Una agenda con Malvinas y el bloqueo

CFK y Timerman resaltaron la importancia de que la cumbre continental se realice en Cuba, mientras los cancilleres terminaron de discutir el documento que quedó a la firma de los presidentes. También está en el menú la situación de Puerto Rico.
“Bloqueo: el genocidio más largo de la historia.” “La Patria Grande que avanza.” Las leyendas están en dos grandes carteles de la quinta avenida de La Habana, en camino desde el centro a Pabexpo, el recinto en el que se lleva a cabo la II Cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe). Allí se realizó ayer la reunión de los cancilleres, donde los representantes de los 33 países miembros trabajaron en el documento que aprobarán luego los presidentes. “Es un hecho histórico que nos reunamos aquí, en Cuba, con todo lo que significa para la unidad de América latina y el Caribe”, dijo el canciller Héctor Timerman al tomar la palabra al inicio del encuentro. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner también se refirió al hecho de que los jefes de Estado de la región vengan a La Habana y, sobre todo, al acontecimiento que implica la presencia de los secretarios generales de la OEA (Organización de Estados Americanos), José Miguel Insulza, y de Naciones Unidas, Ban Kimoon: “Es un reconocimiento histórico sin precedentes a la dignidad de los pueblos”, dijo en su cuenta de Twitter, donde también contó algunos detalles del almuerzo que compartió con Fidel Castro el domingo (ver aparte).

La Presidenta no tuvo ayer una agitada agenda de reuniones en La Habana, como sí ocurrió el domingo con los encuentros con Fidel Castro y Dilma Rousseff. Según confiaron fuentes de la delegación a Página/12, CFK estuvo en el hotel en contacto permanente con todos los ministros en Buenos Aires, en especial con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y de Economía, Axel Kicillof. Además, se preparó para su intervención de hoy en la cumbre del bloque continental que se fundó en 2011 con autonomía de los Estados Unidos.

Durante el día de ayer llegaron a La Habana quince jefes de Estado y de Gobierno que debatirán hoy sobre el hambre, la pobreza y la desigualdad. Ayer fue el turno de las deliberaciones de los cancilleres.

Cerca del mediodía, los representantes de los Estados que integran la Celac salieron del recinto y delante de las 33 banderas posaron para la foto oficial. Timerman, de traje pero sin corbata, fue ubicado al lado del anfitrión, su par cubano, Bruno Rodríguez Padilla. A pleno sol, y antes de que subieran al micro que los llevaría a almorzar, Rodríguez Padilla fue capturado por la babel de periodistas que cubrían el evento. De guayabera blanca, pantalón oscuro y anteojos de sol, anticipó algunos de los puntos que ya fueron acordados y señaló que sólo había algunas diferencias en tres o cuatro párrafos de lo que será el documento. “La Celac tiene una posición clarísima respecto de la soberanía argentina de las islas Malvinas y de convocar al diálogo al Reino Unido”, fue lo primero que señaló. También, al ser consultado por un periodista ecuatoriano sobre el conflicto que su país mantiene con la empresa Chevrón, dijo que se manifestaría solidaridad con los países afectados con las transnacionales. La declaración de la región como zona de paz y la condena al bloque que sufre Cuba también están en la agenda de la cumbre.

“Cuba ha sido el país que más ha hecho por unir a América latina con el Caribe y que comience un diálogo fructífero. La Celac es el lugar donde mejor se ha dado este diálogo de integración indispensable para nuestros pueblos como es la unión de estas dos regiones, como son América latina y el Caribe, para conformar una sola región”, señaló en la reunión Timerman. El canciller argentino hizo luego una moción que, aunque en forma semántica, está relacionada con dar mayor importancia a los países caribeños en el bloque. Es que la troika que conduce la Celac está formada por el país saliente en la presidencia, el actual y el siguiente (en ese caso Chile, Cuba y Costa Rica). A ese triunvirato se había agregado el Estado que detentara la presidencia del bloque caribeño, el Caricom (ahora San Vicente y las Granadinas). Por ello, se lo llamaba troika ampliada o troika plus. “Propongo que le digamos cuarteto, así estamos dando realmente el espíritu de todos los que estamos aquí sentados”, dijo el canciller.

Otro tema de relevancia en la cumbre será la propuesta venezolana de incorporar a los movimientos independentistas de Puerto Rico, que se oponen al status de territorio no incorporado a los Estados Unidos que tiene su país. Si bien organizaciones de la sociedad civil no pueden integrar el foro, del que participan Estados, podrían ser observadores. Este tema fue comentado por Fernández de Kircher el miércoles pasado, cuando en un acto en la Casa Rosada confirmó su presencia en la cumbre de la Celac. Ayer, en la sala de prensa de la cumbre, Nelson Canals, un hombre de barba canosa que se presentaba como portavoz del movimiento Boricuas (“no puertorriqueño porque ese nombre lo pusieron los españoles”) por un Nuevo País, recorría el lugar junto con un bolso y una pequeña revista en la que se difundía su causa. “Hasta que no seamos 34 el bloque no está completo”, manifestó.

En el marco de la reunión de cancilleres, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, presentó documentos con datos sobre la región. Bárcena señaló que el gasto público se mantuvo en varios países en momentos de crisis mundial y que la pobreza disminuyó en 2012, cuando se registró 1,4 punto porcentual menos que en 2011 y la pobreza extrema se colocó en 11,3 por ciento.

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