El peronismo se impuso en la provincia con su mejor elección legislativa desde 2005. La derrota de Milei debilita al Gobierno de cara a octubre.
Por primera vez en la historia, la provincia de Buenos Aires desdobló sus elecciones legislativas de las nacionales. La decisión, que había sido cuestionada por sectores de la oposición, terminó avalando la estrategia del gobernador Axel Kicillof: el peronismo logró un triunfo histórico, con más del 47% de los votos, una diferencia de más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza, que apenas superó el 33%. Fue la mejor elección del justicialismo desde 2005 y un duro golpe para el Presidente Javier Milei.
El mapa bonaerense mostró un predominio claro de Fuerza Patria. En la Primera y Tercera Sección Electoral, las más populosas del distrito, el peronismo arrasó con diferencias contundentes.
El oficialismo nacional solo logró salvar la ropa en la Quinta y Sexta secciones, donde intendentes aliados como Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) y Oscar Liberman (Bahía Blanca) pudieron contener la caída libertaria. Sin embargo, esas excepciones no alcanzaron para revertir la magnitud de la derrota.
La decisión de Kicillof de separar la elección bonaerense de las nacionales resultó un acierto estratégico. Los comicios no solo definieron la renovación de 46 diputados y 23 senadores provinciales, además de concejales y consejeros escolares, sino que funcionaron como un verdadero plebiscito sobre la gestión de Milei. El veredicto fue claro: el electorado bonaerense le dio la espalda al proyecto libertario.
El contraste con el oficialismo nacional quedó en evidencia también en la campaña. Mientras Kicillof logró ordenar al peronismo detrás de una lista de unidad, Milei afrontó fugas de intendentes y fracturas internas en la conducción de su fuerza.
En la recta final de la campaña, el Gobierno nacional llegó golpeado por turbulencias financieras y por el escándalo Spagnuolo en el área de Discapacidad, que salpicó a la familia Milei. A eso se sumaron las peleas dentro de LLA entre los dirigentes “territoriales” que responden a Karina Milei y Martín Menem, y el grupo de “Las Fuerzas del Cielo”, alineado con el asesor Santiago Caputo.
Con este escenario, el resultado bonaerense se transformó en la peor noticia para Milei desde que llegó a la Casa Rosada. En lugar de un espaldarazo político, el Presidente se encontró con un voto castigo que desnuda su debilidad en el principal distrito del país y que amenaza con condicionar su futuro inmediato.
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