El año en que la salud de la Presidenta se coló con fuerza en la agenda política

El año en que la salud de la Presidenta se coló con fuerza en la agenda política

La presidenta Cristina Kirchner termina el 2014 de la misma manera que lo comenzó: en reposo por prescripción médica. La agenda política de la mandataria se vio afectada en reiteradas oportunidades debido a los problemas de salud de distinta índole que sufrió Cristina.

Por caso, a fines del año pasado la Presidenta debió ser intervenida quirúrgicamente por un hematoma subdural crónico causado por un traumatismo de cráneo que había sufrido dos meses antes. En aquella oportunidad Cristina debió guardar reposo poco más de un mes por lo que la primera parte de este año estuvo alejada de la actividad oficial pública, aunque sus funcionarios admitieron que siguió siempre de muy cerca todas las cuestiones vinculadas con la gestión desde su residencia en la ciudad santacruceña de El Calafate.

En febrero le fue diagnosticado en el Hospital Austral luego de practicarle una resonancia mangnética nuclear un "cuadro compatible con una bursitis del trocánter izquierdo", una inflamación de la bolsa sinovial que amortigua el hueso puntudo de la cadera. Ante esta nueva afectación los médicos que la trataron le prescribieron tratamiento fisiokinésico y controles periódicos para constatar su evolución.

En aquella oportunidad la mandataria había efectuado la consulta a raíz de una "lumbociatalagia", síntoma conocido popularmente como "ciática", dolor de espalda baja que se produce por algún trastorno asociado con las vértebras lumbares u otros tejidos, como los músculos, los ligamentos, los nervios o los discos.

En marzo sufrió un esquince de tobillo durante su viaje al Vaticano en el que se entrevistó con el papa Francisco y luego con el presidente de Francia, François Hollande, en París. La lesión fue resultado de una torsión del tobillo izquierdo en el hotel en que se alojaba en Roma y se la pudo ver al llegar al encuentro con el Sumo Pontífice con una bota ortopédica conocida como bota "walker".

En julio se vio afectada por un cuadro de faringolaringitis aguda severa. Esta vez la Unidad Médica Presidencial le recomendó 15 días de reposo que cumplió en la residencia de Olivos. Por esta nueva afectación la mandataria debió suspender su participación en los festejos por el 9 de julio en la provincia de Tucumán acto al que habían sido invitados varios mandatarios de la región como Nicolás Maduro (Venezuela), José "Pepe" Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) para reforzar la posición argentina en medio de su disputa con los fondos buitre. Finalmente encabezó los festejos por un nuevo aniversario del día de la Independencia el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou.

En octubre la Unidad Médica Presidencial informó que Cristina padecía un cuadro de faringitis y se le recomendó guardar "reposo por 48 horas y control evolutivo".

Mientras que en noviembre pasó tres semanas guardando reposo debido auna infección y un cuadro de fiebre alta provocados por una sigmoiditis, una inflamación del colon por el cual se la prescribió tratamiento intravenoso.

Ya sobre el fin de año sufrió una fractura en su tobillo izquierdo luego de accidente doméstico que la obligó a suspender toda su agenda de enero que incluía un viaje junto a su par de Chile, Michelle Bachelet, para participar en el Vaticano junto al papa Francisco de la conmemoración del histórico acuerdo alcanzado en 1978 que puso fin al conflicto entre ambos países por el canal de Beagle y en el que el papa Juan Pablo II jugó un papel central como mediador.

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