Mar del Plata ante el fantasma de los noventa

Mar del Plata ante el fantasma de los noventa

La baja general de ingresos golpea severamente a la pesca y al turismo. La industria textil sigue sin recuperarse y los efectos se sienten en la economía de las familias. Qué responde el intendente candidato. 

Por Marcial Amiel.

Como en los noventa, Mar del Plata se perfila como la capital bonaerense del desempleo. Las políticas de Javier Milei impactan de lleno en las tres principales actividades de la ciudad, el turismo, la pesca y la industria textil y la que en otro momento fue "la perla del Atlántico" vuelve a sentir los coletazos de la crisis nacional. 

Mar del Plata cerró 2024 siendo la ciudad con mayor desempleo en el país y en los últimos diez días dos noticias de despidos sacudieron a la comunidad local. Primero fue el frigorífico San Telmo, que despidió a otros treinta trabajadores, con lo que contabilizó cincuenta despidos en dos meses, sobre una plantilla original de cien. Luego fue Textilana, la empresa que produce y comercializa con sweaters y tejidos de la marca Mauro Sergio: se desprendió de la mitad de sus trescientos trabajadores. 

Este panorama, de por sí dramático, se suma a la realidad de las empresas pesqueras, que prefieren mantener sus barcos amarrados, ya que salir al mar con estos costos, crecientes en  dólares, implica perder plata. 

Otro tanto ocurre con el turismo, que en estas vacaciones de invierno brilló por su ausencia. Muchos hoteles prefirieron no abrir. Los que lo hicieron, no superaron el treinta por ciento de ocupación. La respuesta es sencilla: hoy vale más caro un café en la peatonal que en Nueva York. 

La crisis, rubro por rubro

La primera candidata a senadora por la quinta sección electoral de Fuerza Patria, Fernanda Raverta, se refirió al tema al señalar que "al tomar la ruta 2 uno ya se da cuenta que no hay nadie". "El modelo de Milei tiene estas consecuencias para nuestra cudad", objetó.

Gustavo Pulti, candidato a concejal por Acción Marplatense y el Movimiento Derecho al Futuro, exintendente y actual diputado provincial, dijo que "el dólar para la especulación financiera que sostienen Javier Milei y Luis Caputo está subsidiando los viajes regalados al exterior (para los que pueden) mientras se destruyen los emprendimientos nacionales del sector".

José Luis Rocha es el secretario general de la CGT regional Mar del Plata y Batán. En diálogo con Buenos Aires/12, el metalúrgico y dirigente de la UOM, dice que "el problema es que no se trabaja sobre la matríz productiva de la ciudad y la región". 

"Todavía persiste, en algunos empresarios, la fantasía de salvarse con una buena temporada de verano. Entonces, cuando llegan ciclos como este, que ya vivimos en los noventa y más cerca en el tiempo con Macri, estamos despotegidos", advierte.

La industria textil marplatense, fuerte en sweaters y camperas, fue floreciente en las décadas del setenta y ochenta. La apertura importadora impulsada por el menemismo la redujo casi a ruinas. Desaparecieron primero cientos de talleres pequeños, después empresas medianas y finalmente las más grandes. 

A partir de 2002 y 2003, el proceso de destrucción de empresas y empleos se detuvo. Las firmas que seguían operando, en algunos casos, pudieron ampliar sus negocios, pero el ecosistema nunca se recuperó. De un millar de empresas quedaron menos de cien. 

Textilana es emblemática para los marplatenses, porque resistió todo eso, porque tiene mayor volumen de negocios y porque, a diferencia de muchas competidoras, al contar con una marca propia, tiene a su favor los beneficios de la integración vertical. Pero ahora también corre riesgo. 

"Cada artículo importado que ingresa al país es un nuevo desocupado que se genera", reflexiona amargamente Rocha. "El que cobra una indemnización se compra un auto y sale a hacer Uber. El problema es que, si seguimos con este rumbo económico, va a llegar un momento en el que todos vamos a ser choferes y no va a haber pasajeros para llevar", resume. 

