el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el encargado de las relaciones con organismos internacionales, Marco Lavagna; y el jefe de asesores de Sergio Massa, Leonardo Madcur, por un lado; y el flamante gerente para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés; su número dos, Niguel Chalk; y el encargado del caso local, Luis Cubeddu.

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