Cambiemos. El lema pegó fuerte y llegó a todos los ámbitos, o por lo menos, eso parece. El PRO no esperaba ganar tanto. Se quedó con la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y la Nación en tan sólo cuatro meses. Esto implicó el armado de tres equipos numerosos en un cortísimo plazo y generó, a su vez, poner en juego las bancas de la Legislatura porteña y las correspondientes a la Ciudad en el Congreso nacional para ocupar los espacios vacantes. La idea siempre fue que quienes resultaron electos, asuman a sus cargos.

 

El rechazo a las “candidaturas testigo” fue un sello del macrismo para marcar una posición contraria al kirchnerismo. Ocurrió en 2009, cuando Gabriela Michetti renunció a la vicejefatura de gobierno porteño para presentarse como candidata a diputada nacional.

Sin embargo, ante la falta de fi-guras que se planten en las primeras líneas, el PRO debió romper sus propias reglas, aunque fuera sólo un poco.

Los cambios fueron muchos, en su mayoría en la Cámara baja, donde el partido amarillo se vio obligado a renegociar la presidencia del bloque que finalmente quedó en manos de Nicolás Massot, cercano a Emilio Monzó, nuevo titular de Diputados.

 

Sólo Patricia Bullrich no ocupará la banca para la que resultó electa el 25 de octubre luego de la sorpresiva desig-nación como ministra de Seguridad. En su lugar, asumirá Anabella Hers Cabral, quien ocupó el puesto 7 en la lista de candidatos. La ahora diputada nacional se desempeñó como se-cretaria Judicial de Políticas Penitenciarias del ministerio Público Fiscal de la Ciudad y formó parte del Jurado de Enjuiciamiento porteño. Responde a un aliado del PRO, Jorge Rizzo, titular del Colegio Público de Abogados de la Capital.

El resto de los diputados que migró a dependencias del Ejecutivo fue electo en 2013, por lo que debió renunciar a mitad de mandato. Se trata de Sergio Bregman, nombrado mi-nistro de Ambiente de la Nación; Federico Sturzenneger, a cargo del Banco Central; Jorge Triaca, nuevo ministro de Trabajo; y Silvia Majdalani, designada en la Agencia Federal de Inteligencia. También se sumaría a la lista Laura Alonso quien estará al frente de la Oficina de Anticorrupción, siempre y cuando Mauricio Macri logre modificar el decreto que estipula como requisito que su director sea abogado. Alonso es licenciada en Ciencias Políticas.

En lugar de los diputados salientes asumieron José Luis Patiño, consultor en comunicación y asesor de Patricia Bullrich; Lidia Saya, ex legisladora y defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad; Eduardo Conesa, dirigente del Partido Demócrata y cercano a la flamante ministra de Seguridad; y Alicia Besada, ex integrante de la Junta Comunal N° 6 (Caballito). Por último, también estaría en condiciones de sumarse al Congreso María Paula Lopardo, actual miembro de la Junta Comunal N° 2 (Recoleta). Todo depende del futuro de Alonso y su posibilidad de asumir al frente de la OA.

En la Cámara de Senadores son tan sólo dos los representantes de la Ciudad que migraron a las grandes ligas. Se trata de Gabriela Michetti y Diego Santilli, vicepresidenta y vicejefe de gobierno porteño, respectivamente. Como es de público conocimiento, Federico Pinedo reemplaza a Michetti en el Senado, tras cumplir su mandato en la Cámara baja. En tanto, en lugar de Santilli ingresó Marta Varela, quien fue diputada porteña entre 2005 y 2013.

Nivel local

La Ciudad no quedó exenta de los grandes cambios que se avecinan. La mayor parte de los funcionarios que ocupan altos cargos en el Gabinete nacional y provincial tienen origen porteño y, muchos de ellos, provienen del mundillo parlamentario local. En la Legislatura renunciaron a sus bancas seis diputados en total. Cinco asumieron en 2013: Federico Salvai, quien está al frente del ministerio de Gobierno bonaerense; Karina Spalla, designada al frente de la Corporación Buenos Aires Sur; Helio Rebot, quien pasará a ocupar un cargo en la secretaría Administrativa del Congreso nacional; y Jorge Taiana, electo Parlamentario del Mercosur a nivel nacional. Completa la lista Marcelo Ramal, cuyo caso corresponde estrictamente al acuerdo por la banca rotativa del Frente de Izquierda. En su lugar, asumió Patricio del Corro (PTS). A pesar de haber presentado su dimisión, Ramal no se despidió de la Legislatura, ya que asumió a la banca conquistada por el partido en las elecciones del 5 de julio, cuyo mandato vence en 2019.

 

En esta línea, juraron en reemplazo de los salientes Natalia Persini, ex integrante de la Junta Comunal N° 2 e hija de la esposa de Fernando Niembro; Esteban Penayo, del Partido Demócrata Progresista; Benigno Raposo Varela, arquitecto alineado a Bullrich; y María Magdalena Tiesso, militante del kirchnerismo que ocupó la vacante de Taiana. Completa la nómina el pinedista Christian Bauab, número 16 en la lista de legisladores porteños, quien logró asumir su banca ante la renuncia de Iván Kerr al Poder Ejecutivo, lo que habilitó la disponibilidad que meses atrás no se vislumbraba en medio de las negociaciones por la Auditoría.

En el juego de las bancas claramente ganó el PRO. Logró acomodar a los exponentes en espacios clave y consi-guió ocupar las vacantes en el Congreso y en la Legislatura, aunque con nombres poco conocidos. Casi no resignó los cargos electos en este 2015 y, en dos años, tendrá la posibilidad de volver a ubicar a sus exponentes.