Mauricio Macri se reunió con Andrés Fassi para cerrar una alianza contra Claudio Chiqui Tapia

Mauricio Macri se reunió con Andrés Fassi para cerrar una alianza contra Claudio Chiqui Tapia

El titular de Talleres habló en privado con el expresidente. SAD, la apuesta al cambio cultural en el negocio del fútbol. La pelea grande. El testigo radical.

 

Por Yanina Passero

Con el cuadro de Nelson Mandela que adorna su oficina como único testigo, el expresidente Mauricio Macri recibió al hombre que jugará un rol central para intentar concretar una ambición que comparte con Javier Milei: impulsar las sociedades anónimas deportivas (SAD). El presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, fue el otro protagonista de ese encuentro reservado.

El cordobés va a ser la punta de lanza en esta movida que pretende cambiar el modelo de negocio del fútbol argentino. No es la primera vez que conversan, pero la reunión del martes por la noche marca el inicio del plan para acotar las pretensiones de Claudio Chiqui Tapia.

El presidente de la AFA defiende el modelo vigente en el estatuto de la entidad: las asociaciones civiles deportivas sin fines de lucro. Algo muy alejado del modelo inglés que ilusiona a Milei o de las ambiciones privatistas que el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, le adjudicó a Macri.

 

 

El encuentro entre Macri y Fassi se produjo en medio de una semana de alto voltaje y que empieza a desnudar una red de alianzas que empezó a urdirse hace tiempo y se consolida. Por ejemplo, con Daniel Scioli, enemigo del presidente del PRO hasta hace muy poco.

Los influecers VIP de las SAD

Letra P reveló que el exvicepresidente de Néstor Kirchner y flamante secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de Milei hablaba casi a diario con Macri. La confesión la hizo a un selecto grupo de interlocutores cuando viajó a Córdoba para encabezar el Consejo Federal de Turismo de mediados de abril.

Esta semana, Scioli se mostró como un ferviente defensor de las SAD en sus cuentas en las redes sociales, pero particularmente de dos dirigentes deportivos que no ocultan su intención de darle una vuelta de tuerca al negocio, tal como quieren Milei y Macri: el protagonista del conciliábulo en la oficina de Olivos y su par de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón.

La frase con la que Scioli remata el hilo de tuits patenta el trasfondo de los fuegos cruzados, que también avivó la mano derecha de Tapia y tesorero de AFA, Pablo Toviggino. “El decreto de las SAD del presidente Javier Milei tiene fuerza de ley y está vigente”, dijo Scioli en modo operador.

Con Fassi confirmado en el equipo de Macri, Milei podría tener en esa dupla un atajo hacia la AFA en el plano del futurismo político. Con el primero, la relación se sostiene pese a las idas y vueltas, pero Fassi no tiene un peso menor en ese esquema, en especial cuando Tapia pone el foco en construir fidelidades en los clubes del interior.

La intervención en la elección interna de Belgrano que terminó con la ratificación de Luis Artime al frente del Pirata cordobés es un ejemplo. La influencia y nivel de confianza que Tapia tiene con el responsable de Instituto, Juan Cavagliatto, es otro ejemplo incluso anterior de esta movida preventiva.

El cambio cultural que quieren Javier Milei y Mauricio Macri

¿Van por AFA? Todos ellos quieren esa silla. "La organización es para la política la provincia número 25", ilustran. Sin embargo, la pelea por las SAD es el paso inevitable para “desmalezar” -dicen- el campo de juego del fútbol nacional.

Macri y Fassi hablaron de un “cambio cultural” con esta herramienta que, en definitiva, no impedirá que, si una entidad deportiva así lo desea, siga funcionando como asociación sin fines de lucro.

No obstante, el oficialismo en AFA, que tiene mandato hasta octubre de 2025, resistirá y defiende la intermediación con un proyecto que dejará al eje pro-SAD “con el culo en el aire”, según anticipó Toviggino en Twitter.

Este medio pudo saber de fuentes inobjetables que Macri está “fascinado” con Fassi. Le compra su visión de negocios y cree que puede ser una gran líder del fútbol argentino.

Cuando lo invitó a formar parte del esquema de gobierno de Cambiemos en 2015 la oferta no cuajó, pero en la guerra contra Tapia el “sí” salió fácil.

El otro cordobés que entró al despacho PRO

Cuando Fassi dejó la oficina del expresidente se topó en el pasillo con otro cordobés que despunta su pasión por el fútbol en algún potrero de barrio, cada dos años, y en campaña. El jefe del bloque radical en Diputados, Rodrigo de Loredo, saludó a su coterráneo y pasó directo.

El equipo de Mauricio Macri: Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Andrés Fassi.

Acá no se habló de las SAD, pero sí de la necesidad de que la ley ómnibus XS no se caiga. El debate se atrasa y la UCR tiene bastante que ver, en especial, porque esa bancada no está de acuerdo con la emergencia administrativa.

La reunión con el excandidato a la intendencia capitalina fue más breve que la de Fassi y, seguramente, traerá cola. Son días sensibles para el radicalismo, especialmente en Córdoba. Quince días antes del Pacto de Mayo la fuerza centenaria tendrá su clásica cumbre de Villa Giardino. Le urge definir el equipo y el colectivo boinablanca se preguntará quiénes están con Milei y quiénes no.

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