En el oficialismo vinculan el proyecto de Guillermo Lipera con el conflicto entre la "nueva" Unión Industrial Argentina (UIA) y la Casa Rosada. En Tribunales creen que los grandes estudios de abogados y las empresas ven débil al Gobierno y por eso avanzan con la iniciativa.

El miércoles representantes de la AmCham (Cámara de Comercio de EEUU), Idea y el Colegio de Abogados presentaron un proyecto que buscaba hacer más eficiente a la Justicia, acortar plazos de pleitos pero también para intervenir en el Consejo de la Magistratura.

Esas organizaciones, que representan el "poder real" de la Argentina, buscan licuar el peso de los representantes del gobierno en el organismo encargado de designar y remover a los jueces. En Tribunales se tomaron la presentación con algo de ironía y destacaron que la mayor parte de las propuestas ya están plasmadas en diferentes leyes.

En una charla convocada por la AmCham, Idea y el colegio de Abogados de la calle Montevideo estuvieron presentes los principales estudios de la Argentina que cuentan entre sus clientes a las mayores empresas del país.

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Allí Cecilia Mairal de Marval, O'Farrell & Mairal reclamó que la Corte vuelva a manejar el presupuesto de la Justicia y pidió una composición "equilibrada" del Consejo de la Magistratura.

Lo mismo hicieron Máximo Fonrouge, ex titular del Colegio de Abogados y Guillermo Lipera, secretario de Idea y uno de los predecesores de Fonrouge en la institución de la calle Montevideo.

Lipera aseguró que los jueces deberían "autorregularse" y también adhirió al regreso de la Corte al Consejo de la Magistratura. Entre las propuestas que destacó hubo una referida a que no sean los propios diputados los que formen parte del Consejo sino que designen representantes.

La intención de los grandes estudios sería volver a digitar los nombramientos de los jueces tal como ocurría hace no tantos años en la Argentina.

En Tribunales cayeron mal algunas de las propuestas, pero sobre todo que esas iniciativas no hayan sido previamente coordinadas con los magistrados. "Presentan proyectos sin hablar con jueces, ni camaristas ni con nadie de la Corte, así no funciona", dijeron a LPO.

Reconocen a Lipera como alguien con oficio y picardía, pero al mismo tiempo lo comparan con Alberto Beraldi, que encabezó una comisión para reformar la justicia que está a la deriva con altas posibilidades de naufragar tras varios meses de trabajo. "Es el hermano cheto de Beraldi", bromearon y aseguran que en los chats tribunalicios hablan de la "Comisión Lipera".

La llave la tiene la Corte, que debe decidir sobre una denuncia contra los cambios en el Consejo que habilitó Néstor Kirchner en 2006 y que modificaron la composición del organismo. Los miembros pasaron de 20 a 13, pero sobre todo sacaron el sillón que estaba reservado para la Corte.

Tras sentencias de inconstitucionalidad de los tribunales inferiores, los cortesanos prefieren mantenerse alejados del expediente. El último que los visitó fue Marcos Peña, que cuando era jefe de gabinete, pidió no expedirse.

El ex funcionario estrella del macrismo les transmitió a los miembros de la Corte que la "política" estaba cerca de llegar a un acuerdo con la composición del Consejo y en el Palacio de Tribunales decidieron que lo mejor era no avanzar sobre el tema, una postura que se mantiene a pesar del paso de los años.

A pesar de su enemistad con Daniel Angelici, Lipera es muy cercano a Macri y desde el kirchnerismo creen que la aparición del proyecto tiene relación con la interna de la UIA y el gobierno. La UIA es uno de los pilares de Idea y Lipera uno de sus directores.

La conducción de la Unión Industrial pasó, por intervención Techint, de un moderado como Miguel Acevedo a un lobbista más extremo como Daniel Funes de Rioja a quien en el oficialismo ven como la encarnación empresaria de Patricia Bullrich.