Fernando Gray recurrirá a la Justicia para impugnar el avance de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense

El intendente de Esteban Echeverría debía estar al frente del partido hasta fines de 2021, pero el líder de La Cámpora -avalado por Alberto Fernández- logró el apoyo de varios dirigentes peronistas para adelantar las elecciones internas. El fallido intento de mediación desde Casa Rosada y el malestar de intendentes del conurbano con las formas del kirchnerismo.

Por: Matías Russo Coroman.

Fernando Gray resiste los embates de La Cámpora en el peronismo bonaerense. El intendente de Esteban Echeverría y vicepresidente del Partido Justicialista recurrirá este lunes a la Justicia con el objetivo de impugnar el avance de Máximo Kirchner en el partido. El jefe del bloque de diputados del Frente de Todos sumó el pasado sábado el apoyo de varios dirigentes y logró consenso para adelantar las elecciones.

En 2017 las heridas de la derrota frente a Macri y Vidal dos años atrás aún seguían frescas en el peronismo de la provincia de Buenos Aires. Justicialistas y kirchneristas se pasaban factura por los errores del pasado y se reprochaban el rol que asumían frente al macrismo. De hecho, La Cámpora no quiso incorporarse al PJ y decidió jugar por fuera con Unidad Ciudadana. Desde ese año Gustavo Menéndez y Gray -con el respaldo de los principales intendentes del conurbano- alternan la presidencia del partido: los años pares lidera el jefe comunal de Merlo, los años electorales el de Esteban Echeverría.

Siguiendo el acuerdo de alternancia, Gray debía en 2021 estar al frente del peronismo provincial. Tendría que haber asumido a fines del año pasado y presidirlo hasta diciembre del corriente. Sin embargo, en noviembre Eduardo “Wado” De Pedro se comunicó con él. Palabras más, palabras menos, el ministro del Interior le trasladó la decisión de Casa Rosada de que Máximo Kirchner asuma como titular del partido por lo que debían adelantar los comicios, programados en principio para el 31 de diciembre.

La idea original era que coincidiera con la fecha de asunción de Alberto Fernández como líder del justicialismo a nivel nacional, prevista para el 21 de marzo. Desde lo simbólico, para el Jefe de Estado es una forma de fortalecer la unidad. Su presidencia y la de Máximo, un gesto de equilibrio en la coalición de gobierno. Para Máximo, una puerta de cara al 2023: refuerza con intendentes, gremios y organizaciones sociales el principal capital político de su madre, la provincia de Buenos Aires.

Institucionalmente el mandato de Menéndez-Gray se encuentra vigente. “Debían respetar el tiempo y las formas”, dicen en el entorno de la actual conducción del PJ, molestos con los modos del kirchnerismo duro.

Desde que se acordó que Kirchner debía llegar a presidir el partido, la tensión entre La Cámpora e intendentes peronistas se mantuvo latente. Gray, por su parte, optó por el silencio. Se guardó de hacer declaraciones que afecten al espacio pero lanzó una batería de mensajes subliminares cuyo destinatario fue el hijo de la vicepresidenta. Con doble sentido, anunció en sus redes sociales un programa de forestación en su municipio acompañado de la frase: “Yo me planto”. Luego a modo de homenaje citó una frase de Hugo del Carril, para reforzar su posición: “Un día dije planto y ese día me planté”. Por último, disfrazó la interna que se profundizaba en el PJ con un mensaje de fin de año destinado a los vecinos: “Vienen tiempos distintos, tiempos de diálogo, de consensos. No de imposiciones. Vienen tiempos de respeto a las instituciones democráticas en la pluralidad y la diversidad”.

