Martín Maquieyra: "Cambiemos va a hacer el gobierno más progresista de Latinoamérica"

Con 27 años, la semana pasada juró como diputado por La Pampa y se transformó en el legislador más joven del Congreso. En diálogo con Infobae, contó sus inicios en la política y cuál serán sus proyectos

Martín Maquieyra tiene 27 años, es licenciado en Ciencias Políticas, se crió en la localidad de General Pico, en La Pampa, y desde la semana pasada, es el legislador más joven del Congreso Nacional. Juró en remplazo de Javier MacAllister, "El Colorado", quien dejó su banca para asumir como secretario de Deportes de la Nación. "Decime Martín, porque la verdad a veces los títulos incomodan", responde cuando Infobae lo llama "diputado Maquieyra".

Hace poco más de dos años, cuando el PRO estaba en proceso de expansión en todo el país, Maquieyra, se sumó al equipo del "Colo" MacAllister. "Él desembarcaba en la provincia, y empezaba a hacer política, sus primeros pasos. Yo laburaba en ese momento en Desarrollo Social, acá en Buenos Aires, con gente en situación de calle, y mi 'jefe político' o mi referente, Esteban Bullrich, el ministro de Educación, me dijo 'fijate vos que sos pampeano, si podés ir y darle una mano al Colo'. Hablé con el Colo y me sumé desde el llano, a militar. Yo soy de General Pico... Fui a armar el PRO allá, que algo ya había, y empecé a acompañar al Colo, a caminar, y demás, en los primeros meses de la campaña, y cuando fue el momento de armar las listas, me invitó a formar parte. Yo en ese momento tenía 24 años, así que fui el candidato a diputado más joven del país en ese momento. Llegaba justo. Era difícil que yo asuma, porque se renovaban tres diputados y tenía que sacar 100%. Era el más joven porque vos tenés que tener 25 por la Constitución al momento de asumir, y yo justo hubiese llegado a eso. Fue toda una experiencia interesante. Yo en ese momento lo viví como algo muy nuevo, participar... Yo venía militando acá en Buenos Aires con el PRO, pero era la primera experiencia en hacer radio, hacer medios, en caminar, en tener contacto ya como candidato, así que lo viví muy contento, pero nunca imaginé 100% que iba a pasar y que iba a jurar en la cámara, hasta el otro día que juré".

-Tu jura llega dos años después de la elección....

-Exactamente. "El Colo" asume como diputado, y dos años después ganamos la elección nacional, y él toma el lugar en la Secretaría de Deportes del gobierno nacional. La que estaba arriba mío, Adriana Leher, una docente de General Acha, asumió como diputada provincial, con lo cual se alinearon todos los planetas para que yo sea diputado... La verdad que es toda una experiencia cómo se fue dando todo.

-Ahora que ya estás en la Cámara imagino que debés estar pensando en qué áreas será tu trabajo legislativo.

-Algunas de las comisiones que había solicitado participar, y finalmente quedé, fueron por cuestiones personales, afinidad que tenía con los temas, y otras por mi provincia, obviamente. Energía, por ejemplo: la segunda producción en La Pampa es el petróleo y creo que se puede trabajar un poco más en eso de una manera muy responsable. Nosotros allá en el oeste, en 25 de Mayo, tenemos un montón de yacimientos, y una parte de Vaca Muerta, ahí pegado a Neuquén. Otro es agricultura y ganadería, es la principal producción de La Pampa, que fue bastante desfavorable los últimos años, y es un tema que me interesa mucho. Mis viejos son los dos ingenieros agrónomos, así que se escuchó bastante el tema del campo allá. Ellos alquilan un campo cerca de Pico y obviamente que la vivieron complicada en su momento. Otro tema que me interesa mucho es la educación: yo laburé en su momento acá en la ciudad de Buenos Aires con el ministro de Educación. Me parece que es la base para cambiar realmente a la sociedad argentina: si nosotros tenemos una educación de calidad, podemos realmente progresar. Hay un montón de medidas que vamos a tomar con el gobierno pero lo principal es focalizar en eso. Y en ese sentido yo creo que tenemos la delantera. Yo creo que Cambiemos va a hacer el gobierno más progresista de Latinoamérica, porque que hayan empezado las clases cuando a dos meses que nosotros tomamos el gobierno cuando hacían cinco años que en la provincia de Buenos Aires no empezaban a término, es un laburo de diálogo. Siempre nos tildan de "la derecha", la verdad que Scioli no pudo empezar las clases cinco años. Imaginate si hubiese ganado, todavía estaríamos de paro, evidentemente. Pero no sólo eso, el hecho de iniciar las clases, sino también meterle mucha cabeza a la calidad educativa, con leyes que vamos a mandar nosotros al Congreso, como la obligatoriedad del jardín desde los 3 años -que hoy es a 4-...

-Esa ley la anunció el presidente en la Asamblea Legislativa. Estuviste ahí, me imagino...

