El peronismo y 72 horas frenéticas

El peronismo y 72 horas frenéticas

Scioli no baja su candidatura e impugnó el reglamento bonaerense. Los gobernadores presionan por lista única. Massa almorzó con Fernández y Manzur visitó a Cristina Kirchner.

Por Gabriela Pepe

A 72 horas de que venza el plazo para la presentación de listas, a pesar de la presión de gobernadores e intendentes, el peronismo no da señales de acuerdo entre el sector que encabeza Daniel Scioli, que insiste con su precandidatura presidencial, y el tándem consolidado que forman el cristinismo y Sergio Massa, que cerró filas detrás de la idea de lista única.

El embajador en Brasil no da marcha atrás. Tal como había advertido el apoderado del espacio a nivel nacional, Aníbal Fernández, el sciolismo presentó este miércoles la impugnación del reglamento de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires, por considerar que perjudica la representación de las minorías.

La presentación se hizo al mediodía por la doble vía correspondiente, ante la junta partidaria de Unión por la Patria, y la junta electoral de la provincia de Buenos Aires, que preside el juez de la Corte Suprema bonaerense, Sergio Torres. El escrito, que lleva la firma de Javier García y Víctor Hortel, apoderados de la corriente interna “Unidos Triunfaremos”, planteó la inconstitucionalidad de las cláusulas del reglamento constitutivo que prevé el reglamento de reparto de lugares en la lista bonaerense.

 

 

Dos horas después, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, publicó en su cuenta de Twitter un nuevo comunicado de la liga de gobernadores y gobernadoras que insta a la plana mayor de Unión por la Patria a encontrar “una síntesis en la fórmula presidencial”. Aunque las firmas no figuran, el texto tuvo el acompañamiento político de los mismos 13 mandatarios que se reunieron el 7 de junio en el Consejo Federal de Inversiones.

El texto tuvo un claro destinatario, Scioli. “No proscribimos a nadie. Exigimos responsabilidad en este momento histórico”, dice el comunicado. Un par de horas más tarde, el embajador en Brasil difundió una actividad junto a jóvenes del gremio de aeronavegantes, que conduce Juan Pablo Brey. Los que pasaron por las oficinas que tiene Enrique Pepe Albistur, marido de Victoria Tolosa Paz, precandidata a gobernadora bonaerense por el sciolismo, salieron convencidos de que el comunicado de los gobernadores no hará mella en la decisión del espacio.

El cristinismo y el massismo se movieron en paralelo. En una jugada sorpresiva, el miércoles por la noche, el Partido Justicialista, el Frente Renovador, Frente Grande, Kolina, el Partido para la Victoria y Nuevo Encuentro, que responden a Cristina y a Massa, anunciaron que habían decidido "facilitarle" a Scioli los avales para que pudiera presentar su candidatura. En un comunicado conjunto dijeron que resultaba "sumamente extraño que alguien que aspira a conducir los destinos del país no haya conseguido los avales necesarios para ir a elecciones" y, "más extraño aún que, incluso habiéndole facilitado dichos avales Daniel Scioli y Alberto Ángel Fernández hayan judicializado el reglamento que voluntariamente firmaron".

"La judicialización de la política, que el peronismo siempre condenó enérgicamente, no sólo entorpece el proceso electoral en un contexto de conflictividad creciente, sino que es absolutamente funcional a los sectores políticos y económicos que siempre han vulnerado los derechos de los argentinos y las argentinas", dice el texto.

Reunionismo

Massa almorzó con el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada. Según voceros oficiales, hablaron sobre la marcha de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FM). La reunión fue menos áspera que la que tuvieron el mismo 7 de junio, luego de que los gobernadores emitieran su primer comunicado público para pedir una candidatura única, en línea con lo que pide Massa.

El massismo no dudan a la hora de remarcarle a Fernández que, si la gestión económica desbarranca producto de las internas políticas, será su gobierno el que corra el riesgo de no llegar a término. El ministro de Economía acusa al Presidente de ser quien impulsó la candidatura de Scioli. También advierte cierta impericia del cristinismo a la hora de ordenar la negociación con el sciolismo. Si buscaron bajar su candidatura, hasta ahora, no lo consiguieron.

El embajador se reivindica como independiente, aunque en su equipo trabajan dirigentes muy cercanos a Fernández, como el canciller Santiago Cafiero, la ministra de Desarrollo Social, Tolosa Paz, y el legislador Claudio Ferreño. En el entorno presidencial desdramatizan la cuestión electoral. Aseguraron que la discusión “se va a ordenar” sobre la hora, sin sobresaltos.

El massismo y el cristinismo trabajan en silencio y de forma coordinada. Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner volvieron el domingo a la noche desde Santa Cruz y se reunieron con Massa al día siguiente. La semana pasada, en el Ministerio de Economía reinaba un optimismo que sorprendió a varios visitantes. Tenía que ver con la baja en el número de la inflación y el avance de las negociaciones con el Fondo, que podía catapultar a Massa a una candidatura.

En las últimas horas, la cancha volvió a embarrarse por la negativa de Scioli a dar un paso al costado y la suba de las acciones que habría tenido Eduardo Wado de Pedro. El ministro del Interior tiene en agenda una visita este jueves a la Unión Industrial Argentina (UIA) en modo candidato. Otros rumores indicaron que, finalmente, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, habría aceptado encabezar la boleta presidencial. A eso se sumó la visita de Juan Manzur al despacho de Cristina. El gobernador de Tucumán había anunciado que quería competir en la PASO. Se dispararon un sinfín de especulaciones.

La negociación todavía está en marcha. Según pudo saber Letra P, la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires que confeccionan Kirchner y Massa incluye a una gran mayoría de funcionarios de peso en el gabinete de Fernández. La fórmula presidencial todavía está bajo siete llaves. En el cristinismo aseguran que el anuncio distará mucho de lo que fue en 2019. Apenas una comunicación formal, fruto de un acuerdo del espacio con Massa, sin bendición explícita de la vicepresidenta. Todavía restan tres días de negociaciones arduas para quienes sueñan con la unidad.

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