El retroceso del riesgo país refleja un cambio de expectativas en los inversores y un escenario de mayor estabilidad para los activos locales.
Por Carlos Arbia.
En las recientes exposiciones que realizó el jueves en el American Business Forum, en la reunión de la CPAC en Miami y este viernes en Nueva York, en el Council of the Americas, el presidente de la Nación, Javier Milei, atribuyó la volatilidad previa a las elecciones legislativas del 26 de octubre pasado a lo que él denomina el "riesgo kuka", o sea, el riesgo kirchnerista, el riesgo del socialismo, o el riesgo de que vuelva un modelo que empobreció a los argentinos.
El presidente celebró lo que definió como "una victoria histórica en las elecciones legislativas" y aseguró que "dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado, ya no quieren más socialismo del Siglo XXI, ya se dieron cuenta de la mentira".
También culpó a la oposición por los meses muy duros previos, denunciando un "golpe económico que la oposición intentó llevar a cabo desde el Congreso" y que ralentizó la economía.
En esa línea, destacó la reacción del mercado tras los comicios: "El mercado argentino tuvo su mayor suba histórica en un día, su mayor suba histórica en una semana y sigue subiendo, y el riesgo país bajó más de 400 puntos básicos", dijo Milei.
En ese aspecto, hay que señalar que la fuerte baja del riesgo país producida por el triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas de medio término —que pasó de los 1.081 puntos básicos antes de las elecciones al valor actual de 657 puntos básicos— generó una fuerte expectativa en relación con el futuro.
Algunos operadores del mercado local y de Wall Street proyectan que, en la medida en que se concreten las reformas de segunda generación anunciadas por el Gobierno, ese riesgo país podría ubicarse en valores muy cercanos al récord del Gobierno de Mauricio Macri.
El mejor registro de Macri se produjo el 18 de octubre de 2017, unos días después de la victoria en las legislativas de medio término, y llegó a los 342 puntos básicos.
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El registro más bajo de los últimos 18 años se produjo con Néstor Kirchner como presidente. Fue el 26 de enero de 2007, cuando descendió hasta los 184 puntos básicos.
En la actual gestión de Milei, el riesgo país marcó su máximo por encima de los 2.100 puntos a principios de enero de 2024, y tocó su mínimo de 530 puntos básicos el 9 de enero pasado. A partir de allí subió hasta alcanzar los 1.081 puntos básicos el viernes 24 de octubre, antes de las elecciones legislativas de medio término.
El riesgo país retrocedió el miércoles pasado a los 621 puntos básicos, y los analistas consultados por iProfesional afirman que tocó el menor nivel en diez meses, impulsado por la sólida recuperación de los bonos soberanos tras el triunfo del Gobierno de Javier Milei en las elecciones de medio término. Este descenso refleja una mejora en la percepción de los inversores sobre la gobernabilidad y el rumbo económico, en un escenario donde crecen las expectativas de acceso a financiamiento internacional.
Qué gana la Argentina con un riesgo país más bajo
El riesgo país es un índice que expresa la probabilidad de que un país no cumpla con sus compromisos de pago ante acreedores internacionales.
Representa la percepción de incertidumbre para quienes invierten capital en ese mercado y se calcula a partir de la brecha entre el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos —considerados libres de riesgo— y los títulos soberanos argentinos.
Los beneficios de un riesgo país bajo y sostenido en el tiempo, para la economía en general, las empresas y los ahorristas, serían notables:
Crédito más barato: una caída del riesgo país reduce la tasa que pagan el Estado, las provincias y las empresas al endeudarse en el exterior. Menos riesgo = menos interés.Reactivación de inversiones: al bajar el costo de financiamiento, las compañías pueden financiar proyectos productivos o de infraestructura que antes eran inviables.Mayor ingreso de capitales: un país percibido como menos riesgoso atrae fondos internacionales, lo que fortalece el peso, mejora reservas y da estabilidad al mercado financiero.Estabilidad cambiaria y menor presión inflacionaria: la llegada de dólares financieros ayuda a estabilizar el tipo de cambio, moderar expectativas y contener precios internos.Mejores condiciones para ahorristas: con un riesgo país más bajo, los bonos argentinos suben de precio, los fondos de inversión locales mejoran rendimiento y se amplían las opciones de ahorro en pesos o dólares.Más crédito y consumo: si el sistema financiero se beneficia de menores tasas externas, puede trasladar ese alivio a créditos locales más accesibles para familias y PyMEs.
Pero, para la reducción de esa tasa, la Argentina corre con una ventaja adicional: la baja de la tasa de interés de los Estados Unidos, ya que la Reserva Federal podría llevarla antes de fin de año a un valor de entre 3,5% y 4% anual. En este caso, la tasa a la que deberían endeudarse el Gobierno o las empresas en el exterior se ubicaría en el 9% anual, frente al 25% que tenía que pagar la Argentina antes de que llegara Milei al Gobierno.
Según los informes de los principales bancos de inversión que operan en Wall Street —entre los que se destacan J.P. Morgan, Morgan Stanley, Citi y Santander—, el riesgo país argentino podría bajar de los 500 puntos en caso de que el Gobierno logre aprobar el Presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias del Congreso, que se desarrollarán desde el 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos diputados y senadores, hasta fin de año. Una gran parte de los operadores del mercado local y de Wall Street considera que esa será la primera prueba de fuego del oficialismo en su tercer año de Gobierno.
