Aprueban la ley de per saltum y ahora buscan presionar a la Corte

Aprueban la ley de per saltum y ahora buscan presionar a la Corte
Por Martín Bravo.

El Gobierno podrá pedirle que saltee pasos judiciales. El bloque K admitió que se planeó por la disputa con Clarín.

Con 135 votos de propios y aliados, contra 95 que reunió la oposición, el kirchnerismo convirtió anoche en ley en la Cámara de Diputados la reglamentación del per saltum, un recurso para permitir la intervención de la Corte Suprema en causas de “notoria gravedad institucional” sin completarse las instancias judiciales previas .

Durante las siete horas de debate hubo repetidas referencias a la ley de medios. De arranque, la oficialista Diana Conti reconoció que el proyecto fue impulsado con el objetivo de aplicar dos artículos de esa norma suspendidos en la Justicia por una presentación del Grupo Clarín . “No me importa que esta ley tenga nombre y apellido ”, aseguró Conti, miembro informante del proyecto. Fue el argumento de muchos diputados opositores para votar en contra.

Agustín Rossi, jefe del bloque kirchnerista, dedicó la mayor parte de su discurso de cierre a la disputa judicial por la ley de medios. “Hace tres años que la causa está en el juzgado de primera instancia. Van a intentar seguir trabando la aplicación de la ley.

Clarín defiende su posición de poder, que ha condicionado en diferentes momentos a la democracia”, enfatizó. Un rato antes Ricardo Gil Lavedra, su par radical, había advertido que “la ley responde exclusivamente a un contexto político. Esta va a ser la ley Clarín, la ley del 7D”.

El instituto del per saltum permite que en causas federales se solicite a la Corte que tome causas que están en instancias inferiores si existe “gravedad institucional” . Según Gil Lavedra, “hasta el presente no han sido buenos los casos en los que se empleó”. Se refería al uso del per saltum en el menemismo para las privatizaciones de Aerolíneas y los aeropuertos. El radical y otros opositores coincidieron en cuestionar al kirchnerismo por “intentar imponer un monopolio gubernamental en materia de comunicación”. Para Alcira Argumedo, de Proyecto Sur, “cuando uno ve televisión, la línea editorial que tanto preocupa evidentemente se reproduce de una manera altamente sospechosa. Es un amigopolio que está recibiendo gran parte de la pauta oficial”, consideró, y leyó el discurso de Cristina Kirchner en 2006, cuando era senadora y se oponía al per saltum. “No se puede legislar un instituto para una situación particular, porque luego va a venir otro a pedir exactamente lo mismo y quedaríamos en el medio de la inconstitucionalidad si a unos se les acuerda el per saltum y otros no”, había dicho la Presidenta.

Todo el arco opositor rechazó la iniciativa y también el bloque de Felipe Solá, en el último tiempo más cercano al oficialismo. “Esta discusión repentina está enmarcada en un contexto de amenaza y avasallamiento a las instituciones, tanto parlamentarias como judiciales”, aseguró Margarita Stolbizer, del Frente Amplio Progresista. “Sobrevuela el ataque a la Corte”, apuntó Graciela Camaño, del peronismo disidente. En el inicio, Conti se cruzó con Jorge Yoma, también oficialista aunque con juego propio y crítico de algunas iniciativas, como en este caso, aunque al final votó a favor. Conti remarcó que en este caso el per saltum “adquiere un fundamento distinto” al que inspiró al riojano, y lo llamó “mi compañero juguetón” . Yoma había defendido un dictamen propio con apoyo del peronismo disidente y compartió su tiempo con la denarvaísta Natalia Gambaro.

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