Mariú matancera

María Eugenia Vidal hace campaña en silencio. Fuera de la fecha legal de inicio de la campaña electoral -que en la provincia de Buenos Aires recién se inicia el domingo 22 de este mes-, la gobernadora hace recorridas y visitas, desde hogares hasta hospitales y hasta con una escala en algún bar o restorán bonaerense. Pero el dato que pasó desapercibido (para algunos) es que este martes, Vidal pisó el distrito de La Matanza.donde fue a un hospital local y después, encabezó una reunión con la militancia junto al ministro de Educación nacional Alejandro Finocchiaro, el candidato de Juntos por el Cambio a intendente de ese distrito. Pero esta no fue una visita más sino que, tanto en la Casa Rosada como en la sede gubernamental de La Plata, fue vista como un abierto desafío a Marcos Peña.

De Andres, Larreta, Vidal, Salvai y Peña, en La Brigada

Es que los fieles al jefe de Gabinete nacional aconsejan no pisar aquellos lugares donde no hay chances y poner foco en los lugares “ganables” o “recuperables”. Esa recomendación sucedió en un encuentro encabezado por los responsables de la campaña nacional que orienta Peña -en el búnker del PRO de la calle Balcarce- con Federico Morales (cerebro en lo electoral del peñismo) más Lucía Abboud y Hernán Iglesias Illia, funcionarios con acceso al jefe de Gabinete y al propio presidente Mauricio Macri. La sugerencia de Morales fue “no ir a lugares como La Matanza” y allí saltó el jefe de campaña de Finocchiaro: “¿Cómo no vamos a ir a Matanza? ¿no vamos a pelear en el distrito más populoso, además de que el candidato a intendente es un ministro nacional?”, se sulfuró Manuel Vidal, quien no tiene lazo familiar con la gobernadora. La riña llegó a oídos de la mandataria bonaerense, quien -en el inicio del camino de cara a la elección general del 27 de octubre- pisó la tierra de Magario y Espinoza, mostrándose desafiante del marco nacional de la Rosada.

De todos modos, la pelea no solo se da en las reuniones intermedias sino también en el más alto nivel. A varios llamó la atención que no se difundieran más fotos de las reuniones de mesa de acción política de Juntos por el Cambio, cuando hasta hace tres semanas, se hacía llegar a las redacciones la imagen sonriente -alrededor de una misma mesa- de Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, Fernando De Andreis, Diego Santilli, Federico Salvai y la gobernadora Vidal.

"El Grupo de los 6" fue a almorzar a una parrilla en Olivos.

Pero lo que no circuló hasta ahora es la intención del mismísimo presidente Mauricio Macri de acercar posiciones entre su jefe de Gabinete y la mandataria bonaerense. Macri habló del tema con Carolina Stanley (ministra de su elenco y esposa de Salvai, el jefe de Gabinete de Vidal), lo conversó con Cristian Ritondo (ministro de Seguridad provincial y peronista eterno del PRO) y hasta con Hernán Lacunza, el flamante ministro de Economía que llegó hasta esa silla nacional por impulso de Vidal y Larreta. Pero todas esas gestiones encontraron a una Vidal enojada con Peña, por su responsabilidad al frente de la campaña oficialista y que tuvo, como primera perjudicada, a la gobernadora que perdió las PASO bonaerenses con un porcentaje (según los votos válidos, esto es con los votos blancos incluidos) de 49,34% contra 32,56%.

Amigos otra vez

Pero el enojo de Vidal no es con todos en la Rosada, pues en el último tiempo, recuperó su relación con Rogelio Frigerio, el ministro del Interior con quien supo estar distanciada. No solo recuperó el vínculo con el economista sino hasta lo propuso para reemplazar a Marcos Peña en la Jefatura de Gabinete nacional, tras las PASO del 11 de agosto. El dato -conocido obviamente por Macri y Peña- no impidió que Mauricio Macri intente acercar al “Chief Cabinet” nacional con la mandataria provincial.

La primera foto de Macri con Lacunza. Del encuentro participan Sandleris, Larreta, Vidal, Peña, Frigerio y Sica.

A la cancha

Otro dato que erizará a los artífices peñistas de la campaña es que Vidal pergeña un cierre de su campaña bonaerense a la vieja usanza: será un acto en un estadio de fútbol, en un estilo claramente alejado de los escenarios en 360° que patentó la desusada marca Cambiemos. Cuántos disgustos...