UCR naufraga entre un "pacto amplio" y la "libertad de acción"

UCR naufraga entre un

Nadie busca romper, pero nadie logra mostrar un armado competitivo que seduzca a todas las líneas. Crece el peso del "territorio".

Suele sostenerse –con motivos– que el peronismo se ordena detrás del liderazgo que puede garantizar la victoria electoral. La ecuación es tan sencilla como profunda y eficaz: el que (a)trae votos es el jefe y tiene la razón. Lo errado es endilgarle exclusivamente al justicialismo esta característica. Para molestia de los "muchachos", a quienes les gusta sentirse portadores de una enorme originalidad, y también de los no peronistas, a los que les molesta parecerse a sus históricos adversarios, la ecuación justicialista se aplica en gran medida a todos los partidos políticos que se piensan a sí mismos como fuerzas de poder.

Este enfoque –el que tiene los votos se impone– ayuda a entender la situación interna del radicalismo. El punto es que en el partido centenario los sufragios no los tiene un dirigente de alcance nacional, que pueda organizar la fuerza detrás de sí, sino varios caciques provinciales, cada uno con necesidades de construcción distinta.

A grandes rasgos, hay tres grupos que vienen pugnando desde mediados del año pasado por imponer su visión sobre el armado electoral. Son: los que pretenden un acuerdo con Mauricio Macri, del PRO; los que aspiran a que el debilitado Frente Amplio UNEN (FAU) siga con su conformación actual; y los que quieren acordar con Sergio Massa, del Frente Renovador (FR), que suelen hablar de una gran PASO de toda la oposición. 

Las tres vertientes no logran salir, al menos por ahora, del triple empate y se preparan para tratar de dirimir sus diferencias el 14 de marzo, en la Convención Nacional radical que se realizará en Entre Ríos.

Siete días antes habrá otro encuentro que servirá de señal: la convención de la provincia de Buenos Aires. En ese distrito, el liderazgo lo tiene Ricardo Alfonsín, ferviente partidario de continuar con el FAU tal como fue concebido, es decir constituido centralmente por la alianza radical-socialista.

Cerca del diputado señalaron que, por ahora, los números de la Convención bonaerense son de dos tercios a favor de la postura alfonsinista, aunque reconocieron que el debilitamiento del FAU, que, según ellos, fue "provocado por los que quieren otra cosa", volvió más peleado el resultado.

En el panorama nacional, una de las opciones que se barajan y que podría romper el triple empate es que los promacristas y los promassistas se pongan de acuerdo en confluir en la promocionada gran PASO opositora, es decir, con Massa y Macri adentro.

Eso necesita de un pequeño detalle: que el jefe de gobierno porteño y el ex intendente de Tigre acepten competir bajo un mismo sello. Por esto, en la UCR bonaerense se preguntaban: "¿Qué pasa si acepta uno y el otro no?" Calculaban, entonces, que el documento de la Convención Nacional podría salir con la aclaración de que sólo sería posible aceptar esa primaria si el PRO y el FR aceptan, ambos, sumarse al acuerdo.

UN LÍMITE, EL TERRITORIO. El conflicto, sin embargo, es más profundo, ya que los escenarios en cada territorio aparecen incompatibles. Ejemplo: el senador Mario Cimadevilla quiere competir por la gobernación de Chubut. Sus rivales son el FPV y Mario Das Neves, el ex gobernador. Das Neves será el candidato de Massa en Chubut. Por ende, Cimadevilla quiere sumar al PRO, a nivel provincial y nacional, es decir, ser el candidato de Macri o tratar de llevar dos presidenciables en su boleta, pero jamás al tigrense que respalda a uno de sus principales adversarios.

Al poner el foco, por ejemplo, en Santa Fe, la ecuación se vuelve totalmente distinta. En esa provincia la entente radical-socialista, que allí se denomina Frente Progresista, Cívico y Social, está consolidado. Gobierna desde 2007. Su principal rival, hoy, es el comediante Miguel Del Sel, es decir, el candidato de Macri. ¿Cómo podría ese frente aceptar una PASO nacional con el PRO? Y si ganara Macri, ¿lo llevarían en la boleta en lugar de Hermes Binner?

La misma complejidad aparece al recorrer el resto de las provincias. En Formosa, por caso, el senador Luis Naidenoff se fotografió con Massa, ya que el tigrense tiene peso electoral allí y no cuenta con un peronista disidente para respaldar. En La Rioja, en cambio, Massa apoya a Jorge Yoma. Por esto, el radical Julio Martínez busca el acuerdo con el macrismo, a nivel provincial para la gobernación y a nivel nacional para arrastrar la lista de diputados.

LA JUSTICIA, EN LA MIRA. Hay una ingeniería que algunos boinas blancas han estudiado las últimas semanas. Fue la que usó Atilio Benedetti, candidato radical a mandatario de Entre Ríos por el frente radical socialista en 2011. Benedetti, en aquella ocasión, hizo una presentación en la justicia y logró que le permitieran colgar su candidatura a gobernador de dos presidenciables, Binner y Alfonsín. 

En principio, a nivel nacional, la ley electoral no permite esta jugada. Pero en este caso la justicia interpretó que se debía autorizar porque Benedetti era postulante por un frente provincial que contenía tanto al radicalismo como al socialismo, aunque esa misma coalición no estuviera replicada a nivel nacional. Fue un caso excepcional, pero es una salida que barajan algunos caciques de la UCR. 

En las distintas tribus radicales sostienen que quieren evitar a toda costa la "fractura" del partido. Pero nadie encuentra cómo conjugar esta compleja ecuación, ya que no hay un liderazgo nacional con potencia electoral que sirva para ordenar. Por eso, ningún sector descarta que en la convención del 14 de marzo surja un documento que "suene" a consenso, a la búsqueda de un gran frente opositor, y que su traducción en la realidad sea que cada provincia tenga libertad de armar a su manera. 

El propio senador Eugenio "Nito" Artaza –que avisó que quiere acordar con Massa– lo dijo la semana pasada: "Quizás esta sea una elección de transición, en la que recuperemos poder territorial y presencia parlamentaria, para pensar en tener un presidenciable para la próxima."  «

 

 

chubut y santa fe, dos dificultades

 

Cimadevilla - Para gobernar Chubut deberá enfrentarse al candidato del FPV y a Mario Das Neves, que juega para Massa. Por ello, sólo quiere pactar en la nacional con el PRO.

 

 

Del Sel - Es quien eligió Macri para destronar al PS de Santa Fe. Es por esa razón que la entente socialista radical local es reacia a un acuerdo presidencial con el macrismo.

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