Arcioni aporta al nuevo peronismo el primer triunfo y brega por la unidad

Arcioni aporta al nuevo peronismo el primer triunfo y brega por la unidad

Retuvo la gobernación y festejó con su amigo Sergio Massa. “Los brazos de este gobierno están abiertos”, dijo. El desafío para octubre, cuando se negocia un gran acuerdo nacional. 

Por ARIEL BOFFELLI.

Mariano Arcioni retuvo la provincia de Chubut y le dio otro golpe a la Casa Rosadaeste domingo. De la mano de Chubut al Frente, una alianza de partidos vecinales y provinciales de base peronista, se impuso sobre el Frente Patriótico kirchnerista de Carlos Linares y sobre Cambiemos, con Gustavo Menna, que sufrió otro duro golpe en la Patagonia. Esta victoria le sirvió a Sergio Massa, quien viajó junto a Graciela Camaño y Diego Bossio hasta Comodoro Rivadavia para celebrar la reelección de su amigo. “Vino como lo que es, un amigo de la vida”, repitió el gobernador apenas terminó su discurso.

El resultado de las PASO no hizo mella en la estructura oficial. Arcioni, como una nueva cara de la política chubutense, que hace poco asimiló la muerte de Mario Das Neves y los casos de corrupción que enviaron a la cárcel a ex funcionarios, logró imponerse ante el kirchnerismo, que no pudo hacer valer el triunfo de abril por un poco más de 2 mil votos y rompió el estigma del peronismo dividido al relegar sin problemas al candidato que plantó la Casa Rosada. El escrutinio abre un nuevo desafío: la unidad del justicialismo como sucede por fuera de los límites de la provincia. “Los brazos de este gobierno están abiertos”, prometió Arcioni, visiblemente emocionado. “Están abiertos para todos los que no especulen”, ratificó.

Una de las claves fue la elección en Comodoro Rivadavia. Esa ciudad, que está en manos de Linares, le aportó votos fundamentales al igual que Trelew, Rawson y Puerto Madryn. En todas las localidades, los intendentes jugaron para Chubut Al Frente. Lo mismo hicieron varios sindicatos. El de mayor respaldo fue el petrolero, que tiene a Jorge Loma Ávila como secretario general.

“Este es un proyecto inclusivo, de esperanza. Es algo que venimos haciendo desde el primer momento. Es política de esfuerzo, sustentada en valores. Son tiempos difíciles, pero tengo la esperanza de tener un Chubut unido y feliz”, arengó el patagónico.

Otro dato no menor es que en el sur argentino no solo se reeligen oficialismos: se asientan estructuras provinciales. El histórico Movimiento Popular Neuquino (MPN) dio el puntapié inicial en marzo. Luego, Juntos Somos Río Negro (JSRN), el espejo del MPN rionegrino, barrió con el Frente para la Victoria (FpV). Ambas fuerzas obtuvieron los votos que fueron históricamente para el justicialismo K. Ahora, con Arcioni a la cabeza, el electorado se volcó a su alianza.

Los patrióticos de Linares deberán reponerse para el cierre de listas de la elección nacional, en un pequeño paso de tiempo. “Aquellos a quienes nos tocó perder, mi caso y de Omar Burgoa, hemos acompañado a Carlos (Linares), en contacto con cada uno de los candidatos y todos tratando de sumar militantes”, resumió Gustavo Mac Karthy, ex precandidato a gobernador. De Linares, poco se escuchó más que reclamar “una propuesta superadora” en el momento de su voto.

De la mala noticia para Cambiemos, sólo una buena llegó hasta la Casa Rosada: Sergio Ongarato retuvo Esquel, uno de las ciudades más importantes y máxima referencia urbana en la cordillera.

El desafío inmediato para Arcioni, que convocó a todo su gabinete a Comodoro para este lunes, es ver cómo su coalición atraviesa las barreras chubutenses. Al igual que Alberto Weretilneck en Río Negro, Chubut Al Frente debe definir una estrategia para lograr representantes en el Congreso. De eso, por ahora, poco se habla.

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