Cómo puede quedar la Legislatura

Cómo puede quedar la Legislatura

Con los votos de las PASO, el PRO alcanza 29 bancas y está a dos de tener la mayoría en la Legislatura. El FpV retrocede y puede perder cuatro escaños. ECO crece y se puede consolidar como segunda fuerza. Los espacios minoritarios pierden representación.

Si el mismo resultado de las Primarias se repitiera en las elecciones generales, el PRO no sólo revalidar su primacía en la Legislatura, sino que además se ubica a sólo dos bancas de alcanzar la mayoría parlamentaria, un objetivo que la ola amarilla buscará en el resto de la campaña para que deje de ser tan sólo una aspiración.

La falta de quórum propio obligó al macrismo desde que está en el poder a realizar reiterados acuerdos con la oposición, en especial con el kirchnerismo, hasta hoy la segunda fuerza legislativa con 17 bancas que representan la diversidad del espacio en un amplio interbloque.

Pero así como el PRO se arrima a su objetivo, el kirchnerismo cede poder. Energía Ciudadana Organizada (ECO), el frente que catapultó como candidato al economista Martín Lousteau, pasa con estos votos a ser la segunda fuerza con 14 escaños y relega al interbloque K al tercer lugar con 13.

En concreto, el PRO totaliza 29 bancas, una más de las que tiene en la actualidad, mientras que ECO supera de manera holgada su actual composición de 9 escaños. En tanto, el kirchnerismo, más golpeado, pierde con este mismo escenario 4.

Sin embargo, este bosquejo puede cambiar en dos meses, cuando muchos analistas coinciden en señalar sobre la base de un probable balotaje, que el 5 de julio la elección se polarice con la segunda fuerza y eso puede implicar la obtención o la pérdida de una banca.

De cualquier modo, el desafío para el Frente para la Victoria es mayúsculo. El titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, debe pelear por garantizar que su espacio no quede en tercer lugar, como ya pasó en 2013, cuando el armado UNEN se coló y se ubicó detrás del PRO.

ECO se despegó en el nivel de votos respecto del FpV (22,26% contra el 18,73%), aunque la diferencia que generó en las Primarias redunda en una sola banca, por lo que será vital la caza de votos a la que cada uno se proyecte en las próximas semanas.

Con estos votos, la Legislatura dejará a partir de diciembre un mosaico distinto en el que, a diferencia de las elecciones anteriores, los espacios minoritarios no tendrán lugar. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y el partido Autodeterminación y Libertad -dirigido por Luis Zamora- que pasaron el piso de las PASO no logran con este caudal electoral colar un diputado.

Así, salvo que haya una diferencia de votos en las generales, habrá cuatro monobloques el del Frente Renovador (Javier Gentilini), Confianza Pública Democrática (de la ex socia de Graciela Ocaña, Cristina García), el de Bien Común (Gustavo Vera), y el del FIT (Marcelo Ramal).

Aunque se prevé un parlamento dominado por tres grandes bloques, el escenario actual marca que tanto el kirchnerismo como ECO mantendrán un acuerdo de interbloques, que representa la expresión de las distintas vertientes o partidos internos.

No es menor reseñar que con el triunfo de Horacio Rodríguez Larreta se abre una nueva etapa. Hay dos diputados actuales que pueden sobresalir como autoridades. La cabeza de lista, Francisco Quintana, hoy hombre de con-fianza del jefe de Gabinete, suena para ocupar la presidencia del bloque.

En tanto, Carmen Polledo, que ocupa hoy ese lugar, dicen que se posiciona bien para ocupar la vicepresidencia primera, el cargo que hoy ostenta Cristian Ritondo y con el que se manejan todos los hilos de la Legislatura.

 

Cuestión de Poder

 

La cantidad de votos de las tres principales fuerzas dejó otras lecturas si se tiene en cuenta el nivel de poder que se jugó al momento de cerrar las listas. Gabriela Michetti puede, al fin y al cabo, consolarse con el ingreso de dos legisladores de su entorno.

A la ex radical Silvana Giúdici, se le suma el licenciado en Comercio Internacional, Christian Bauab, hombre del diputado Federico Pinedo que ocupaba el puesto 16 de la nómina de legisladores encabezada por Francisco Quintana y que compartían la senadora y Horacio Rodríguez Larreta. Es un trago dulce en medio de la derrota que tuvo que afrontar la dama macrista.

Por otro lado, dentro de ECO, Graciela Ocaña puede esbozar una sonrisa, pese a la previsible derrota frente al economista. De los siete diputados que hoy pueden ingresar por ese espacio, dos le responden directamente y sumarían para el monobloque de Confianza Pública que conduce.

Se trata de Diego García Vilas, abogado y su jefe de campaña, y del también letrado Marcelo Depierro, quien trabajó como su apoderado en los comicios. Ambos integraron su boleta en 2013, pero no alcanzó el nivel de votos para que ingresaran a la Legislatura. Esta vez tienen serias chances de tomarse revancha y poder asumir como diputados.

La ex ministra K de Salud es la más beneficiada de la convergencia junto al radicalismo que obtiene otros dos escaños propios dentro del bloque SUMA +, que, por cierto, preside. Ahora, pueden sumarse María Patricia Vischi -mujer del histórico dirigente de la Comuna 4 Víctor Hugo Salazar- y Marcelo Guouman, funcionario de la Universidad de Buenos Aires y de la agrupación radical La Cantera.

En tanto, en el Frente para la Victoria, el precandidato de la Casa Rosada no le dejó nada al resto de las listas. Tiempo atrás, se acordó que para colar un candidato a legislador las se debía alcanzar al menos el 25% de los votos dentro de la interna.

La única que superó ese piso -con un 79,79%- es la encabezada por Carlos Tomada, quecompartió con la sa-bbatellista Gabriela Cerruti y el titular de FORJA, Gustavo López.

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