-Estaba, igual, en los palcos, allá arriba, porque todavía no había asumido, entonces lo miré medio de arriba.

-¿Qué te pareció el discurso?

-La verdad que me pareció un llamado a la unidad. Comparado con otros discursos de presidentes anteriores, y la presidenta anterior, me parece que cambiamos el "vamos por todo" por el "vamos todos juntos", y ese llamado a la unidad, por salir todos adelante, es lo que va a cambiar la Argentina. Nosotros vamos a ser parte de ese gobierno, y vamos a ser parte del cambio y vamos a ser la piedra fundamental, pero si no trabajamos todos juntos con todos los partidos y tiramos para adelante y ponemos metas a largo plazo, no vamos a poder salir. Tenemos que ir todos juntos y construir esta Argentina. Yo lo veo en La Pampa, por ejemplo: el gobernador de La Pampa, Carlos Verna, no es de mi partido, podemos tener diferencias partidarias y quizás no, pero yo estoy trabajando con un montón de ministros de La Pampa, que estamos haciendo reuniones acá, y estamos tratando de generar políticas para los pampeanos. Yo todavía no había asumido pero estos últimos dos meses fui como "diputado" en potencia y laburamos un montón de cosas pequeñas quizás para Buenos Aires, pero para nosotros es clave, para los piquenses, en un cambio en la reglamentación en la zona franca de General Pico para que se pueda instalar una fábrica de neumáticos, que era un proceso que hacía dos o tres años venía dando vueltas, y empezamos a hacer llamados, y pudimos junto con el gobierno provincial y el ministro Moralejo, pudimos lograr que esa fábrica le dieran el OK para instalarse. Y ese primer paso va a generar 50 puestos de trabajo: por ahí para acá para Buenos Aires son pocos, pero para esa localidad es un montón. O el caso de la Aduana en Pico: faltaba un tramitado de cableado, recursos, qué sé yo, hicimos los pedidos pertinentes con el encargado de la Aduana de allá, y juntos logramos que en el plazo de un mes se vaya a instalar la Aduana en Pico. Ese trabajo en conjunto más allá de las diferencias políticas es lo que nos tiene que unir.

-Hablás de trabajo en conjunto: vas a tener un trabajo específicamente legislativo, en un año que se ve venir que va a ser intenso. Ya está por arrancar la discusión por la ley cerrojo...

-Me apasiona que el Congreso vuelva a ser un lugar de diálogo. Me apasiona que Mauricio haya llamado también a todos los legisladores de la oposición a que participen de estas leyes, a que sumen sus voluntades, sus opiniones, a que cambiemos las leyes que vengan de otro legislador o del Poder Ejecutivo, y que juntos podamos sacar esas leyes. Parece "piripipí", pero es central que podamos laburar leyes con la oposición, que el Congreso deje de ser una escribanía. Eso es generar un cambio en esta Argentina que está crispada. Yo lo vi también con crispación el discurso: afuera, cuando salimos vi también algún poco de tumulto, algunas discusiones, y la verdad que eso yo no quiero que la Argentina y a mi generación se la recuerde como aquellos que insultaban a un presidente. Yo no quiero que nuestros jóvenes... Me pasa un montón que nos comparan con La Cámpora y demás, y yo creo que estamos demasiado alejados de esa forma de hacer política. Cuando me tocó jurar, decidí jurar por Dios y por la Patri. Juré también por la familia, porque me parece un factor fundamental, y algo que siempre me enseñó Esteban, que la familia es lo primero, independientemente de las formas de familia -hay madres solas, padres solos, padre juntos, hombres juntos-, creo que es el lugar de contención. Y también juré por esta nueva generación que se mete en política. Estaban todos mis compañeros, pudimos llenar uno de los pisos y la verdad que fue muy emotivo. Pero esta nueva generación se acerca a la política con una forma diferente de ver cómo se administra el Estado. Casos específicos como el de Martín Yeza (intendente de Pinamar): la humildad que tuvo en bajarse el salario porque el anterior estaba cobrando 260.000 pesos. El caso de Piter Robledo, que no tuvo reparos en sentarse con la presidenta anterior. El caso de Maxi Sahonero, un pibe que viene de Lugano, que se integró y que llegó a ser legislador. Esos son los valores que realmente me representan como joven y creo que nos diferencian mucho de otros espacios y otras juventudes. Reconozco a La Cámpora, que supieron cautivar a muchos jóvenes.

-Con esa gente también van a tener que trabajar, están en el Congreso. ¿Has tenido diálogo, te los has cruzado?

