San Luis, en llamas: el Alberto embarra la transición y Claudio Poggi denuncia un gobierno paralelo

San Luis, en llamas: el Alberto embarra la transición y Claudio Poggi denuncia un gobierno paralelo

El gobernador electo acusa al saliente de crear entes autárquicos y nombrar funcionarios como planta permanente. Lo vincula al escrache a Bullrich.

Por: Mauricio Cantando.

"La transición no está ni bien ni mal, no existe", responden en el equipo del gobernador electo de San Luis, Claudio Poggi, ante la consulta sobre cómo está preparando su gobierno el ganador de las elecciones del 11 de junio.

Durante el mes y medio que transcurrió desde aquel domingo de batacazo, Poggi no pudo hablar con Alberto Rodríguez Saá sobre qué encontrará el 10 de diciembre. Las noticias que le llegaron no fueron las mejores: se supo que el gobernador dispuso el nombramiento de funcionarios políticos en el escalafón más alto del personal estable.

Su reacción no se hizo esperar: envió una carta documento al gobernador, a todo su gabinete, al tesorero, a la rectora de la Universidad y a los entes descentralizados para exigirles que no siguieran engrosando la planta permanente de personal, sobre la que no hay registros. Todos los intentos de Poggi por tener datos fueron en vano.

 

 

"Está en riesgo el pago de los sueldos de nuestros docentes, del personal de salud, de nuestros policías y de los demás empleados públicos de carrera”, alertó el gobernador electo.

Un gobierno blue

Poggi se alarmó más cuando supo que otra práctica del Alberto es, por estos días, la creación de entes autárquicos con personal afín, que, al no pertenecer al organigrama de la provincia, no podrán ser fácilmente controlados. En los hechos, serán un gobierno paralelo para boicotear su gestión.

Además, según explicó en un video publicado en las redes, hay un proyecto para ampliar la planta legislativa que ya fue sancionado por el Senado provincial: se crean 53 cargos de director con sueldos de 800 mil pesos. "Son nuevos ñoquis que pretenden permanecer en la estructura del Congreso provincial”, advirtió. 28 serán en Diputados y 22 en la Cámara alta.

“Si el gobernador pretende incendiar la provincia, los sanluiseños no se lo vamos a permitir y estaré a la cabeza. Cuando asuma la gobernación, voy a anular todas estas acciones”, anunció Poggi. Estas estructuras y otras que puedan aparecer podrían figurar en el Presupuesto 2024 que en agosto deberá ingresar a la Legislatura provincial, para aprobarse antes de diciembre.

El gobernador electo intentó, sin éxito, ser parte de su elaboración, pero no fue escuchado y no tendrá otra opción que asumir a ciegas. Su relación con el menor de los Rodríguez Saá no puede ser peor: fue quien lo promovió como gobernador en 2011, pero le impidió buscar su reelección cuatro años después, molesto por sus gestos de autonomía.

En 2016, Poggi se propuso ganarle. No pudo en 2019, pero en junio de este año superó al albertista Jorge Fernández, aunque necesitó aliarse a Adolfo Rodríguez Saá, enemistado con su hermano. Ahora tiene el desafío de gobernar después de 40 años de continuidad del mismo sistema de poder.

Modelo escrache

El ataque contra Patricia Bullrich ocurrido este martes durante su recorrida por San Luis fue, para el entorno del gobernador electo, un anticipo de lo que le espera desde el 10 de diciembre. "Fue el mismo modus operandi que cuando vino Larreta: muestran una supuesta manifestación espontánea pero hacen una cobertura con los medios cercanos al gobernador", explican.

En el PRO puntano cuentan que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su compañero en la fórmula presidencial, Gerardo Morales, también fueron escrachados, pero no la pasaron tan mal porque había más militantes alrededor. Bullrich solo estaba escoltada por su precandidato a vice, Luis Petri, y sus colaboradores, pero ni siquiera pudieron llegar a su lado sus precandidatos al Congreso.

Como explicó Letra P, aun con la victoria de Poggi, la exministra se negó a negociar listas únicas para el Senado y la Cámara baja nacionales y presentó las propias. Competirá con la nómina del gobernador electo, el PRO local (que preside la senadora Gabriela González Riollo) y la UCR. "Patricia se quedó con los marginales y cuando la escracharon no supo qué hacer", se lamentaban en el próximo oficialismo puntano.

El grupo que la hostigó y hasta la escupió es identificado en San Luis como jóvenes kirchneristas que se acercaron al Alberto Rodríguez Saá en el último tramo de la gestión y señalan la ministra de Género y Diversidad de la Nación, la albertista puntana Ayelén Mazzina Guiñazú, como referente de esa tropa. Pero voceros de la funcionaria negaron a Letra P cualquier relación con los manifestantes.

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