El Presidente manifiesta enorme conformidad con el rumbo económico. Las encuestas a la Casa Rosada le dan repunte igual que la actividad. Bajó la inflación, récord de blanqueo y espera un fin de año con el dólar tan calmado como los bolsillos que todavía no la ven.
Por Florencia Golender.
Tal cual dieron por terminada la inflación, en la Casa Rosada hay convencimiento de que están cerca de afirmar el fin de la recesión. El presidente, Javier Milei, tras once meses de ajuste celebra la “confianza” en su plan potenciada por el “éxito” del blanqueo, la baja de la inflación y la calma del dólar. Tilda de “econochantas” a los que aún lo cuestionan y confía que los resultados macro extenderán la paciencia de los bolsillos que todavía no la ven.
La brecha entre el dólar oficial y el blue cerró debajo del 20% en la misma semana en la que Milei se recuperó en las encuestas de imagen y festejó los depósitos en efectivo por casi 20 mil millones de dólares en los bancos por el blanqueo de capitales.
Para un gobierno al que la inversión privada local le viene demorando la apuesta a raíz del desplome del consumo, la decisión de ingresar al sistema semejante cantidad de bienes y activos no declarados es leída como una fuerte señal de respaldo.
Así traducen en la cúpula del gobierno el récord de ingresos en moneda extranjera en el sistema. La incógnita que subyace es cuánto tiempo quedarán estacionados en los bancos o si serán retirados de inmediato y para qué -esperan que sea para “mover” la economía, al menos para consumo y adquisición de bienes y no para guardarlos de nuevo en el colchón-.
Si bien el blanqueo no equivale a que el Banco Central refuerce sus reservas de manera sostenible, el mecanismo comparte escenario con el mejor octubre desde el año 2002 en liquidación del sector agroexportador (2,553 millones de dólares), operación que a raíz de las retenciones -impuestos a las exportaciones- sí ingresa divisas genuinas.
La dicha con el nivel de blanqueo igualmente es tal que, para profundizar esa “confianza”, Milei anticipó que está trabajando en modificar la legislación para destruir las bases de datos donde figuran aquellos que declararon lo que hasta ahora tenían “en negro”, sin pagar los impuestos correspondientes.
Luis Caputo: superávit, tasas y dólar
El blanqueo fue extendido y habita el mismo regocijo por la reducción del riesgo país; por la alta expectativa de que la inflación haya perforado el 3% en octubre; por el octavo mes de superávit fiscal en septiembre; y -otro factor que aporta a reducir la brecha- por la suba de las acciones y los bonos.
La bicicleta financiera -carry trade- acelera en la Argentina al ritmo de la fe del mercado en los constantes esfuerzos de Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, por garantizar tasas atractivas en dólares tanto como el cumplimiento de compromisos de pago de deuda.
Es el universo que Caputo transmitió la semana anterior en Washington en la Cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otros. Durante esa rotación, fue premiado por la revista LatinFinance como el mejor ministro de Finanzas de América Latina.
Milei aplaudió a quien ya trata como “el mejor de la historia”. Se sumó, tras reunirse con Caputo, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, al opinar que es “bien merecido, porque observamos objetivamente los indicadores económicos de Argentina y vemos la mejora”.
Más allá de la distinción, Caputo se movió en Estados Unidos con un objetivo final: cerrar un nuevo programa con el Fondo por la deuda contraída en 2018 que agregue fondos frescos.
Elecciones en Estados Unidos: Trump o Kamala
La ampliación de deuda que deslizan en la Rosada ronda entre 5 mil y 10 mil millones de dólares del Fondo. Las tratativas se retomarán posiblemente los próximos 18 y 19 de este mes en Río de Janeiro, Brasil, cuando Milei viaje a la cumbre de Jefes de Estado del G20, pasillos que suelen caminar Georgieva y su equipo.
