Never Pony: La cadena que une a D’Alessio con Fariña, Dengra y la ruta del dinero K

La cadena que une a Marcelo D’Alessio, abogado, intermediario y extorsionador que aseguraba ser el hombre de confianza Carlos Stornelli, y el mediático testaferro K Leonardo Fariña pareciera cada vez más evidente.

Marcelo D’Alessio era el propietario de Idor, un gimnasio-spa ubicado en Canning. En una nota publicada en el diario La Nación el 1 de julio del 2006, el abogado aseguró que “Idor es el spa más grande y sofisticado cerca de la Capital, y me atrevería a decir que quizás es uno de los mejores de la Argentina, pero no sólo por el proyecto en sí, que requirió una enorme inversión y un trabajo de varios años, sino por el concepto con el cual fue concebido, ya que desde el proyecto pusimos especial énfasis en la búsqueda de la excelencia".

Pocos años después, el fondo de comercio de Idor fue vendido para paliar las pérdidas. Todo (baños sauna húmedos y secos, gimnasio, duchas escocesas para hombres y mujeres, boxes para masajes, vestuarios con lockers individuales, camastros para relax, peluquería y maquillajes para damas, espacios para tratamientos corporales y fangoterapia, ultrasonido y botox) fue a parar a la cadena de megagimnasios Sport Club.

 

Quien se presentó como propietario y cara visible de Sport Club no fue otro que el ex puma Serafín “Never Pony” Dengra, quien se hizo tan famoso con sus videos virales de motivación en los que repite una y otra vez las mismas cosas que pronto comenzó a vender sus servicios a grandes empresas, en lo que llamó “lecciones de deporte aplicadas a la gestión”.

Dengra fue acusado, investigado e imputado por formar parte de una asociación ilícita dedicada a cancelar de forma fraudulenta deudas ante la AFIP. Los delincuentes se ufanaban de poder “borrar” deudas impositivas a cambio de una parte del dinero. Según informaron agentes de la Justicia, era el ex puma quien captaba potenciales víctimas entre conocidos del mundo del rugby.

Los líderes de la banda, que habría acumulado algo más de mil millones de pesos, eran Miguel Ángel Lamparelli, actualmente procesado y con prisión preventiva, y Adrián Marcial Gago, por estos días prófugo de la Justicia. Lamparelli es un empresario gastonómico quien se hizo reconocido en Puerto Madero por pasearse en una Ferrari blanca, un Porsche 911, una Dodge Ram, un BMW 535 y varias motos Harley Davinson, justo antes de comprar la Ferrari que perteneció a Leonardo Fariña.

En aquel entonces, la compra de la polémica Ferrari despertó sospechas sobre la figura de Lamparelli, y pronto se descubrió una vinculación más profunda con el ex marido de Karina Jelinek. Ambos serían parte de una banda dedicada al lavado de dinero proveniente del ex matrimonio presidencial formado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Acorde a la investigación de la Justicia, el matrimonio utilizaba dos grandes testaferros, Cristóbal López y Lázaro Báez, quienes a su vez tenían sus propios grupos de laderos. Fariña y Lamparellieran parte del grupo de Báez, los menos simpáticos a los ojos de CFK. Lamparelli fue vinculado a una estafa multimillonaria al Banco Columbia y, además, sería testaferro del narco colombiano conocido como “Don Lucho”. La tercera pata del grupo la formaba Adrián Marcial Gago, quien habría salido a la luz el 20 de octubre del 2011, cuando fue autorizado ante el Banco Piano a retirar 109 millones de dólares de una transferencia hecha por el propio Fariña “para darle una mano”.

De este modo, cuando el abogado extorsionador vinculado a Stornelli puede que no haya mentido cuando aseguró haber asesorado a Fariña. La vinculación, ciertamente, es real. Acorde a allegados a D’Alessio, el temor de muchos es que el ahora procesado abogado decida hablar, dar a conocer lo que sabe o incluso intente acogerse a la figura del arrepentido. Hace apenas unas horas, en una de sus últimas declaraciones a los medios, D’Alessio aseguró que “la supuesta extorsión de la cual todos hablan va a tener un giro inesperado. Es más, lo mejor para muchos es que aparezca ‘suicidado’”.

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