Yeza: "Pongo las manos en el fuego por Vidal”

Yeza:

Mano a mano en la arena con el intendente de Pinamar, que reivindica el espíritu 2015 de la alianza. Interna para la sucesión, liderazgos y Gestapo-gate. 

 

Martín Yeza recibe a Letra P en uno de los paradores céntricos de esta ciudad. Es sábado al mediodía y Pinamar está explotado de turistas. El intendente frena a cada paso. Cuenta que le destacan el crecimiento del balnerario y detalla porcentajes de construcción y cantidad de plazas de alojamiento. Habla fuerte, gesticula con sus manos y excepcionalmente se conforma con dar una explicación sencilla al responder. Dice que está preparado para abandonar la gestión municipal y repite que en 2023 no competirá por el cargo. Quiere irse al sector privado y, si bien descarta una candidatura legislativa, manifiesta que acompañaría en el Ejecutivo si algún candidato a gobernador o a presidente lo convocara.

"En 2023 debemos ser más Cambiemos que Juntos”, plantea y explica: “Es la pulsión de transformación” que en 2015 unió a distintas fuerzas políticas. “Se pueden hacer las cosas de forma diferente. Hacia 2023 hay recuperar la esencia de Cambiemos atravesados por la experiencia de las cosas que no funcionaron”, señala.

 

Sobre la mesa judicial del PRO, no duda en defender a María Eugenia Vidal. “Pongo las manos en el fuego por ella”, lanza y sostiene que, “si existió algo así”, la exgobernadora “no tiene nada que ver”.

-¿Cómo está la temporada?

 

-Explotada. Con 100% de ocupación.

 

-¿Le preocupa el incremento de contagios en la costa?

 

-Nos preocupa y lo estamos trabajando con la provincia de Buenos Aires. Lo bueno es que el nivel de internación es muy bajo y que la gente se sigue vacunando.

-¿Implementó el pase sanitario?

 

-Lo escribieron (al decreto) el 20 de diciembre para que entrara en vigencia el 21. Nos tomamos unos días para ver de qué manera lo implementábamos.

 

-¿Cómo es la relación con el gobernador?

 

-Me gustaría que fuera mejor

 

-¿No hay contacto?¿No se entienden?

 

-En general, la comunicación siempre parte de la desconfianza porque creen que uno es el enemigo, pero en mi caso siempre tengo la mejor y me encantaría que la relación fuera mejor.

 

-¿Cambió en algo el vínculo con las modificaciones que hubo en el gabinete?

 

-Solicité una reunión que todavía no pude tener. Sí tuve una muy buena reunión con Cristina Álvarez Rodríguez, pero no pudimos continuar la conversación porque entiendo que tuvo un problema de salud. Espero que la llegada de un intendente a la jefatura de Gabinete sirva para mejorar la relación con los intendentes.

-Y a nivel local, ¿como viene el vínculo con la oposición?

 

-En seis años que llevo como intendente, el Frente de Todos nunca me acompañó en un tratamiento de tasas. Nosotros hacia el gobierno provincial tenemos una actitud que no siempre se ve en los lugares donde gobernamos.

 

-¿Y a qué se debe?

 

-Les da miedo estar de acuerdo. Es gente que en privado dice que acompaña y en público vota en contra. Es parte de un lugar en el que se fue colocando la política argentina. Personas de distintos partidos tienen miedo a estar de acuerdo.

 

-¿Esto se puede trasladar a nivel nacional con la dirigencia de Juntos por el Cambio, que no quiso acompaña el Presupuesto y recientemente no quería juntarse por la deuda?

 

-Es un problema estructural de la política argentina. Acá, en Pinamar, recibo dirigentes de todo el arco político, de los dos extremos de la grieta. Es impresionante el nivel de coincidencias de políticas que hay en lo privado y después uno prende la tele y es un show. Yo aprendí a no tener miedo a dar explicaciones a la gente.

-¿Qué balance hace de las elecciones?

