El lanzamiento de Selci, caso testigo

El lanzamiento de Selci, caso testigo

Por Gastón Garriga

Para explicar el concepto de posicionamiento en la comunicación política, el experto de origen francés Jean Luc Parodi escribió un texto titulado “Lo que eres dice tanto de tí que ya no se escucha lo que dices”. En pocas palabras, el posicionamiento no es una elección creativa ni libre, sino una construcción estratégica y condicionada, a partir de las características reales del candidato.

Para tomar solo un ejemplo recien, el de la interna de Unión por la Patria en Hurlingham, Damián Selci y su equipo de campaña —lectores o no de Parodi—, parecen haber entendido el concepto. Por lo menos eso se desprende de su primer acto masivo, el sábado en el lanzamiento de la candidatura a intendente junto con Wado de Pedro y Máximo Kirchner. Selci es, ante todo, un militante; y así se presentó. Alguien que vive en Hurlingham que, entre otras cosas, viste austeramente y manda a su hija a un jardín de infantes público. Y lo contó en su discurso. 

“Mejor que decir es hacer y mejor que pedir es ofrecer” dijo el precandidato que compite con el ex ministro de Desarrollo Social Juan Horacio Zabaleta. Para agregar enseguida: “yo vengo a ofrecer los próximos cuatro años de mi vida y de mi equipo de trabajo.” En modo Fito Páez, Selci ofrece su corazón, o al menos una parte de él traducido en un tiempo cercano. Muy en línea con la moda Fito iniciada a partir de la serie "El amor después del amor".

Al presentarse en estos términos, lo que hace Selci es una reivindicación de la militancia, asociada al concepto de vocación de servicio. Algo que era innecesario tres o cuatro décadas atrás, pero se vuelve clave en tiempos donde el discurso dominante es profundamente antipolítico. 

Selci hace campaña pero, en simultáneo, disputa el sentido, disputa el contenido de las palabras y lo hace a modo de defensa, de reivindicación de la política, algo a lo que pocos se atreven. El precandidato tiene un perfil poco frecuente entre los intendentes y aspirantes: estudió Filosofía en la universidad pública y escribió y publicó dos libros que dejan ver sus intereses, sus prioridades o sus obsesiones, "Teoría de la militancia" y "La organización permanente".

Puede hacerlo, además, porque en su breve experiencia como alcalde interino, cuando Zabaleta fue ministro entre 2021 y 2022, llevó la intendencia fuera del palacio, tuvo su oficina alternativamente en clubes, sociedades de fomento y centros de jubilados, escuchando a todos sin mirar el reloj. Trabajó a destajo y ni siquiera sus mayores críticos en Hurlingham ponen eso en duda. Esa es la confirmación de que el posicionamiento es sólido. Pasa cuando el adversario decide no discutirlo e ir por un camino alternativo.

Quienes lo sucedieron en el uso de la palabra, primero Wado de Pedro y luego Máximo Kirchner, siguieron en esa misma línea: la reivindicación de la voluntad y la vocación política, contrapuestas a “la comunicación segmentada que proponen los teléfonos” o “los que le piden una fórmula mágica a los consultores”, porque “votar no es joda”, por tomar tres frases del presidente del Partido Justicialista bonaerense.

De Pedro fue un poco más allá, al afirmar: "Cuando conocí a Damián, él no soñaba con ser intendente sino con mejorar la vida de su comunidad." ¿Qué significa? Que Selci es presentado como alguien que entiende el poder como una herramienta, no como un fin en sí mismo. (Volver a) Ser intendente sería, desde esta concepción, un paso necesario para concretar esas transformaciones, volverlas realidad efectiva. Y Wado reconoce esa virtud como parte de un ADN político.

Queda por ver cómo responde Zabaleta, qué posicionamiento plantea para antagonizar con Selci y qué hace el funcionario de Horacio Rodríguez Larreta, Lucas Delfino, además de replicar los contenidos de las campañas nacional y provincial. El partido acaba de comenzar y el resultado es incierto. Sin embargo, Selci arrancó sin mencionar a su rival interno —que quedó bastante solo en este escenario de post albertismo— ni siquiera una vez. Ni para denostarlo ni para victimizarse, dos caminos de dudosa eficacia ante un electorado cansado de este tipo de escenas. 

¿Fue un acierto aleatorio o es la línea que desarrollará el resto de la campaña? ¿Le alcanzará para vencer a la estructura municipal? Selci dice tener encuestas que lo dan como ganador . Pero Zabaleta dice lo mismo. La verdad se sabrá en apenas seis semanas. Ahora, le toca mover a Juanchi.

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