Gray se encuentra cercado pese a que resistió durante tres meses los embates para que de un paso al costado. Es que para que se de la llegada del jefe de los diputados oficialistas, debe renunciar la mitad más uno del Consejo del Partido Justicialista bonaerense. Con 48 miembros y 24 suplentes, si renuncia un titular debe ingresar su reemplazo. Luego, el Consejo tiene que declarar la acefalía del partido y, una vez pasados 60 días, convocar a elecciones. Este proceso se vio alterado el último fin de semana. Dirigentes que por lo bajo se mantenían reacios a la llegada de Kirchner, ahora ceden ante la presión de la cúpula del Frente de Todos. El sábado en el Consejo - que se realizó vía Zoom- el líder de La Cámpora consiguió el apoyo de varios intendentes que fueron convencidos para convalidar el adelantamiento electoral para el próximo 2 de mayo.

En la previa del encuentro donde se definió la fecha, desde Casa Rosada intentaron mediar para que Gray acepte la voluntad de Alberto y Máximo. Fue Santiago Cafiero quien llamó al jefe comunal de Esteban Echeverría para persuadirlo de no judicializar la candidatura del hijo de la vicepresidenta. No hubo caso. Molesto, Gray no participó de la reunión virtual e instruyó a su equipo legal para que hoy a primera hora se presenten en el Juzgado federal con competencia electoral de La Plata para impugnar la decisión de adelantar los comicios. Dato particular: será el primer caso de Alejo Ramos Padilla, que asumió en el cargo el viernes pasado.

Gray optó por el silencio hasta este fin de semana. Entiende que la convocatoria del Consejo no cumple con requerimientos mínimos y que además se realizó vía WhatsApp apenas 48 horas antes. “Al margen de las cuestiones legales, por respeto, el Partido Justicialista cuenta con 70 años de historia”, declaró en diálogo con Infobae.

Además cuestionó el timing de la interna mientras la Argentina se encuentra sumida en plena campaña de vacunación y atraviesa una profunda crisis económica: “No comparto dar esta discusión en este momento del país. No es correcto cuando tenemos problemas tan graves como la inflación, el desempleo, la pérdida de poder adquisitivo, el tema con las vacunas, el inicio de las clases... es una agenda inmensa que no está para discutir la interna del PJ, está totalmente desfasada de la realidad que vivimos millones de argentinos”.

Gray no quiere personalizar en nadie su reclamo. No habló ni con Alberto Fernández, ni con la vicepresidenta, ni con su hijo. Apela a su pertenencia al PJ: “Nunca me he corrido un milímetro del partido, nunca integré otra lista”. “Fui fundador del Frente para la Victoria, reivindico a Néstor Kirchner, rescato las cosas buenas que ha hecho Cristina, pero no comparto esta forma de hacer política: sin diálogo, con prepotencia, con imposiciones”, enfatizó.

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“Yo me planto”, decía meses atrás de forma subliminal. Hoy habla con firmeza aunque él sea la única cara visible del reclamo que comparten otros intendentes pero que por pragmatismo, tras el aval de Alberto Fernández a Máximo, no emiten opiniones públicamente: “Entro y salgo por la puerta, no por la ventana”. “Hay que respetar que se cumplan los mandatos y hacer las cosas como corresponde, no podemos construir un espacio político con estas formas”, insiste.

Con el adelantamiento de los comicios, los miembros del partido tendrán tiempo hasta las cero horas del próximo 16 de marzo para presentar a los candidatos. Kirchner apunta a lograr una lista de unidad que reciba el apoyo de todos los jefes comunales del PJ. Sin embargo son varios los intendentes peronistas que públicamente afirman estar de acuerdo con el desembarco del líder de La Cámpora pero que en privado no ocultan su malestar por los modos con los que el kirchnerismo duro avanza en sus municipios y ahora en la conducción del partido.

Mientras el mundo de la política estará expectante del discurso que brindará el Presidente frente a la Asamblea Legislativa, en La Plata Ramos Padilla habrá recibido formalmente la solicitud para impugnar el avance de Máximo Kirchner.

- ¿Afectará a la unidad del Frente de Todos en medio de las Legislativas 2021?

- Es una situación que yo no provoqué, di sobradas muestras de unidad del frente que integro pero no voy a permitir que me pasen por arriba-, avisó Fernando Gray desde su resistencia.

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