El Presidente planea para entonces contar con apoyos claves. El más novedoso es la visita de su par francés, Emmanuel Macron, agendada para la mañana del lunes 18. Compartirá foto en la Rosada con el conductor del país europeo que ha demostrado ser un accionista del Fondo aliado de la Argentina.
Habrá ocurrido ya, además, algo sumamente importante para el gobierno: Estados Unidos, el mayor accionista del FMI, elige este martes 5 de noviembre su nuevo presidente. Si gana el republicano Donald Trump, será otro motivo de algarabía para Milei. En su entorno creen que tendría así asegurado el respaldo político para tomar más deuda con el Fondo.
Pero no desesperan si el triunfo es para la demócrata Kamala Harris. “No pasa nada”, dicen donde, con alguna visión estratégica, esperarán a las urnas para nombrar al sucesor de Gerardo Werthein, quien se desempeñaba hasta ahora como embajador en ese país y pasará a ser el nuevo canciller argentino.
Es que entre las intenciones económicas se cuelan los reajustes políticos como el que sentenció a Diana Mondino esta semana cuando Milei la echó del manejo de la cancillería por no seguir una orden, según la versión oficial.
Parece que algunas piezas del gabinete nacional todavía están en la cinta transportadora hacia la “motosierra”, aunque sin apuro aparente. El caso de Mondino era similar hasta que de su cartera salió la dirección de votar en la ONU en contra de los Estados Unidos.
Repunte en marcha
Mientras el gobierno aguarda por gestos concretos del norte y/o tantea a China, se nutre de los tres primeros proyectos de empresas extranjeras (YPF, Galan Lithium por 1.500 millones de dólares) bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Pero la joya que Milei se encargó de resaltar en la red social X fue un gráfico posteado por Ramiro Castañeira, director de Econométrica donde muestra cómo “la economía ya recuperó el nivel de actividad que dejó el kirchnerismo a fin del 2023. En abril tocó piso tras caer -2,5% y luego rebotó con fuerza en julio y agosto, recuperando toda la caída”.
Así como el vocero presidencial Manuel Adorni transmitió que para el gobierno la inflación es “un asunto terminado”, hay una fuerte presunción en la Rosada de que pronto podrán decir lo mismo de la recesión. Por lo pronto, la ARCA -exAFIP- informó que en octubre la recaudación impositiva creció por debajo de la inflación por quinto mes consecutivo.
El desplome de la recaudación afecta también a las provincias que dependen de recursos tributarios de origen nacional. Por eso la Casa Rosada aceleró para los gobernadores un nuevo Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas en el que propone una especie de canje de bienes y empresas a nombre de Nación para saldar deudas con los 24 distritos.
Habrá que ver si a las provincias les sirve ese tipo de compensación. Se discutirá al mismo tiempo que el Presupuesto y que -la reciente obsesión en Rosada en su cruzada contra la “casta”- la iniciativa de eliminar las PASO y el fin del financiamiento público a los partidos políticos. Esperan respaldo opositor a cambio de mejorar los fondos universitarios con ese ahorro.
La conformidad libertaria a medida que se acerca fin de año se evidencia también por la paciencia de los ciudadanos afectados por el ajuste y la caída del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones. Repuntó la imagen presidencial en las encuestas al alejarse el impacto por los vetos a la mejora de los haberes previsionales y los fondos universitarios.
Así se evidencia en las mediciones a pesar de las subas autorizadas para noviembre en el precio de las tarifas de luz y de gas de hasta el 2,7% y del agua potable (hasta 4%). O del incremento de hasta el 4% a los combustibles que ya rige.
Los bolsillos de los trabajadores afrontarán esas subas con actualizaciones disímiles, según cada acuerdo sectorial. Para los estatales, el gobierno de Milei otorgará un alza del 2% en noviembre y 1% en diciembre. Además, pagará un bono de $30.000. Hablando de bono, el que cobran los jubilados de la mínima continúa congelado en $70.000 y el gobierno ya confirmó que no mejorará para las Fiestas y planea mantenerlo así durante el 2025.
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