El despegue de Larreta

El despegue de Larreta

Ambos tienen el mismo tiempo de gestión: poco más de 14 meses: Mauricio Macri, en Nación, y Horacio Rodríguez Larreta, en la Ciudad. Las elecciones legislativas de octubre serán el termómetro que indicará no sólo la aprobación de lo realizado en sus respectivos man-datos, sino también el posicionamiento político personal de cara a futuras aspiraciones. […]

Ambos tienen el mismo tiempo de gestión: poco más de 14 meses: Mauricio Macri, en Nación, y Horacio Rodríguez Larreta, en la Ciudad. Las elecciones legislativas de octubre serán el termómetro que indicará no sólo la aprobación de lo realizado en sus respectivos man-datos, sino también el posicionamiento político personal de cara a futuras aspiraciones.

El Presidente sintió el impacto del descontento de la sociedad por la recesión de la economía, la suba de las tarifas de los servicios públicos, los casos de corrupción como Panama Papers, las supuestas coimas de Odebrecht y la reciente quita de deuda al Correo argentino, propiedad de la familia Macri, entre otras denuncias. Ante un panorama, cuanto menos, complicado, Larreta busca despegarse de la figura del Presidente y posicionarse como un referente con luz propia dentro de Cambiemos.

Después de los flashes y declaraciones periodísticas, donde se guardan las formas para mostrar la unidad del espacio, emergen las diferencias entre Nación y Ciudad porque, pese a que no suelen salir a la luz, y navegan con gran hermetismo, existen.

Un caso emblemático es el que se refiere a la quita de habilitaciones a los prostíbulos de la esfera porteña. En su momento, Macri había bajado la orden de que no se aprobara ese proyecto, que estuvo cajoneado por dos años, y cuya autoría fue del legislador de Bien Común, Gustavo Vera. Pero Larreta ofició por cuenta propia. Después de un viaje a Roma junto a su esposa, en el que mantuvo una reunión con el papa Francisco, el mandamás de la Capital Federal alzó el pulgar sin el aval del Presidente. Los legisladores porteños captaron la consigna y, con el apoyo del peronismo, se otorgó el visto bueno para terminar con las habilitaciones de todo comercio que encubriera explotación sexual. “Por este proyecto, Macri había dado la orden de no hacerlo”, dijeron fuentes calificadas a Qué, y añadieron: “Ricardo Gómez Centurión también se oponía cuando era titular de la Agencia Gubernamental de Control. Pro Larreta dio la orden, Carmen Polledo lo canalizó y todo el bloque del PRO votó el proyecto en cuestión”.

Otro ítem a tener en cuenta yace en la designación de Marcelo D´Alessandro como secretario de Seguridad de la Ciudad, es decir, el segundo del ministro Martín Ocampo, hombre del entorno del presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici. D´Alessandro, alfil del massismo, se desempeñó como diputado nacional por el Frente Renovador en 2013. “En ese punto, se deduce un posible acuerdo de Larreta con el massismo, hecho que provocó críticas de una parte del macrismo”, deslizaron a este medio.

La relación de ambos mandatarios con el Papa es otro punto de diferencia. “Con Larreta es mucho más cordial”, indicaron, y agregaron que, con el Jefe de Gobierno, Francisco “tiene otra actitud, similar al buen vínculo que tienen con el Santo Padre otros miembros del PRO, como María Eugenia Vidal, Federico Pinedo y Esteban Bullrich, entre otros”. ¿Las razones? Para los que se inmiscuyen en la agenda papal, se debe a que “Larreta cuenta con una base peronista y, además, tiene excelente relación con todas las iglesias, en especial con los evangélicos. Y a diferencia de personas fuertes del macrismo, como Jaime Durán Barba o Marcos Peña, no lo ve al Papa como un enemigo”.

En el seno del Gobierno porteño pretenden bajar decibeles y desestimaron que se busque un despegue de la gestión nacional. “No me parece, es todo una misma gestión”, se limitaron a decir desde un área gubernamental. “En la Ciudad, Mauricio dejó la vara muy alta. Y todo lo que se hizo durante un año fue un montón. Además, es sabido que la Ciudad tiene menos líos que la Nación”, comentaron desde otro despacho.

La consigna, claro, no halla su repetición en las voces opositoras. En el Frente para la Victoria, por caso, sostienen que hay una estrategia clara de despegar a Ciudad de Nación. “De cara al proceso electoral, el principal enemigo de Larreta no es otro que Macri. No hay dudas”, indicó un dirigente que pisa fuerte en el kirchnerismo, y agregó que “la estrategia es tomar distancia, porque por algo nunca lo ves a Larreta hablando de temas nacionales, como ajuste, inflación y demás”.

Por su parte, los especialistas también dieron su punto de vista. Uno de los que entablaron diálogo con Qué fue el consultor Carlos Germano, que divisa un “equipo sólido” en el seno del PRO: “Hay un jefe, Macri, y después hay dos que son importantes, como Vidal y Larreta. Los dos tienen un trabajo muy coordinado con el Gobierno nacional”, opinó. Por su parte, el politólogo Rosendo Fraga sostuvo que “Rodríguez Larreta se sumará a la estrategia nacional del PRO”. La misma “implica polarizar la elección en torno a las figuras de Macri y Vidal. Ambos tienen mejor imagen que él”, completó Fraga.

 

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