Lo cierto es que el humor de los inversores mostró un cambio a partir del triunfo electoral del oficialismo y la proyección de mayor gobernabilidad en el Congreso de la Nación, lo que abrió nuevas perspectivas para eventuales reformas económicas.
La intervención del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario local por unos 2.100 millones de dólares antes de los comicios legislativos y el anuncio de un swap por 20.000 millones de dólares con el Tesoro estadounidense también contribuyeron a reducir la inestabilidad y el nivel de riesgo país.
Cuándo Argentina podrá volver a los mercados de capitales
La gran pregunta de los inversores es cuándo podrá regresar la Argentina a colocar un bono en el mercado internacional de capitales. La última colocación fue a fines de 2017, durante el Gobierno de Macri, cuando Luis Caputo era presidente del BCRA, Santiago Bausilli el vice del BCRA y Pablo Quirno el secretario de Finanzas.
En relación con la reducción del riesgo país, el último informe del J.P. Morgan consideró que "la fuerte caída en las primas de riesgo país ha acercado el acceso a los mercados internacionales, y un programa de recompra de deuda podría acelerar aún más la compresión de spreads y apoyar los esfuerzos de estabilización".
El informe también destaca que, si se concreta el respaldo por 20.000 millones de dólares que gestiona el Gobierno con bancos internacionales y organismos multilaterales, y se lleva adelante con éxito la recompra de deuda, la reducción de los diferenciales y la posibilidad de obtener financiamiento externo abrirían la puerta a una mayor estabilidad económica.
Aunque el jueves el CEO de la institución, Jamie Dimon, sorprendió a los mercados al afirmar que tal vez no resulte tan necesario un préstamo de 20.000 millones de dólares de los bancos al Gobierno de Milei.
La mejora en las cotizaciones de los bonos generó una contracción superior a 450 puntos en el índice respecto de las 1.081 unidades registradas en la antesala del proceso de votación. Este comportamiento alimenta las expectativas tanto del elenco gobernante como del sector financiero sobre la posibilidad de regresar a los mercados de deuda en 2026.
De acuerdo con la opinión de varios operadores del mercado local consultados por iProfesional, el riesgo país debería situarse por debajo de los 500 puntos básicos de manera sostenida para que la Argentina recupere el acceso al crédito externo a tasas competitivas, un grifo que se cerró a comienzos de 2018 bajo la gestión de Mauricio Macri.
El desplome del riesgo país tras las elecciones de octubre —que bajó de 1.080 hasta los 627 puntos básicos— aceleró los tiempos, y un grupo de gobernadores ya está en conversaciones con bancos internacionales para salir a buscar financiamiento en Wall Street con bonos en dólares, una tendencia que ya iniciaron grandes empresas en los últimos días.
Es probable que las provincias se adelanten a la Nación y anticipen su regreso a gran escala al mercado internacional de deuda. Córdoba ya emitió US$ 725 millones a una tasa de interés de 9,75% anual, con un riesgo país por debajo de los 700 puntos.
Pero hay al menos cuatro provincias que tienen a Wall Street en la mira y buscarán dólares en el mercado internacional para refinanciar deuda a una tasa más baja o para fondear obras.
Por lo que pudo saber iProfesional, el jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri, busca ser el primero en retomar el acceso al mercado de capitales internacionales, y el ministro de Hacienda, Germán Arango, ya ha tenido reuniones con bancos internacionales en los últimos días.
En carpeta está la colocación de un bono por unos 600 millones de dólares con los que planea refinanciar los vencimientos de los Bonos Tango de 2026 y 2027.
"La idea es buscar esta ventana que se está abriendo con la baja del riesgo país y ver si existe la posibilidad de, al igual que el sector corporativo privado y otras provincias, salir a refinanciar la deuda y mejorar el perfil de vencimientos", dijeron fuentes cercanas al Gobierno porteño a iProfesional.
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, es otro de los que se sumará, ya que buscará refinanciar deuda por unos 800 millones de dólares. La provincia ya habría iniciado conversaciones con un grupo de bancos internacionales para explorar condiciones de mercado antes de las elecciones de septiembre, pero la incertidumbre financiera postergó las definiciones.
La provincia de Entre Ríos es otra de las que se prepara. Cerca del gobernador Rogelio Frigerio mencionan que la emisión está planificada para inicios de 2026 y que esperan lograr financiamiento a un costo más bajo que la deuda vigente. La intención es conseguir unos 500 millones de dólares el año próximo.
Otro gobernador que está con intenciones de salir a los mercados y buscar fondeo es Ignacio Torres, de Chubut, de acuerdo con lo que informó la agencia de noticias internacional Bloomberg.
El problema es que este tipo de colocaciones necesitan el aval del Gobierno nacional, y, de acuerdo con lo que pudo saber iProfesional, habrá apoyo para que los gobernadores salgan a "testear" el mercado de deuda internacional, pero desde hace tiempo advirtieron en reuniones privadas que esos dólares no deben ser usados para financiar déficits fiscales en esas provincias.
La mejora en las cotizaciones de los bonos argentinos en dólares generó una contracción superior a 450 puntos en el índice respecto de las 1.081 unidades registradas en la antesala del proceso de votación. Este comportamiento alimenta las expectativas tanto del elenco gobernante como del sector financiero sobre la posibilidad de regresar a los mercados de deuda en 2026.








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