Scioli se endurece: “El Estado debe estar dispuesto a todo”

Scioli se endurece: “El Estado debe estar dispuesto a todo”
Lo dijo durante la asunción de Granados como ministro de Seguridad bonaerense. El gobernador lo elogió por su “firmeza, carácter y determinación”. Y agradeció también el “apoyo” de la Presidenta.
Apremiado por la necesidad de retener sufragios en octubre, Daniel Scioli procura instalarse como garante de la seguridad en la Provincia y advierte que “el estado debe estar dispuesto a todo” para enfrentar la delincuencia. Para esa tarea, “por su carácter, firmeza y personalidad”, asumió como ministro Alejandro Granados. Además agradeció por su “apoyo” a la Presidenta “que respondió a nuestro pedido de reforzar la prevención con fuerzas federales en el Gran Buenos Aires”.

A 43 días de las legislativas, el acto de la Gobernación revela un intento de Scioli de responder con gestos a la mayor demanda de la sociedad bonaerense. Además, responde a la estrategia asociativa con los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires para sostener su gestión y eventual proyecto presidencial, aún después del 27 de octubre.

Granados está a cargo de la comuna de Ezeiza desde su creación (1995) e integra e l staff permanente de caudillos partidarios de la tercera sección electoral, en el sur del GBA. Allí, en las PASO, el kirchnerismo obtuvo 5% más de votos que el Frente Renovador de Sergio Massa.

Ayer, en el Salón Dorado había varios jefes comunales, entre ellos Julio Pereyra, de Florencio Varela.

También el candidato a diputado nacional Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, el primero en aplaudir cierta narrativa del crimen a cargo del gobernador: “Nos estamos enfrentando a delincuentes que están dispuestos a todo, cuando disparan a una mujer embarazada, cuando matan a un hombre que se tiró al piso”, dijo Scioli. Un minuto antes había tomado juramento a Granados y al ministro reemplazado, Ricardo Casal, que pasó a Justicia. Por la celeridad del trámite, Scioli agradeció a los bloques parlamentarios “con alguna excepción ”, por el Frente Renovador de Sergio Massa que abandonó el recinto en la sesión del Senado.

El massismo mantiene una porfía parlamentaria con el gobierno provincial por la creación de la Policía Municipal, con respaldo de los jefes comunales de distritos del norte del Gran Buenos Aires.

Scioli no parece dispuesto a conceder ese protagonismo. Por eso ponderó la labor de los municipios: “No tengan duda que (Granados) es un par de ustedes, un hombre que conoce las necesidades de cada barrio a partir de su propia experiencia personal, que ha logrado en Ezeiza los índices más bajos de inseguridad”, fue el mensaje a los intendentes.

Hasta el diputado Carlos Kunkel levantó un aplausito.

Más robusta resultó la aprobación del secretario de Seguridad, Sergio Berni y del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Casi como un abstracción en medio del bullicio, el presidente de la AFA, Julio Grondona, permaneció quieto arropado a un poncho.

“Eso mismo (por los resultados en Ezeiza) quiero ahora en la Provincia”, comprometió el gobernador al flamante funcionario.

Casi como una descarga, después de las lisonjas, Granados bajó del estrado para el beso con su esposa, la diputada Isabel “Dulce” Visconti.

“Disculpame Dulce por el baile en el que los metí”, diría Scioli casi en simultáneo. Altri tempi cuando la legisladora bailaba zamba con el presidente Carlos Menem en “El Mangrullo”, el restaurante familiar.

Esta danza es más compleja. No obstante, según Scioli, el “carácter” del ministro aportará lo suyo.

A solas, ambos deberán resolver esta antinomia: Scioli reiteró ayer su actitud por “el desarme” de la sociedad. Un día antes, en presencia de los Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, insistió con la prédica.

No hay una mitad de camino entre esas políticas de estado.

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