Los que fueron al "matadero", la puja por un ministerio clave, el "guiño Guzmán" y el giro de Kicillof que salvó a Katopodis

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El cierre de listas terminó de delimitar la nueva hoja de ruta del Frente de Todos. Ganadores, perdedores y la puja por los ministerios que ya arrancó.

"Todos unidos triunfaremos", repiten cada vez que pueden los principales referentes del Frente de Todos. Lección aprendida: el peronismo ya demostró en 2019 el contundente impacto de la unidad en las urnas. Pero dos años más tarde, el armado de listas para las legislativas obligó a la coalición gobernante a llevar adelante el "reloteo" de la gestión, momento que muchos esperaron con tenedor y cuchillo en mano. Diez días de rosca, internas, carpetazos y pases de factura que se mantuvieron bajo siete llaves. "Ya aprendimos que las discusiones se dan puertas adentro", reconocen desde las tres patas del Frente. Los vencedores y vencidos que dejó el armado de las listas, los acuerdos que sorprendieron a muchos y el efecto de la "espada adoctrinadora".

Mientras Alberto Fernández optó por hacer base el viernes en Olivos junto a un reducido grupo de colaboradores; Máximo Kirchner, Sergio Massa y Eduardo "Wado" de Pedro hicieron lo propio desde el Congreso y Balcarce. Lo que pocos saben, por ejemplo, es que la candidatura de Gisella Marziotta -que irá en la Ciudad después de Leandro Santoro, pese a las fuertes resistencias internas que tiene la ex periodista- se terminó de cocinar en horas de la noche, tras la visita de Víctor Santa María a Olivos.

Hubo otra reunión secreta de la que nadie habló. Y fue, tal vez, la que terminó de salvar la cabeza de Gabriel Katopodis, uno de los ministros con mejor gestión del Gabinete e indiscutible hombre de la mesa chica del presidente. El jueves, Massa, Máximo, Katopodis y Juan Zabaleta discutieron los lugares en las listas. "Desde el cristinismo pedían a un ministro fuerte, pero la candidatura de (Santiago) Cafiero ya estaba descartada para ese momento. Alberto se impuso, pero le costó alto", sostienen.

Lo interesante de esa charla en "modo TEG" no fue tanto la continuidad de Katopodis a cargo de la cartera de Obras Públicas -uno de los ministerios que será clave para la denominada "fase 2" de gobierno-, sino el giro inesperado de Axel Kicillof que terminó por "salvarle las papas" al funcionario que Cristina quería en la provincia de Buenos Aires. "Si Katopodis iba segundo, Gollan terminaba tercero en la lista y Axel no quería saber nada con eso", reconocieron.

Y ahí se encendió la lamparita doble. El ministro de Obras Públicas entendió que esa podía ser su carta de escape a la candidatura, mientras que Máximo capitalizó otro movimiento clave: en La Plata y desde La Cámpora ponderan la labor del ministro de Salud bonaerense durante la pandemia. "Se puso al hombro mucho más que la gestión de la pandemia, porque no nos olvidemos que los ataques mediáticos fueron intensos y que, además, hubo que salir a dar una batalla contra la desinformación de los principales medios", aseguraron en off.

 

 

Quien intentó ganar fuerza casi desde el día en el que juró como ministro de Seguridad bonaerense fue Sergio Berni, cuyas ambiciones políticas son públicas y lleva meses marcando distancia con el Gobierno nacional -las críticas en los medios dirigidas al presidente y a todos sus funcionarios ya son moneda corriente-. "Imponer a Tolosa Paz tuvo algunos costos", reconocen, al tiempo que señalan: "Así que les dejaron poner a la mujer de Berni". 

Tolosa Paz terminó encabezando la lista, una victoria celebrada por el albertismo, pero que tuvo sus consecuencias internas. "Le queda grande. Va a necesitar mucho apoyo de Cafiero durante la campaña", sostienen. En efecto, todas las encuestas que circularon por las tres principales mesas de la coalición lo daban al jefe de Gabinete como uno de los mejores candidatos para estas elecciones. Pero perder a quien le lleva el día a día de la gestión no era una opción para el presidente.

Y así, como quien no quiere la cosa, muchos de los "funcionarios que no funcionan" parece que encontraron finalmente "otro laburo". La salida de Daniel Arroyo del Ministerio de Desarrollo Social fue otra de las derrotas que sumó Alberto, pero la candidatura dejó un sabor de victoria en la cartera de Economía. "A Arroyo le costó caro el haber pedido públicamente un salario básico para los sectores más vulnerables. Esa fue una victoria de Guzmán, al que también le dieron mucho antes de la campaña", reconocen.

¿En manos de quién quedará el Ministerio? Por estas horas, todos los números los tiene Andrés "Cuervo" Larroque; lo que implicaría otro poroto para la gestión de Kicillof en territorio bonaerense y, desde ya, la consolidación de La Cámpora en otra de las carteras que será clave para la denominada "etapa de reconstrucción" post pandemia que, en caso de mantenerse las proyecciones de los infectólogos con respecto al escenario sanitario del país, podría comenzar en el mes de octubre. "Desde ahí le van a meter mucha presión a Guzmán para que no replique recetas de ajuste".

Una vez que se defina el reemplazo de Arroyo, llegará el turno de la salida de Matías Kulfas, quien abandonaría el Ministerio de Desarrollo Productivo como moneda de cambio electoral. "Tal vez no suceda en lo inmediato, pero su salida ya es un hecho", confirman desde ciertos sectores de la coalición. Cristina también tuvo algunas derrotas: quería que quien acompañara a Santoro en la Ciudad fuera Lorena Pokoik, pero Santamaría logró imponer a Marziotta. Igual, la legisladora entró cuarta.

El viernes, mientras Alberto seguía de cerca el armado desde Olivos, Cristina se reunió con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. "Alberto lo puso a Rossi y el candidato de Perotti es Mirabella. Van a PASO y Mirabella lleva a la senadora María de los Ángeles Sacnun con anuencia de Cristina", reconocen. La cumbre con la vicepresidenta fue para limar las asperezas: el presidente está enojado con el gobernador y desde el entorno de la propia ex presidenta reconocen que el pacto es "una rareza".

Callado y enfocado en su propio armado, Massa busca revitalizar al Frente Renovador (y posicionarlo como la 'tercera vía' dentro del Frente de Todos) y se encargó de poner en las listas gente "a diestra y siniestra". No son pocos los miembros de la coalición gobernante que anticipan la que consideran podría ser una jugada del presidente de la Cámara de Diputados para seguir ampliando su base territorial (en especial en la provincia de Buenos Aires).

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