Quién es Agustina Vila, la responsable de la vuelta a clases en la Provincia

Quién es Agustina Vila, la responsable de la vuelta a clases en la Provincia

Ocupa el cargo más importante en Cultura y Educación bonaerense, pero con un perfil bajísimo. La estrategia 2021. Diferencias con CABA y apoyo de los gremios.

La pandemia habilita cada mes una nueva discusión entre oficialismo y oposición. A la apertura de comercios, la temporada de verano y la compra de la vacuna Sputnik V, ahora se le sumó un nuevo episodio: el regreso a las clases presenciales. En la última semana, el debate escaló a tal punto que el expresidente Mauricio Macri anunció que la educación será uno de los ejes fundamentales de trabajo de la nueva fundación que lleva su nombre. El ministro Nicolás Trotta salió a cruzar las críticas a su gestión, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la ministra Soledad Acuña anunció su plan para que los estudiantes vuelvan a las aulas. El tema se convirtió en el número uno de la agenda mediática, pero hay un personaje clave que decidió no exponerse: la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila. A pesar de tener 20.000 escuelas bajo su órbita y manejar una de las áreas más sensibles, la funcionaria esquiva tanto las cámaras que parece invisible.

“No es el estilo de la ministra hablar de sí misma”, responden sus voceros a NOTICIAS. El extremo perfil bajo de Vila es una característica que repiten tanto sus amigos como sus enemigos. Cada uno hace de esta particularidad su propia interpretación: para unos se trata de una cualidad propia de quien se enfoca en su gestión, mientras que para los otros puede denotar falta de fuerza a la hora de fijar posiciones frente a, por ejemplo, los siempre aguerridos gremios docentes.

Lo cierto es que con el debate sobre la vuelta a clases más encendido que nunca, los sindicatos bonaerenses respaldan, en líneas generales, el camino definido por Vila, que combina un ciclo lectivo dual, con clases presenciales y virtuales. Aunque por lo bajo algunos referentes docentes se preguntan hasta dónde será viable la vuelta en las zonas más carenciadas, donde la infraestructura edilicia complica cualquier estrategia sanitaria, acompañaron la gestión con la firma de un protocolo.

La incertidumbre de las familias bonaerenses y la constante presencia mediática de Acuña detallando cuál iba a ser la estrategia porteña, empujaron a Vila a conceder -contra todas sus formas- algunas pocas entrevistas en medios gráficos y radiales con periodistas amigables hacia el oficialismo. Evitó meterse en el barro aunque sí marco distancia sobre Capital: “No conozco en detalle cómo piensa la Ciudad llevar adelante el plan de presencialidad plena con grupos completos cinco días de la semana. No entiendo cómo esto no colisionará con la idea de la distancia de un metro y medio”, declaró en El Destape. Cuando en FutuRock le consultaron por Macri, fue algo más dura: “Cuando uno fue gobierno y no pudo o no quiso gestionar, pero genera discursos que confunden, no ayuda para nada", dijo y enseguida volvió sobre su gestión.

Agustina Vila y la confianza de Axel Kicillof

El perfil de Vila es bastante diferente al de otros miembros del Gabinete de Kicillof, que suelen salir a dar las batallas mediáticas con empeño. Su esfuerzo por mantenerse al margen del ojo público es tal que ni siquiera utiliza redes sociales. Sin embargo, esto no le resta puntos con el Gobernador.

Vila forma parte de los ministros de mayor confianza de Kicillof. Dentro del selecto grupo de funcionarios que acompañan de cerca al Gobernador se cuenta a su jefe de Gabinete, Carlos Bianco y al secretario general de la Gobernación, Federico Thea, entre otros.

No es casual. Vila, que es licenciada en Ciencias Políticas y especialista en Educación, trabaja con el acutual gobernador desde hace una década. De acuerdo a un perfil publicado en LetraP apenas asumió la dirección de Cultura y Educación en 2019, fue su amiga Cecilia Nahón -actual Ejecutiva Alterna por Argentina y el Cono Sur en el Banco Mundial en Washington- quien los presentó en 2010.

Según sus registros en la ANSES, después de un breve paso por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2007, Vila se desempeñó en la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones hasta el 2010 y luego estuvo dos años en el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. En 2014 fue contratada por el ministerio de Economía, donde se tuvo el cargo de jefa de Gabinete de Kicillof.

Durante los últimos años, la funcionaria consiguió ser parte del núcleo duro de Kicillof. Formó parte del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA), el think tank que creó el dirigente en 2014. En la campaña del 2019 se desempeñó como apoderada ante la Justicia y ya en 2015 la señalan como una de sus compañeras más leales para las elecciones legislativas. A partir de marzo del 2016 y hasta que el kirchnerismo volvió a ser gobierno, Vila trabajó en la Universidad de José C. Paz, donde en 2018 llegó a ser nombrada como secretaria académica de Dirección de Ingreso y Permanencia.

La universidad creada en el distrito de Mario Ishi en el 2009 es considerada uno de los semilleros de Kicillof. Otros de los actuales funcionarios bonaerenses que pasaron por el establecimiento fueron Thea, el ministro de Hacienda, Pablo López, y el presidente del Banco Provincia, Juan Cuatrommo.

Estrategia: clases presenciales y virtuales en provincia de Buenos Aires

En la cartera de Vila parecen haber comprendido en los últimos días que era necesario hacer visible la estrategia bonaerense para el regreso a clases. De hecho, mientras que la oposición señala las pocas certezas que hay en la Provincia, sus allegados insisten en que el objetivo de reabrir las aulas no tiene que ver con una presión actual y ponen como ejemplo la iniciativa que llevó adelante su gestión a partir de octubre del 2020. En 26 distritos se convocaron a unos 21.000 estudiantes de primaria y secundaria (en total 775 escuelas) que habían interrumpido su vínculo virtual con la escuela. La experiencia sirvió para detectar pros y contras para encarar el ciclo lectivo del 2021.

Los detalles del regreso de los alumnos bonaerenses se desarrollaron en el “Plan jurisdiccional de la provincia de Buenos Aires para un regreso seguro a las aulas”, un documento en el que se establecen las pautas para que los alumnos puedan regresar a las escuelas el 1 de marzo (y el 17 aquellos que deben materias o que deben recuperar algún saber). En síntesis, se establece que el uso de tapabocas es obligatorio así como la correcta ventilación y desinfección de los establecimientos. El criterio del distanciamiento de un metro y medio entre estudiantes y docentes es el punto sobre el cual se marcó la gran diferencia con el gobierno porteño.

En la Provincia aseguran que es imposible regresar a una presencialidad total durante los cinco días de la semana, tal y como anunció Acuña (ver recuadro). Por eso, establecieron que cada escuela deberá armar “subgrupos” de alumnos que asistirán a los establecimientos de forma escalonada.

“La condición combinada de presencialidad y no presencialidad nos permite siempre mantener la continuidad pedagógica si la situación epidemiológica nos obliga a suspender en algún momento. No va a haber suspensiones totales en toda la provincia ni por tiempo indeterminado. Puede pasar en algún distrito”, explicó esta semana Vila en una de sus contadas apariciones. Las diferencias con la Ciudad van más allá de lo sanitario: mientras su par porteña habla en público en cada oportunidad que tiene, ella se limita a unas pocas declaraciones sin generar polémica.

 

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