Horas después de que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, iniciara su primera incursión por la provincia de Buenos Aires y se mostrara con dirigencia macrista, socialista y la que ya ha expresado su apoyo a un frente antigrieta, el candidato de Juntos por el Cambio (JxC) a la gobernación provincial, Luis Juez, logró un golpe de efecto. El senador soporta con paciencia el pedido de un “frente de frentes” del líder del peronismo cordobesista y las versiones que apuntan a la necesidad de acuerdo con integrantes de la Mesa Nacional de la coalición, rumbo a las PASO. En la tarde de este martes, el candidato logró un mano a mano con el expresidente Mauricio Macri que desde hace tiempo se le negaba. Con esta puntada, terminó de urdir la red de apoyos de los popes de la coalición opositora.

Pese a los fuegos cruzados, Juez se garantizó el apoyo gráfico de Macri, en medio de los mensajes permanentes del gobernador a líderes del PRO. "Con esta reunión se fortalece la posición de Juntos por el Cambio frente a rumores fantasmas de frentes y alianzas ficticias", comunicó el entorno del candidato a la gobernación.

La invitación al diálogo que deslizan los alfiles del gobernador mediterráneo a los sectores más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta tal vez sea otro elemento a tener en cuenta en el análisis del detrás de escena de la imagen que sorprendió en la tarde cordobesa. Esta posibilidad eriza los pelos de la dirigencia cambiemista en Córdoba, que teme que termine primando el juego nacional por sobre los intereses inmediatos y que ubican el objetivo en las elecciones provinciales del 25 de junio.

La distancia entre el senador y el fundador del PRO es conocida y aceptada por todo el arco político desde hace ya años. El cordobés ha sido muy crítico con las actitudes del exmandatario en reiteradas oportunidades y a Macri nunca le gustaron los "permisos" que el líder del Frente Cívico se permitía a la hora de hablar de su gestión al frente del país entre 2015 y 2019.

Esos tironeos, acompañados por la buena relación entre el cofundador de Cambiemos y Schiaretti, siempre generaron ruidos en el armado opositor cordobés, que fueron aprovechado estratégicamente por el cordobesismo.

Uno de los puntos más altos de esa tensión se vivió el año pasado cuando Macri y Martín Llaryora, el candidato schiarettista a la gobernación, mantuvieron una reunión en secreto y luego de algunos meses de tranquilidad aparentemente se reavivó en el cierre de listas, cuando el cordobesismo empezó a sumar referentes del PRO a su armado provincial.

"Es un gran honor contar con el apoyo de nuestro expresidente Mauricio Macri. Fuimos los cordobeses quienes lo hicimos presidente en 2015 y cada día valoramos más su gestión. Los dos coincidimos en los problemas que hay que resolver con urgencia en nuestra querida provincia", escribió Juez al compartir la foto de la paz este martes, sin desconocer que, como Llaryora, Schiaretti apunta a sumar aliados nacionales del PRO y la UCR.