Otro mes de déficit moderado, por el ajuste en jubilaciones

Otro mes de déficit moderado, por el ajuste en jubilaciones

El ministro de Economía, Martín Guzmán, sigue logrando moderar el rojo primario, que en los primeros cinco meses del 2021 todavía no superó el 0,4% del PBI, según las estimaciones de PBI e inflación de los privados. Economía busca la moderación fiscal para no generar presiones sobre el dólar, en año electoral, lo que no está libre de internas.

Unos ingresos reforzados con el aporte extraordinario de las grandes fortunas y, sobre todo, el ajuste en el gasto en jubilaciones, AUH y salarios de estatales, junto con la ausencia de IFE, fueron protagonistas de la dinámica fiscal de mayo. El mes terminó con un rojo primario todavía moderado, de la mano de la prudencia fiscal del ministro de Economía, Martín Guzmán. La cuestión no está libre de internas en la coalición que gobierna. En lo que va del año, el déficit no superó el 0,4% del PBI.

Los datos oficiales de mayo serán publicados por la Secretaría de Hacienda el lunes 21 de junio. Todos los meses la cartera a cargo de Raúl Rigo muestra los números del base caja, es decir los pesos efectivamente gastados e ingresados, sin tener en cuenta, por ejemplo, la deuda flotante.

Por ahora, se conoce la máxima aproximación a ese dato que es el que publica todos los meses la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que muestra el dato devengado, es decir lo que el asiento contable indica. Si se pisan pagos, por ejemplo, el número difiere. Pero tienden a parecerse en la tendencia. En mayo, según OPC, el rojo primario fue de $72.807 millones. Para Hacienda, entre enero y abril totalizó 80.594 millones.

Mayo fue un mes parecido a abril, en términos de ajuste o prudencia fiscal, aunque hubo gastos extraordinarios como los $15.000 para AUH y monotributo, que se devengó en abril y se pagó en parte durante mayo, también hubo un ingreso extra por el aporte extraordinario de las grandes fortunas, que más que compensó. 

Clave: aunque hubo una mala recaudación tributaria en comparación con mayo del 2019, el ajuste en jubilaciones es el dato que más mueve el amperímetro, ya que se trata de la principal erogación en términos estructurales. El gasto en prestaciones sociales cayó 18% real en mayo, lo que se explica en buena parte por la ausencia de IFE y ATP. Pero el gasto en jubilaciones es una explicación fundamental, ya que hubo un recorte de 10% real, con una actualización de los haberes de 29,4% contra una inflación de 49%. Eso pese al bono de $1.500 otorgado por el gobierno.

No se queda atrás el recorte en los salarios de estatales. Cayeron 7,9% en términos reales. Y, así, son los ajustes en esos gastos clave los que permiten incrementar algunos gastos sociales de emergencia y otros de obra pública, sin perder la moderación fiscal, lo que genera toda una interna. Un ala del gobierno insiste en que en año electoral, y principalmente con una pobreza de 44% en el semestre noviembre-abril, hay que gastar más. Para Guzmán, que surfeó exitosamente la corrida de septiembre-octubre del 2020, la política más expansiva es la que logra evitar una megadevaluación.

El debate entre ajustar o inyectar dinero

El economista de AerariumGuillermo Giussi, analizó al respecto: “Se ve una prudencia fiscal. El tema es que el área más radical del Gobierno plantea una pulseada, que existe y es explícita. El trabajo de Guzmán apunta a la consolidación fiscal, en línea con lo que se necesita en plena negociación con el FMI y la necesidad de recuperar crédito y reputación. El área más radical va a presionar para que haya más gasto, ahora tenés en esa línea el tema de ganancias, la vuelta atrás del monotributo y las zonas frías para los subsidios. Pero, más allá de que hagas algún gasto, como los $15.000 para AUH y monotributo, no mueve tanto la aguja, aunque sí lo harán los subisidios en invierno”.

Y agregó: “Si siguen pisando jubilaciones, que hay que tener en cuenta que el gasto social es el 60% del total, más AUH, que ajustan por la misma fórmula, y sin IFE y ATP, va a seguir habiendo un frente favorable a la consolidación del frente fiscal, que se puede complicar por la cuestión política. El Gobierno hasta ahora logró algo que nadie imaginaba en octubre del año pasado: llegar a las elecciones con estabilidad. Pase lo que pase, la meta fiscal de 4,5% del PBI se va a cumplir con holgadez”.

La contrapartida, tal como destaca Giussi, es el impacto del ajuste en jubilaciones, AUH y salarios sobre el consumo y la actividad económica. “Por eso la actividad recupera tibiamente, porque la inversión no tracciona, se mejora lo fiscal pero en consumo no y a eso se apunta con la vuelta atrás en el monotributo y el tema ganancias: poner dinero en el bolsillo”, expresó. Otro dato destacable es la diferencia que hacen los derechos de exportación que, al no ser coparticipables, le rinden 100% al Tesoro.

El gasto en programas sociales, la otra pata de las prestaciones sociales, cayó con fuerza por el ATP e IFE pero eso se compensó en parte con más gasto en Alimentar, Potenciar Trabajo, la asistencia al PAMI y el Repro II. En total se gastaron $65.000 millones en mayo, sumando todas esas erogaciones. No es poco, aunque en 2020 hubo meses en los que los programas sociales trepaban por encima de los $100.000 millones. Parecida fue la cifra de los subsidios a Cammesa, que totalizaron $67.000 millones, en mayo.

También hubo un importante ajuste por el lado de las transferencias corrientes a las provincias, gracias a la recuperación económica que va apuntalando a las recaudaciones de cada distrito. Se gastaron solo $25.000 millones esta vez, una caída de 64,7% real, gracias a los menores APN y la baja en la asistencia financiera. La obra pública, por su parte, volvió a mostrar un buen incremento, de 36,3% real, y totalizó $58.689 millones.

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

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