Su imagen y su voz se multiplicaron como pocas veces en los últimos diez días. La foto con el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, el miércoles de la semana pasada, dio comienzo a una cadena que incluyó una recorrida con el intendente peronista Mario Ishii y Maria Eugenia Vidal; su presencia activa en un timbreado bonaerense; su asistencia al acto por las víctimas de la AMIA; su rol de vocero luego del acto en Tecnópolis anunciando el no pago de las boletas de gas, y su instantánea con el gobierno porteño que encabeza Horacio Rodríguez Larreta.

El jefe de gabinete, Marcos Peña, subió claramente su exposición pública en defensa de las políticas del Gobierno. Sin dar lugar a especulaciones sobre su futuro personal, el joven número dos y "cerebro" de la gestión de Cambiemos parece haber tomado las riendas de la comunicación oficial, en momentos en los que se suceden "malentendidos" por declaraciones de ministros y funcionarios en tiempos de tarifas de gas y ajuste.

¿Casualidad? Para los voceros del Gobierno sí. "No hay nada armado ni una nueva estrategia, él salió a hablar como lo hace siempre", afirmaron dos secretarios que responden al jefe de gabinete. "El es la comunicación del Gobierno. Puede salir a hablar o aparecer cuando así lo considere necesario", agregó uno de ellos. Al mismo tiempo que sus voceros negaban todo, el jueves por la tarde, Peña explicaba vía Twitter los beneficios de la devolución del IVA a jubilados y beneficiarios de planes sociales.

La confianza personal del Presidente es, a estas alturas, el plafón desde el que Peña ordena su política comunicacional. "En términos electorales, (María Eugenia) Vidal es nuestra dirigente mejor posicionada. Pero Marcos vale acá adentro diez veces más que cualquiera", describió un dirigente cercano a Macri que va seguido a Balcarce 50.

Salir a hablar

Para un dirigente del peronismo bonaerense, "Marcos es la persona a la que se asocia el Presidente cuando hablamos o pensamos en la gestión. Y si se quiere hacer más conocido, tiene que salir a hablar y a estar mucho más de lo que lo hizo hasta ahora", analizó el dirigente.

En el gabinete este protagonismo es visto con naturalidad. Es más: las quejas por lo bajo de los ministros que debieron dar "sólo malas noticias" en los primeros meses de gestión, y le adjudicaban a Peña "dejarlos solos" con anuncios de despidos y ajustes se acallaron ante la nueva realidad. El jefe de gabinete sale, entonces, a explicar medidas económicas controvertidas, como la suba de tarifas o la devolución del IVA, en reemplazo de quienes naturalmente debieran hablar del tema, como el titular de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, o el ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Además, puertas adentro del Gobierno las apariciones de Peña son vistas menos como posicionamiento político que como la "garantía" de que no habrá fallas en la comunicación. Y fallas en ese rubro hubo, y muchas: el ministro Oscar Aguad y su curiosa percepción consistente en que "la suba de tarifas permitirá el derrame de riqueza"; Prat-Gay afirmando que "el aumento de la luz cuesta como dos pizzas", o Aranguren sosteniendo que "si el consumidor ve que la nafta está más cara, deja de gastar", entre muchas otras.

¿Cubrir errores es la consigna? Cerca del jefe de gabinete lo niegan. "Todo lo que hace viene con el cargo, aunque está convencido de que este semestre hay que estar más en el territorio", afirman a su lado. Y agregan: "Marcos quiere ayudar en todo lo que pueda a María Eugenia Vidal" en su gestión bonaerense.

Peña niega, una y otra vez, que su intención sea competir por un cargo electivo, sea en 2017 o en una fecha posterior. "Olvidate, no va a ser candidato a nada", dice uno de sus subordinados. Pero su exposición crece y crece, en momentos de tensión y demandas como los que el Gobierno atraviesa y prevé atravesar en el futuro cercano.

Anuncios para Santa Fe

El Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunció ayer en Santa Fe inversiones por $ 50.000 millones, que, destacó, podrían generar 6000 puestos de trabajo. Del total previsto, $ 41.000 millones se destinarán a rutas y autopistas y otros $ 8.400 millones para obras ferroviarias. No se informaron plazos.

"Este es el plan más ambicioso en la historia de Santa Fe. Lo que decimos lo cumplimos porque es nuestro compromiso", sostuvo Dietrich. La visita y el anuncio llegaron luego de una semana de fuertes cruces entre el macrismo y el socialismo que gobierna la provincia.