Por: Gabriela Pepe.

Los oficios de la Casa Rosada y las gestiones del gobernador de Tucumán, erigido en cacique del Norte, Juan Manzur, no llegaron a buen puerto y el peronismo quedó dividido en cinco frentes para competir en las elecciones provinciales, que se celebrarán el 27 de junio, en plena segunda ola de coronavirus.

Aunque todavía no se descarta que se pueda llegar a un acuerdo cuando cierre la inscripción de los candidatos, el 12 de mayo, a última hora del martes, cuando vencía el plazo para la inscripción de alianzas, el peronismo presentó cinco alternativas sobre un total de diez que competirán para la renovación de la Legislatura, los concejos deliberantes y las comisiones municipales de Jujuy.

La primera alternativa peronista inscripta fue el Frente de Todos- PJ, que impulsa el presidente del Partido Justicialista, Rubén Rivarola. Por otro lado quedó el espacio que lidera la diputada nacional del Frente de Todos Carolina Moisés, Frente de Todos - Todos por Jujuy, del que forman parte, entre otros, Kolina, Nuevo Encuentro y Forja. Además, se inscribieron el frente Jujuy Puede, del diputado nacional del Frente de Todos José Luis Martiarena; el Frente Unidos por la Victoria, vinculado con la Tupac Amaru, de Milagro Sala; y el Frente Popular por Vos, del economista de la Universidad de Jujuy, Guillermo Sapag.

Como contó Letra P, la Casa Rosada intentó hasta último momento acercar posiciones entre el espacio de Moisés, el senador nacional Guillermo Snopek y Rivarola para que el peronismo presentara una sola oferta electoral. La semana pasada, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, envió a Jujuy al subsecretario de Asuntos Municipales Pablo “Tato” Giles para mediar en el conflicto entre los bandos. También se involucró el gobernador Manzur, que recibió a Snopek y Moises, por un lado, y a Rivarola, por el otro, en Tucumán. El presidente Alberto Fernández también siguió el tema de cerca este martes y envió mensajes.

Las conversaciones no prosperaron hasta el momento. El grueso del peronismo quedó bajo el paraguas del Frente de Todos-PJ y un sector del kirchnerismo quedó encolumnado detrás de Moisés, que perdió en el camino el apoyo de Snopek. Sin embargo, en la Casa Rosada no descartan que todavía se puedan acercar posiciones y que los espacios se integren a la hora del cierre de listas.

Por ahora, la división le allana el camino al triunfo a Morales, que inscribió su frente Cambia Jujuy, integrado por 26 partidos, entre los que están la Unión Cívica Radical, el PRO y el socialismo. La curiosidad es que el vicegobernador, Carlos Haquim, anotó una fuerza propia, Primero Jujuy, integrada por 14 partidos, entre ellos la Coalición Cívica.

Haquim es de origen peronista y tiene la particularidad de haber sido presidente del Partido Justicialista al mismo tiempo que se convertía en vicegobernador de la provincia, junto a Morales. Esta condición de presidente del principal partido opositor e integrante del oficialismo fue lo que motivó la intervención del PJ local, en diciembre de 2016. Para entonces, Haquim era el referente provincial de Sergio Massa, cuyo espacio formaba parte del frente Cambia Jujuy, de Morales.

En 2018, sin embargo, cuando Massa empezó a transitar el camino que conduciría a la unidad peronista, Haquim se diferenció del tigrense, que también tomó distancia de Morales. Hoy, el Frente Renovador de Massa, aunque no tiene personería en Jujuy, se mueve cerca del presidente del PJ local, Rivarola.