-Me los he cruzado, pero obviamente que diálogo todavía no. Recién juré el otro día. De mí lado por lo menos, las puertas están abiertas para trabajar en conjunto. Pero yo creo que a los muchachos les ha picado la soberbia, y eso es lo peor que puede tener un político, y sobre todo un joven. Creo que nosotros tenemos que mirar mucho hacia el futuro, pero aprendiendo de los errores del pasado. Y la verdad que la humildad tiene que ser nuestra virtud, no creernos que porque ahora voy a ser diputado, con 27 años, voy a ser más grande y tengo que dejar de atender el teléfono, que a veces le pasa a muchos políticos. Y lo vi también ahora, el entorno donde se manejan los políticos: hay despachos que tienen el tamaño de una cancha de fútbol 5. Y vos empezás a tener secretarias, autos oficiales... Charly García decía, irónicamente, que el éxito no lo cambió en absoluto. Pero yo quiero que no nos pase eso, que el éxito -si llamamos éxito a todo lo que nos está pasando, que yo creo que es así-, no cambie nuestra forma y nuestra humildad.

"HAY DESPACHOS QUE TIENEN EL TAMAÑO DE UNA CANCHA DE FÚTBOL 5"

-Ese es un buen punto: ¿en qué cambia tu vida ser diputado?

-La verdad que no la ha cambiado mucho todavía. Obviamente, te enfrentás a algunas situaciones que descolocan a la gente. Recién cuando me preguntabas si vine en bicicleta... Yo sigo yendo al Congreso en bici, obviamente en verano voy en colectivo, por el calor, pero no pienso pedir auto para ir a trabajar. Yo vivo acá en Palermo, y pienso que esas cosas no tienen que cambiar. Obviamente que practico, trato de vivir esa humildad. Me pasó en la zona franca, en esta reunión que te contaba, que yo tengo un Fiat 600 allá en La Pampa... Y está viejo, ahora por ahí le hago un poco de chapa y pintura. Pero fui en el Fitito a la reunión, me presento en la zona franza, "vengo a ver a tal", le digo mi nombre, y el guarda me dice: "¿Vos sos el diputado? ¿En eso andás?". Y sí, es mi auto. En ese tipo de cosas no quiero que me cambie. Y la verdad es un trabajo diario de no perder ese sentido. Y me parece que a todos nos tiene que contagiar ese sentido de no cambiemos por tener un cargo. Obviamente, cambiar para mal: todo lo que nos sume, tiene mucho sentido.

-Hablaste de tu familia. Tenés un hermano "famoso" por poner en aprietos a la presidenta...

-"Poner en aprietos...". Mi hermano es Juan Ignacio Maquieyra. Es mi hermano mayor, y es para mí una guía en todo esto, nos complementamos mucho. Vivimos todos estos pasos juntos, más allá de que yo estaba allá en La Pampa y él acá. Ahora trabaja con Horacio Rodríguez Larreta, y en su momento estaba estudiando en Harvard una maestría en políticas públicas y habían armado una reunión con la presidenta. De hecho, fue bastante conocido y salió en todos los diarios (risas). Él le hizo una pregunta que la verdad me cuesta entender por qué la presidenta reaccionó así. Le preguntó si estaba pensando en cambiar la constitución para volver a ser reelecta. Y la verdad que me dolió personalmente lo que vino después, que en Twitter por todos lados, Facebook por todos lados, puteadas por todos lados, simplemente porque mi hermano le preguntó a la presidenta si quería ser reelecta. Y yo quiero vivir en un país en el que si alguien le pregunta a Mauricio Macri por Milagros Sala, Mauricio Macri no los mande a matar, no los mande a criticar y se ofenda por eso, por un tema que lo pueda poner incómodo.

-Se viene la interna por quién va a presidir la Juventud del PRO. Ahí está Piter Robledo, pero no tengo claro si hay alguien más. ¿Estás en esa carrera?

-No estoy en esa rosquita (risas). Pero sí estuvimos charlando con Piter, para mí es también un amigo de la militancia. Él me acompañó un montón en la campaña allá en La Pampa -yo soy vicepresidente de la Juventud PRO en La Pampa-, pero yo estoy para acompañarlo, porque creo que representa el diálogo y eso es central en su figura, y también su juventud. Yo creo que todos podemos cometer errores, inclusive yo -yo me voy a equivocar mucho, me va a faltar en muchos temas avanzar y capacitarme, pero me parece que tenemos que tener la tranquilidad de hacerlo. Si nos confundimos, prefiero confundirme ahora y no dentro de 20 años, cuando sea más grande y ya sea más complicado. Estamos para aprender... Y Piter es un amigo, y creo que no hay ningún otro candidato. Y si hubiera otro, si llega la instancia de la interna... Yo ya viví una interna en mi grupo de juventud, La Generación (GAP). Perdí por cinco votos con Sergio Siciliano, otro amigo, que está trabajando en la provincia de Buenos Aires. Un gran valor del grupo. Pero no hay que tenerle miedo tampoco a las internas partidarias, porque son expresiones de voluntad de cada uno que quiere ocupar un lugar de poder, y no hay que tenerle miedo a eso.

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