El Gobierno armó la bicicleta financiera perfecta a medida de los fondos de inversión

El Gobierno armó la bicicleta financiera perfecta a medida de los fondos de inversión

Los fondos de inversión foráneos tendrán todo simplificado para hacer carry trade y obtener una rentabilidad garantizada, a prueba de saltos cambiarios, conflictos sociales o crisis políticas. Caputo aprendió de su experiencia con el macrismo y perfeccionó la bicicleta.

Por

FERNANDO ALONSO

La administración de Javier Milei perfeccionó la bicicleta financiera y los “Hedge Funds” (fondos de inversión) ya no pasarán más zozobras y podrán facturar la rentabilidad que les prometió el ministro de Economía, Luis Caputo, por prestar dólares que se usan para financiar la fuga de capitales y que generan la apreciación cambiaria que destruye la economía real argentina.

Los fondos internacionales que participen de la licitación de la nueva emisión del Bono del Tesoro (BONTE) a 2030 tendrán acceso al mercado de cambios para repatriar el capital y los intereses desde el mismo día de la operación lo que facilita ir desarmando posiciones contra operaciones en el mercado de futuro, sin generar pérdidas de mercado por, por ejemplo, una caída del valor del bono en el mercado secundario por ventas masivas. Entre los operadores financieros hay coincidencias de que la “licitación para inversores internacionales del Bono del Tesoro Nacional en pesos a tasa fija vencimiento 2030 a suscribir en dólares estadounidenses” convocada por la Secretaría de Finanzas fue acordada con grandes fondos del exterior.

 

Caputo aprendió de la anterior experiencia, cuando como ministro de Finanzas de la administración de Mauricio Macri le vendió un bono en pesos a diez años y tasa fija al fondo Franklin Templeton para que haga carry trade pero sin garantizarle una puerta de salida. La presión de Templeton fue tan grande sobre el gobierno de Alberto Fernández que el ministro Martín Guzmán le armó dos licitaciones de bonos en dólares para suscribir en pesos y darle salida asumiendo las pérdidas de apostar endeudador de Caputo.

En este nuevo ciclo, los fondos deben ingresar los dólares al país, liquidarlos en el mercado de cambios y con los pesos obtenidos comprar los bonos que emite el Tesoro, y después vender el bono antes de tiempo o esperar a su vencimiento para hacerse de los pesos, volver al mercado de cambios y comprar los dólares para sacarlos del país. 

Caputo, un hombre con experiencia

Para evitar una nueva crisis a lo Templeton, el BCRA jugó fuerte para garantizar el carry en los distintos momentos, tanto vendiendo divisas en el mercado oficial, como en los financieros o en el mercado a futuro. Toda esa operación ahora se simplifica: el fondo del exterior compra con los dólares directamente al Tesoro el bono en pesos al tipo de cambio oficial mayorista, conocido como Comunicación A 3500, y después puede venderlo desde el mismo día para ir al mercado oficial a recomprar los dólares cuando decida salir del país.

Este mecanismo le garantiza primero un mejor tipo de cambio, ya que si por ejemplo ingresaran 1.000 millones de dólares para participar de esta primera licitación, el tipo de cambio caería al piso de la banda de flotación por la sobreoferta y recibirían menos pesos.

Ese riesgo antes del acuerdo con el FMI no existía, porque el Banco Central fijaba el valor diario del tipo de cambio y absorbía todo el excedente que no demandaba el mercado para defender el precio. En cambio, con el nuevo sistema de bandas, una sobreoferta de dólares bajaría más el tipo de cambio y el BCRA recién lo podría defender en el piso de la banda, actualmente en el orden de los 990 pesos por dólar.

Además de este mejor tipo de cambio, también le dan una garantía “PUT” para desprenderse del BONTE antes de las elecciones presidenciales de 2027 a un precio preferencial superior al valor de mercado, que seguramente se ejecutará si el oficialismo llega con pocas chances de reelección o en un clima convulsionado política o socialmente. En la licitación se sabrá la tasa que pagará el BONTE 2030, un título largo comparado con la duración del resto de la deuda emitida por el Tesoro, y a partir de ahí la rentabilidad que tendrán en dólares la inversión, que podrán garantizar inmediatamente comprando cobertura en el mercado del dólar futuro, donde opera el Banco Central.

Así, un fondo que ingrese con por ejemplo 200 millones de dólares podría armar un esquema de salida antes de las elecciones legislativas de este año, ya que tendrá acceso inmediato al mercado de cambios y precio garantizado por la cobertura. O podría armar un esquema de salida escalonada, disponiendo la liquidación del bono en el mercado secundario por el equivalente a  20 o 30 millones de dólares mensuales, lo que podría ser absorbido por inversores locales sin que se desplome el precio.

Habrá que ver cual es la tasa de cierre, que es la variable que se licita, pero en principio nadie espera que participen más de tres o cinco Hedge Funds que ya tengan acordado con Caputo la rentabilidad y el esquema de salida.

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