Y cuando al afiche le ponen voz y movimiento, en cada reunión, ambos extienden el discurso del gobierno nacional con el eslogan "elegir seguir haciendo" y repiten -como si se diera play a un CD que corre siempre con las mismas canciones- los aportes para concluir la ruta 23 que unirá la Cordillera con el mar a través de la Región Sur; la ayuda para los afectados por las cenizas; el impulso a la ciencia y la tecnología; el crecimiento de la Universidad de Río Negro, y otros tantos temas reiterativos de la campaña.

Después de las PASO, Pichetto quedó como un rey. Fue uno de los triunfos más amplios que obtuvo el Gobierno en el país, y eso lo fortalece. Pero él quiere más y pregona entre los suyos que a partir de octubre será el "hombre más importante del kirchnerismo". Oculta que perdió casi 16.500 votos entre 2007 y 2013.

Está confiado en el triunfo de las elecciones que lo ratificarán por tercera vez en su banca de senador y los números le dan la razón, con casi 20 puntos de diferencia sobre el segundo. Pero la oposición apunta a que el 27 se produzca un "efecto contagio" de los rionegrinos con el revés electoral que el resto del país dio al Gobierno en agosto, y aunque nadie niega que el Frente para la Victoria se impondrá, el caudal de votos que recibirá es todavía una incógnita.

El desvelo de Pichetto es movilizar a la militancia en busca de hacer crecer sus votos para llevarle a la presidenta Cristina Kirchner un triunfo amplio, que supere el 45%. Con eso se garantizará ser "escuchado" en el núcleo duro de la toma de decisiones, según pregona por lo bajo.

Los tres ejes que analiza el FPV rionegrino son llevar el mayor logro a la Presidenta ante el fracaso en varios distritos, ganar las dos bancas de diputados y exhibir la extinción del radicalismo en esta provincia, donde gobernó durante 28 años.

"El objetivo es mejorar el resultado, y creemos que el apoyo va a ser superior al de agosto", dijo a LA NACION el gobernador Alberto Weretilneck, quien acompaña al senador en la campaña luego de recomponer el vínculo tras un feroz enfrentamiento que protagonizaron el año pasado.

Algunos hablan de un pacto entre ellos. Pichetto, dicen, ya no quiere la provincia para gobernarla. "Está entusiasmado con la posibilidad de que [Daniel] Scioli sea el bendecido por el kirchnerismo para 2015", admitió una alta fuente del oficialismo. Por caso, semanas atrás, el senador llevó a Viedma, la capital provincial, al gobernador bonaerense, quien públicamente confesó haber acudido al rionegrino ante temas complejos de su gestión, mostrando cierta complicidad entre ellos.

Y esa mirada en la cuestión nacional que tiene el senador alivia a Weretilneck en su intención de presentarse a la reelección en 2015, con el apoyo de Pichetto y sin necesidad de aglutinar a los herederos del fallecido gobernador Carlos Soria, que le han hecho críticas en público.

El actual intendente de General Roca, Martín Soria, lidera un sector que está perdiendo fuerza en el seno del kirchnerismo y suma reproches al cuestionar abiertamente la gestión actual, de la cual forma parte. Y ahora su hermana María Emilia, quien encabeza la lista de diputados nacionales, agregó filosas críticas al gobierno por su "falta de acción". El exabrupto obligó al secretario general de la Gobernación, Hugo Lastra, a presentar su renuncia a Weretilneck, que masculla la bronca por las objeciones.

Pichetto no se metió en esa disputa. Siguió con su campaña, recorriendo cada pueblo y exhibiendo las obras y planes del gobierno nacional en Río Negro junto con promesas de gestión. Se mostró cansado de la liturgia peronista y llegó a decir a su entorno que no quiere más actos masivos. Para el senador, es el momento de reflexionar, de debatir ideas.

En su estrategia electoral cambió su pose acartonada y su discurso duro para mostrarse "más humano", con las contradicciones de muchos y la historia familiar del político de origen humilde que ahora se atreve a desobedecer. Incluso admitió públicamente que quiere "correcciones en el modelo económico ".

Nadie niega en Río Negro que Pichetto se quedará con el triunfo, y la disputa de sus adversarios está centrada en la banca por la minoría. La UCR, que viene de perder el gobierno en 2011 después de 28 años de liderar la provincia y de una interna en las PASO que dejó varios heridos, se mostró rápidamente unida cuando los referentes de todos los sectores ratificaron su apoyo al candidato a senador Miguel Saiz, aunque no se muestran en la campaña.

El ex gobernador suma resentimientos de los radicales orgánicos por su alineamiento con el kirchnerismo durante los ocho años de gobierno. Por eso insiste en que fue un mandato partidario que terminó el 10 de diciembre de 2011, cuando concluyó su gobierno. Para mostrar su alejamiento incorporó críticas al cepo al dólar y la falta de federalismo, e insiste en la "necesidad de equilibrar las fuerzas en el Congreso".

Saiz sigue con su campaña perturbada por la intromisión de la Justicia. Primero, con la censura a su primer candidato a diputado nacional, Antonio Zidar, días antes de las PASO, y ahora con un sorpresivo procesamiento por incumplimiento de los deberes de funcionario público en una causa que se inició en 2010 y estuvo paralizada hasta la semana pasada. Vinculó esa maniobra a una intencionalidad política, pero dijo que no lo afecta en su campaña: "Al contrario, nos da publicidad", señaló.

El ex gobernador volvió a reunirse después de mucho tiempo con el ex vicepresidente Julio Cobos, con quien coincidió en la necesidad de rearmar al radicalismo para recuperar el poder en 2015 a nivel nacional y provincial. El primer paso para él será ampliar los 86.700 votos que sumaron las tres listas radicales en agosto y alcanzar las 100.000.

"Su problema es que quedó en el medio, no se puede mostrar como kirchnerista y tampoco se juega con un discurso fuerte anti-K", admitió un radical que supo estar de su lado. Las encuestas oficiales lo ubican peleando el segundo puesto con Magdalena Odarda, del Frente Amplio Progresista, que según las encuestas viene creciendo.

La diputada provincial ya estuvo cerca de esa chance en 2007 y vuelve a entusiasmarse: "Somos el único espacio no kirchnerista con posibilidad de llegar al Congreso", dijo a LA NACION mientras recorría el Alto Valle rionegrino. Odarda mantiene su discurso crítico del gobierno nacional y sostiene que existe un acuerdo del FPV y la UCR: "Pichetto tiene un mandato de la Casa Rosada para llevar a tres senadores kirchneristas de Río Negro, y Cristina quiere llevarlo a Saiz", dijo. Anticipó que de llegar al Senado conformará un bloque unipersonal, pero con el trabajo en interbloque con las fuerzas que integran el FAP.

Los perfiles están expuestos. Sólo falta llegar al 27 para saber si Pichetto efectivamente tendrá mayor peso en el Gobierno o quedará relegado para otra oportunidad su aspiración a ser "el hombre más importante del kirchnerismo"..