La Tercera tuvo su mayor presencia en Comodoro Py con Ferraresi, Mussi y Secco

La Tercera tuvo su mayor presencia en Comodoro Py con Ferraresi, Mussi y Secco

Volvió Cristina con los tapones de punta. Los intendentes de la moderación política no se identificaron. Hubo movilización partidaria y autoconvocados. Se vio a una CFK fortalecida por el apoyo y un cariño entre la gente y su figura, más allá de si como acusan los medios anti K, hubo pagos para llevar gente. Lo cierto es que la simbiosis que se vio no se compra con 200 pesos.

En la reaparición política de la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchners, la Tercera sección electoral tuvo su centro de representación política, fundamentalmente, en la presencia de los intendentes de Avellaneda, Jorge Ferraresi, de Berazategui, Patricio Mussi y de Ensenada, Mario Secco.

La movilización de estos tres jefes comunales marcaron la tendencia municipal en el apoyo a CFK, pero no se puede obviar, que otros intendentes de la misma sección movilización a través de los PJ (como Lomas de Zamora) o el Frente para la Victoria (por Almirante Brown).

La otra columna fuerte de la Tercera fue el PJ de La Matanza a cargo de Fernando Espinoza, pero no apareció el nombre de la intendenta Verónica Magario.

Por lo demás, la mayor presencia de la Primera Sección en término de identificación personalizada fue la de Alberto Descalzo de Ituzaingó.

Como se sabe, los intendentes que conforman el grupo de los ochos, ampliado a 12, no aparecieron en esta movilización porque no quieren quedar pegados a la “resistencia” K, que plantea Ferraresi, para conservar el nivel de recursos para gobernar, recursos, que en rigor, aún no les ha llegado a estos intendentes, como Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Fernando Gray.

Aunque se sabe, que tantos estos tres jefes comunales, como los de la primera que se sumaron al Pacto de Padua, negociaron otras “colocaciones” en el gobierno de María Eugenia Vidal para dirigentes peronistas de distritos donde ganó Cambiemos.

Pero más allá de las presencias, lo que marcó la jornada, fue el tinte político y propositivo de CFK, que abrió el juego político a un nuevo Frente que llamó Frente Civil, convocando a dirigentes disconformes con Mauricio Macri y a la CGT. Lo cierto es que, si bien ella intentó despegarse de una actitud de liderazgo en su propuesta, la idea de proponerla la pone en un lugar de expectativa política importante.

De todos modos habrá que esperar cómo evalúa el peronismo esta propuesta, sobre todo porque ella aclaró que pertenece “al partido Justicialista”. Este mensaje, quedó más que claro, para que los peronistas entiendan que no puede haber frente sin el Justicialismo.

Cristina volvió un día, y volvió con los tapones de punta. No se ahorró críticas para nadie y todo lo que tenía ganas de decir lo dijo, pero quedó claro que aún existe una relación de fidelidad entre sus seguidores y ella.

Desde los medios ultramacristas, podrán argumentar que los intendentes pagaron 200 o 500 pesos, agregando el pancho y la coca, pero lo que pocos pueden entender, si han recorrido la política de cerca, es que con eso no se compra el cariño que se pudo percibir hoy en Comodoro Py.

Hubo organizaciones marcadas, como las de estos tres intendentes, más La Matanza, La Cámpora movilizó orgánicamente como lo hace cualquier organización política, pero para quienes rechazan la política y plantean que la legitimidad va de la mano de apolítica convocatoria supuestamente espontánea, ciertamente hubo mucha gente que llegó sin “orgas”, desde jóvenes hasta personas de adultos mayores.

Es curioso que la fracasada contramarcha K en el Obelisco, tenga la presunta y mentirosa característica de la “autoconvocatoriaapartidaria”, justo en tiempos de democracia donde los que participan son los partidos políticos.

Ese tipo de contradicciones, de todos modos, no son solo de los anti K, sino de cualquier partido político que pretenda crecer y construir poder. Toda construcción conlleva contradicciones, pero quienes no conocen el paño de la famosa “rosca”, quizás no alcancen a entender la lógica del funcionamiento real del poder real.

Para agregar, del discurso del CFK, quedan las críticas lógicas a los tarifasos, la inflación y los despidos, además de señalar y criticar a lo que Cristina llama “el partido judicial”. Pero es claro que hay aún una simbiosis entre una líder política y un grupo grande de la población argentina que aún no está encausada y que todavía la ex presidenta no ha decidido encabezar.

Queda para la dirigencia peronista y progresista entender lo que ayer pasó en Comodoro Py. Minimizarlo sería un error para propios y ajenos, empoderarlo en un futuro que no existe, también.

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