 

-Tres días antes, el cálculo más optimista era que perdíamos por seis puntos. Al final ganamos con una estrategia de competencia entre Facundo Manes y el (Diego) Colo Santilli, que le puso el cuerpo a una campaña difícil porque arrancó cuestionado. Al final del camino, se logró una unidad que termina con una victoria. Hubo conclusiones positivas respecto a cuidar Juntos, pero también sobre lo que hay mejorar.

 

-Pero no fue un triunfo holgado como el de las PASO.

 

-Con el diario de lunes podríamos pensar las cosas que podríamos haber hecho mejor, pero son cosas que estamos trabajando de cara a 2023. El desafío es ser más Cambiemos que Juntos. Ser más Cambiemos es lo que nos mantiene juntos, es la pulsión de transformación por la que nos unimos un montón de fuerzas políticas que creemos en que se pueden hacer las cosas de forma diferente. Tenemos que recuperar la esencia de Cambiemos atravesados por la experiencia de las cosas que no funcionaron.

-En ese Cambiemos para el 2023, ¿quienes son los líderes?

 

-Crecí en edad a la par del crecimiento de Cambiemos. Hoy conviven tres generaciones políticas. Probablemente surja una cuarta de acá a 2023. Los liderazgos surgirán de manera civilizada, pero hay cosas por mejorar antes de 2023.

 

-¿Qué?

 

-Cómo normalizar la economía y empezar a enderezar la educación son discusiones que debemos tener.

 

-Usted había expresado estar en contra de las reelecciones. ¿Le molestó, como a Vidal, que se volviera sobre ese tema, incluso con el respaldo de dirigentes de Juntos?

 

-No, pero me preocupa que entre 2023 y 2027 se vuelva sobre el tema. 

 

-¿Quién será el candidato en Pinamar en 2023?

 

-Siempre que se habla de alternancia democrática, lo primero que surge es a quién uno va a dejar. Eso no es alternancia democrática. Acá habrá primarias y yo acompañaré a quien las gane.

 

-¿No hay nada que lo entusiasme para competir nuevamente por el municipio?

 

-Estoy totalmente convencido (de no hacerlo). Es totalmente ideológico. Creo en la alternancia en el poder. 

 

-¿Y que tiene en agenda para 2023?

 

-No me voy de la política, porque la amo. Me encantaría trabajar en la industria del conocimiento, en el sector privado. Me gustaría trabajar en una fintech estilo Ualá, por ejemplo.

-¿No se ve en un cargo legislativo?

 

-No. Hay un montón de gente a la que le gustaría ocupar lugares como esos y que trabaja para hacerlo. Seré parte de Juntos para que ganemos en Pinamar y, si algún candidato a gobernador o a presidente que cree que vale la pena que yo le dé una mano, voy a estar porque soy gauchito.

 

-Se proyecta a Santilli como candidato a gobernador, pero otros intendentes plantearon que fuera uno de ellos. ¿Lo comparte?

 

-Si es un intendente, si es Facundo Manes, Cristian Ritondo, el Colo Santilli... no sé. Lo más importante es que quien sea candidato represente más el cambio que Juntos, porque Juntos alcanza para ganar elecciones, pero para transformar el territorio se requiere más Cambiemos. 

-¿Vidal tenía una mesa judicial para perseguir sindicalistas?

 

-Pongo las manos en fuego por Maria Eugenia. Si existió algo así, ella no tiene nada que ver. La expresión que utiliza el exministro (Marcelo Villegas) es desafortunada. Yo estuve en un montón de reuniones políticas y a veces hay una parte que es muy fantasiosa. Hay gente que se sienta y dice cualquier cosa, pero lo importante es qué pasa y qué no.

 

-En este caso no lo dijo cualquiera, sino un ministro en presencia de un intendente, empresarios, miembros de la AFI...

 

-La ley penal no juzga intenciones mentales, sino hechos concretos. Lo que vimos es una mesa con gente conversando. Habrá que ver que pasó a propósito de eso o si no hubo nada. A Julio (Garro, intendente de La Plata) lo conozco. Él tuvo muchos problemas en La Plata porque muchos empresarios fueron apretados. Eso sí es un hecho de la realidad. Si me hubiese pasado como intendente y me invitaban a una reunión donde me querían comentar que están preocupados porque hay un sindicato que los aprieta, de mínima los hubiera escuchado.

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