A destajo, ya se trabaja en las metas para el segundo trimestre

A destajo, ya se trabaja en las metas para el segundo trimestre

Por Carlos Burgueño

Superado el primer, y más fácil, examen pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ejecutivo comienza a organizarse para la segunda, y mucho más difícil, misión del organismo financiero. Como adelantó este medio, no hubo problemas administrativos para que Argentina tenga aprobadas en el board del Fondo las metas del primer trimestre del año; lo que sucedió el viernes por la tarde de Washington.

Sin embargo, ese aval vino acompañado por reproches directos de parte de los países miembros del directorio, que tomaron muy en serio las advertencias que por escrito dejó en claro el director gerente para el Hemisfério Occidental, Ilan Goldfajn, sobre la marcha del programa argentino. El brasileño-israelí habló por escrito con sinceridad ante los países del board, aclarando que si bien la Argentina había cumplido con cierta tranquilidad las metas del primer trimestre (en realidad el sendero para llegar a cerrar el 2022), los números y porcentajes del segundo trimestre ya comienzan a complicar el Facilidades Extendidas cerrado y aprobado por el mismo directorio el 25 de marzo pasado. Y que si no hay cambios profundos en el período julio-septiembre que está por comenzar, el país se encamina a un incumplimiento general.

Fue así que la aprobación del viernes vino acompañada por un largo sermón de advertencia de parte del directorio, sobre los próximos pasos de restricciones fiscales que deberá adoptar el país, no para superar la meta del segundo trimestre, sino para cerrar el Facilidades Extendidas durante el 2022. Hubo una estrategia que en general benefició al Ejecutivo.

En lugar de dejar que las críticas las hagan los embajadores de los países miembros, las embestidas vinieron del paper presentado por Goldfajn elaborado sobre la base de lo que en las audiencias virtuales de mayo recogieron la directora adjunta para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y el encargado del caso argentino, Luis Cubeddu. El hecho de ser el director para el Hemiferio Occidental quien haya llevado las quejas sobre Argentina, fue un contenedor para que no haya embestidas mas potentes desde los países miembros del directorio. Al menos esa era la lectura que se hacía desde Buenos Aires el viernes por la tarde.

Ahora la mira del ministerio de Economía está puesta en la próxima misión del organismo; la que, si las cosas salen como se esperan en Buenos aires, se concretaría a fines de julio o en la primera quincena de agosto. No mucho más allá. Esto será, una vez que venza el segundo trimestre del año, cuando los números y porcentajes locales ya comenzaron a descalibrarse y colocarse en un foco de desequilibrios generales. El Gobierno reconoce esta realidad, pero confía en la promesa que desde Washington se le hizo el viernes al país: que cualquier alteración de las metas y objetivos por los incumplimientos criollos; se resolverán a año completo. Dicho de otra manera, si el acuerdo se incumple, será evaluado por el organismo que maneja Kristalina Georgieva en el primer trimestre del 2023. Y no en el segundo semestre de este ejercicio, lo que implicaría problemas extras para el país.

Es con la confianza sobre esta presunción, que desde el Palacio de Hacienda se informó un déficit fiscal primario en mayo de unos $162.412 millones, impulsado por un incremento del gasto de 90%, revirtiendo además un el superávit de $25.714 millones en el mismo mes del 2021; período en el que operó de manera positiva en la recaudación el Aporte Solidario y Extraordinario, por unos $80.234 millones, dinero que este año no existió y que, de todas maneras, no hubiera servido para terminar los ingresos y gastos en azul.

En términos reales, los ingresos del fisco nacional cayeron un 1,3%, mientras que el gasto primario subió un 17,2%. Según aclaró Economía, el déficit fiscal acumulado entre enero y mayo alcanza hoy el 0,56%; mientras que si se repitiera el panorama este mes, el dato final se acercaría al 1% en el primer semestre del año.

El Ministerio de Economía afirma que pese al crecimiento, la proyección para el 2022 aún mantiene el equilibrio con la pauta de un déficit primario final de 2,5% sobre el PBI según lo pactado con el FMI; y que no debería haber alarmas en la relación con el organismo. Y, en consecuencia, en la aprobación de la meta pactada con el Fondo. Sabe sin embargo Economía que esto dependerá que el FMI mantenga su visión sobre el primer trimestre, y no considere como inválidos la contabilización como ingresos de las rentas de propiedad por emisiones primarias y rentas de deuda pública. Según la mayoría de los analistas privados estos ingresos corresponden a una “contabilidad creativa” y no a recaudación real.

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