Cristina bendijo a Recalde y calmó la interna Scioli-Randazzo

Cristina bendijo a Recalde y calmó la interna Scioli-Randazzo

La Presidenta presentó el último avión de Aerolíneas y respaldó a su candidato a Jefe de Gobierno porteño. La flanquearon los dos presidenciables tras 48 horas de fuego cruzado

Diario de la Guerra de presidenciales K. Día 2: el primer bombardeo sciolista se produjo apenas llegó el alba. Cayeron cables de Wikileaks sobre la trinchera randazzista. La tropa ferroviaria contraatacó con munición de similar calibre del día anterior. Desde el Congreso, la diputada ultra K Diana Conti flanqueó al batallón naranja, al oponerse al proyecto de ley del (¿reconvertido?) Martín Insaurralde, promocionado por el ex motonauta, contra los barrabravas. A las 18 ambas trincheras firmaron un momentáneo cese al fuego para compartir juntos, Daniel Scioli y Florencio Randazzo, el acto presidencial que, gracias al clima que lo suspendió la semana pasada antes del cierre de listas porteño, ayudó a que se convirtiera en el virtual lanzamiento de la candidatura a jefe de Gobierno del titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde. 

Cristina Fernández de Kirchner bajó por la escalera del nuevo Airbus A-330/200 que acababa de recorrer. Sobre la pista del aeropuerto de Ezeiza, hasta llegar al escenario, fue escoltada por el gobernador porteño y el ministro de Transporte e Interior. No intercambiaron palabra. Tampoco en la mesa durante el evento: Scioli estaba en la punta derecha de la mandataria y Randazzo a su izquierda. Gestos electorales en medio de la caldeada interna.

El acto no sólo dejó gestos. La Jefa de Estado hizo una fuerte defensa de su hijo Máximo Kirchner, mientras en Comodoro Py se especula con una posible citación por la causa Hotesur. "En lugar de estas cosas te ocupaste de agrupar jóvenes, muchas veces sacándolos de la droga para incorporarlos a la política‘, afirmó, al contrastar al líder de La Cámpora con otro primogénito presidencial, Antonio De La Rúa, foco de los medios en su época por su noviazgo con Shakira. 

"Estaba mirando tu tuit, Daniel", le mencionó al pasar la Jefa de Estado al mandatario provincial, destacando su paso por Tres de Febrero. Festejó la tropa naranja, herida por las últimas escaramuzas y por tener que ver a su líder ninguneado en recientes alocuciones presidenciales, como la del 1M. A los minutos, aplaudió la otra trinchera, cuando Cristina Kirchner le reconoció "lo que está haciendo con los trenes". Y al final retomaron las armas. "Muchas veces hay que decir que no, tener coraje y no agachar la cabeza antes los poderes", filosofó la mandataria. El randazzismo twittero lo decodificó como un nuevo mensaje al gobernador. La sentencia venía a colación de una autodefensa presidencial. "Estoy dispuesta a recibir insultos si con eso contribuyo a dejarle a mis nietos un país mejor que el recibimos en 2003". 

La batalla 2.0, luego de choques entre las segundas líneas de ambos bandos, comenzó ayer temprano, con un tuit del jefe de Gabinete provincial. "Leyendo el libro Argenleaks de Santiago O’ Donnell encontré el doble discurso de Randazzo. El mismo doble discurso que tiene con el grupo Clarín. Por un lado mantiene reuniones en secreto pidiendo que lo cuiden. En público los critica", le enrostró un cable de la embajada norteamericana Alberto Pérez, que suele jactarse que "el sciolismo somos Daniel y yo". 

"Decir que Florencio se cuelga de las polleras de Cristina es sexista y machista", replicó su equivalente en el ministerio randazzista, Aníbal Pittelli. Su batallón recicló viejas fotos de la relación de Scioli con el multimedios. Pública indignación con privado festejo de los ferroviarios por haber metido finalmente en el barro a un sciolismo que hasta anteayer los ninguneaba como contrincantes: "Tienen miedo".

"Comenzó la campaña", argumentan en La Plata, donde descifran sus ataques a su archienemigo como un mensaje al secretario de Legal y Técnica, Carlos "Chino" Zannini, al que ven detrás de la estrategia ultra K. Pero también a la propia Cristina Kirchner, de quien esperan una mediación para bajar los decibeles de la pelea. "Cuando Daniel corría en motonáutica nunca le hubiese tirado la lancha encima a un compañero o rival para gana", recriminó ayer Nicolás Scioli, usando una frase textual de su hermano mayor.

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