Daniel Flores es el secretario general del Sindicato de Consuctores Navales (Siconara), un gremio clave para la actividad pesquera. "Hay desocupación pero se siente más en tierra que arriba de los barcos", revela.

"Por los costos, especialmente de combustible, los números son muy finos. Los barcos que antes salian a buscar merluza tres o cuatro veces al mes ahora salen una y gracias. Entonces, cada vez hay fila de gente para trabajar en la descarga o en el fileteado. Para esa gente, que trabaja por jornal, la situación es crítica", explica.

Al tratarse de bienes perecederos, las leyes de la oferta y la demanda son implacables con la actividad. "También pasa que, ante la desesperación, si se paga un poco mejor el langostino, entonces salen todos a la vez a buscar langostino y eso enseguida deprime el precio". La conclusión de Flores es que esos vaivenes de mercado generan "un desempleo no visible, porque mucha de esa actividad no está debidamente registrada".

La metalurgia también es fuerte en General Pueyrredón. Se trata de una industria que, lejos de tener un único foco, está diversificada. Atiende las necesidades del puerto, pero también del agro, de la construcción, de la línea blanca y de Vaca Muerta. Sin embargo, todos esos sectores tienen problemas, que comienzan a trasladarse a este sector.

La responsabilidad local

"Hace menos de un año vino el presidente a inaugurar un supermercado. ¿Cómo está hoy? Vacío. ¿Sorprende? No, sabíamos que esto iba a pasar", concluye Rocha, que advierte sobre una "enorme responsabilidad" de los sucesivos gobiernos locales, de mínima, por omisión. 

"Llevamos ya diez años seguidos de gobiernos del PRO. Primero cuatro años de Carlos Arroyo, después cuatro de Guillermo Montenegro y ya van dos más de su segundo mandato. Dejaron clarísimo que no les interesa el trabajo ni la producción. Montenegro estaba buscando su destino personal, finalmente lo encontró, porque pase lo que pase en septiembre, se irá de legislador. Hace un año, cuando toda la ciudad de movilizó en defensa de la pesca, contra la Ley de Bases, el intendente  Montenegro fue el último en sumarse al reclamo", detalla Rocha. 

En la ciudad, todavía se mantiene inalterado un recuerdo amargo. En julio de 2019, la fábrica de motovehículos Zanella despidió a setenta trabajadores de su planta, ubicada en el Parque Industrial, y terminó cerrando poco después. El motivo de la decisión fue la caída vertical de las ventas. 

Por esa misma fecha, el municipio de General Pueyrredón compró un lote de motocicletas para el área de Tránsito y otras dependencias. Pero no se las compró a Zanella, sino a otra marca. Otro tanto ocurre con las estufas que equipan las distintas dependencias municipales. En la ciudad balnearia están radicadas las firmas Eskabe y Coppens, con unos trescientos trabajadores cada una. Ninguna de ellas es proveedora del gobierno local.

En números 

Recientemente se conoció una estadísitca del Ministerio de Economía de la provincia, según el cual la desocupación en el territorio bonaerense alcanza el 9,3 por ciento, casi un punto y medio más que en el mismo período de 2023. En esa medición el desempleo en Mar del Plata alcanza los seis puntos. 

Pero de acuerdo al Indec, a fines del año pasado, Mar del Plata era la ciudad con mayor desempleo del país, con 8,6 por ciento, más de dos puntos por arriba del promedio nacional, ubicado entonces en 6,4.

Los expertos señalan que se debe prestar especial atención a cómo se registra el empleo autónomo, que es la modalidad que más creció, vinculada a las plataformas. Allí se vuelcan tanto gente que perdió su empleo como otros que lo conservan pero reciben a cambio ingresos induficientes y deben complementarlos. En conclusión, más gente sale a trabajar pero en empleos de servicios y de menor calidad.

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