Larreta se posicionó ante los industriales como el candidato para la estabilización económica

Larreta se posicionó ante los industriales como el candidato para la estabilización económica

El jefe de Gobierno porteño dio un discurso como presidenciable con el equilibrio fiscal, la baja de la inflación y el fin de la grieta como plataforma.

 

Por Marcia Dell'Oca

Horacio Rodríguez Larreta fue el primer orador que Daniel Funes de Rioja hizo pasar al escenario en la segunda jornada de la 27° Conferencia de la UIA y se mostró como un candidato con proyección nacional y una plataforma orientada en el crecimiento económico basado en la estabilización macroeconómica y el fin de la grieta, dos de los reclamos de los industriales.

 

"Hace un año hablábamos de construir una economía sana que acompañe el crecimiento de la industria, de terminar con las falsas dicotomías -esto de industria contra el campo, lo privado contra lo público- y de construir un consenso de largo plazo que sostenga un rumbo en el tiempo", dijo respecto de lo que denominó "desafíos impostergables".

 

Al respecto, Larreta presentó una agenda completa económica desde lo impositivo y laboral hasta la apertura comercial y la estabilización monetaria con fuertes críticas al aumento del gasto público desde 2003 y al continuo déficit fiscal, así como al endeudamiento y la emisión monetaria. En otras palabras, presentó una agenda de estabilización que todos los oficialismos se resisten a hacer por sus costos sociales y recesivos de corto plazo, porque ninguno quiere ser el gobierno del ajuste. Es la misma que el sector privado productivo reclama para salir de la estanflación -con caídas y rebotes- y volver a entrar en una fase de crecimiento que se cortó en 2011.

 Larreta presentó una agenda de estabilización que todos los oficialismos se resisten a hacer por sus costos sociales y recesivos de corto plazo porque nadie quiere ser el gobierno del ajuste. Agenda que el sector productivo reclama para salir de la estanflación y volver a entrar en una fase de crecimiento que se cortó en 2011.

"Tenemos todas las condiciones para encauzar el país en la senda de un desarrollo sostenible, pero cuesta mucho llevarlo adelante en la Argentina de hoy. Ahora, es imposible pretender que crezcan en la Argentina en la que vivimos: tenemos un sistema kafkiano de regulaciones que hace que tengan que pedir permiso para todo", dijo y reafirmó su apuesta por el sector privado como motor del crecimiento y el desarrollo.

 

"Para que cada fábrica y toda la industria crezca es necesario un plan, un plan de desarrollo productivo sustentado en la estabilidad y el crecimiento económico, sustentado también en la educación que es lo que nos permite construir futuro y sustentado en reconstruir el federalismo. Sin una economía estable no hay desarrollo posible, no hay condición para invertir ni para generar trabajo ni para nada", agregó.

 

"Necesitamos un plan económico productivo que ordene algunas variables que son fundamentales para que la industria genere trabajo empezando por la estabilidad macro. No hay país en el mundo que pueda crecer con 50% de inflación sostenida porque golpea de lleno cada paso del proceso productivo y corta todas las posibilidades razonables de crédito. Hoy el stock de crédito del sector privado está en el 11% del PBI, comparable a los países del África Subsahariana; Brasil tiene el 70%. La otra cara de la misma moneda es la estabilidad cambiaria. Necesitamos un tipo de cambio estable que les permita planificar a largo plazo y que las ganancias de las empresas dependan de su capacidad productiva. Y para sostener la estabilidad tenemos que alcanzar el equilibrio fiscal. No podemos seguir gastando eternamente más de lo que recaudamos; y menos seguir sosteniendo ese agujero con más emisión, con más deuda".

Necesitamos un plan económico productivo que ordene algunas variables fundamentales. No hay país en el mundo que pueda crecer con 50% de inflación sostenida. Necesitamos un tipo de cambio estable.Y para sostener la estabilidad tenemos que alcanzar el equilibrio fiscal. No podemos seguir gastando eternamente más de lo que recaudamos; y menos seguir sosteniendo ese agujero con más emisión, con más deuda.

Estas declaraciones coinciden con el anuncio de una misión técnica a Washington para cerrar la renegociación de la deuda con el FMI con un programa a diez años. Programa que, aunque Guzmán asegure que no es de "ajuste", sino "de convergencia al equilibrio", va a demandar la estabilización macroeconómica y un acuerdo político amplio entre el oficialismo y la oposición para repartir los costos sociopolíticos de la disciplina monetaria y fiscal.

En otras palabras, el acuerdo con el FMI va a implicarle al presidente romper con algunos de los lineamientos del kirchnerismo que exacerban los desequilibrios macroeconómicos. Precisamente por eso, Alberto Fernández busca un entendimiento político con Larreta como líder opositor para llegar al 10 de diciembre de 2023

Exclusivo: Alberto explora un acuerdo de gobernabilidad subterráneo con Larreta

 

Además, Larreta también avanzó sobre el cambio de un marco normativo de largo plazo con reforma tributaria y reforma laboral incluidas, dos puntos que el oficialismo asegura están por fuera de la discusión con el FMI: "Segundo, lo que ustedes necesitan son reglas claras, estables en materia regulatoria e impositiva. Sin previsibilidad no hay confianza, y sin confianza no hay inversión a largo plazo que es lo que genera empleo" agregó.

Y continuó: "Tercero, lo impositivo. Según el Doing Business tenemos de las mayores cargas impositivas sobre la economía formal. Es imposible ser competitivos con la región y con el mundo entero si los asfixiamos con impuestos. Y tenemos que modernizar los regímenes laborales en un espacio de diálogo tripartito para generar trabajo en un país en el que hace 10 años no genera trabajo privado", dijo. En paneles posteriores Héctor Daer y Claudio Moroni levantaron el guante contra la reforma laboral.

 

Y por último, el jefe de Gobierno porteño complementó su plan económico con la necesidad de "aumentar las exportaciones, que es el motivo de este encuentro", agregó antes de exponer su visión de estrategia internacional para la integración con otros mercados y para que los industriales no se enfrenten a restricciones para la importación de insumos. Así se diferenció de la tesis de "vivir con lo nuestro" y criticó el aislamiento comercial del resto del mundo que impulsó el kircherismo cepo y DJAIs mediante, lo que redujo el comercio exterior a solo el 10% del PBI.

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