Schiaretti pidió el voto en el pago chico de Caserio

Schiaretti pidió el voto en el pago chico de Caserio

En departamento de origen del senador, que venía de acusarlo de ensuciar la campaña, Schiaretti pidió llevar la propuesta de HpC “casa por casa”, resaltó “el valor de la palabra empeñada” y habló de autonomía por oposición a la “disciplina partidaria”. En el sprint final, el foco se desplaza de “ellas” a “él”.

El gobernador, junto a Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, pasó por Carlos Paz y repitió el discurso que viene llevando a los principales enclaves de la provincia, pero que tuvo una significación especial por ser pronunciado en Punilla, departamento de origen del senador nacional Carlos Caserio, desde 2019 en las filas del Frente de Todos.

Hablaron, a su turno, el intendente de Cosquín Gabriel Musso, Natalia de la Sota, primera candidata a la Cámara de Diputados, Alejandra Vigo, primera candidata al Senado, y el gobernador Juan Schiaretti, que cerró su discurso pidiendo a la militancia que lleve la propuesta de Hacemos por Córdoba “casa por casa”.

Más allá de los elementos troncales de la campaña del oficialismo provincial, que ya son por demás conocidos, como el debate por un mayor federalismo en el reparto de recursos y subsidios, la ejecución de un ambiciosos plan de obras, “el diálogo” por oposición a “la grieta” y la defensa de los distintos sectores que integran la economía local, en cada pasaje del acto hubo alguna referencia lateral al discurso sostenido por el Frente de Todos o algún intertexto con la gestión nacional.

Natalia de la Sota, que tomó la palabra tras una breve introducción de Musso, pareció dedicarle un escueto pasaje de su discurso a Caserio, que venía de denunciar actitudes “pendencieras y antidemocráticas” del oficialismo provincial tras ver vandalizada la cartelería del FdT en Punilla.

Tras una referencia a la situación sanitaria que atravesó y atraviesa la sociedad y la campaña, De la Sota destacó “Queremos ser muy respetuosos de este momento. Muy claros y concretos a la hora de decir lo que queremos hacer, y lo queremos hacer sin gritar, insultar, ni agraviar. Porque no hace falta levantar la voz cuando uno está convencido de lo que quiere decir y hacer. Demuestra que está convencido el que tiene la vocación de sentarse a hablar para encontrar acuerdos. Eso es lo que hemos hecho durante todo este tiempo. No nos ha hecho falta gritar ni agraviar a otra fuerza política ni a otro dirigente”.

Vigo también pareció responder a una declaración del senador, que recientemente apuntó que “El que no vota por este Presidente, vota por la vuelta de Macri”. En contraposición, la diputada nacional aseguró “Hay que decirle a todos los argentinos que son muy importantes estas elecciones. Y que no se elige presidente ni presidenta, gobernador ni intendente, sino los representantes de Córdoba en el Congreso”.

Luego, tras repasar los motivos por los cuales espera llegar al Senado, agregó “Quienes representan o debieran representar (a los cordobeses en la Cámara) no deberían anteponer sus intereses partidarios a los intereses de la provincia”.

Cerró el acto, como se esperaba, la palabra de Schiaretti, que además de abundar sobre los ejes recorridos antes por las candidatas, agregó “Ustedes pueden tener la certeza de que nuestra gente jamás va a votar una ley por obediencia partidaria nacional, como pueden hacer los que pertenecen a otras fuerzas políticas”

Antes, había declarado “El pueblo de Córdoba tiene un gobierno progresista que habla poco y hace mucho, y que es previsible, porque hace lo que dice, y cuando dice que va a hacer algo lo hace. En Córdoba la palara empeñada tiene valor”.

Además de buscar un contraste con el reciente escándalo de Olivos, Schiaretti habla de “progreso” y “previsibilidad”. No son palabras casuales.

Varios de los intendentes que integran las filas de Hacemos por Córdoba hablan de tres conceptos: “estabilidad”, “certeza” y “progreso”, como las líneas discursivas que deberán trabajar, asociándolos a la figura del gobernador, en un sprint final de la campaña en el que la centralidad pasaría de “ellas” hacia “él”.

Algunos, los más imaginativos, sospechan que podrían ser además los conceptos sobre los que el gobernador pudiera construir un hipotético proyecto nacional en el futuro.

 

Por Felipe Osman

 

Comentá la nota