El llenado del Gasoducto Néstor Kirchner comenzará este martes con el primer segmento y seguirá por los próximos diecinueve días hasta llegar a su inauguración el 9 de julio. Se trata de la obra emblema del gobierno de Alberto Fernández con el objetivo de conectar Vaca Muerta con los principales centros de consumo, lo que permitirá ahorrar USD6.000 millones en los próximos 18 meses de importaciones energéticas y avanzar en una nueva logística nacional del gas que se complementará con la reversión del Gasoducto del Norte y, más adelante, la conformación de un polo exportador de gas natural licuado (GNL).  

La primera etapa de barrido y presurización será por los primeros 29 kilómetros del gasoducto de 573 kilómetros que une Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires) y ya permitirá la llegada de gas de Vaca Muerta a Buenos Aires reduciendo la dependencia de la energía importada. En efecto, los cálculos oficiales hablan de un ahorro de USD2.100 millones en la segunda mitad de 2023 y, dependiendo del precio internacional, otros USD4.000 millones en 2024. Hasta el año pasado, un 16% del gas consumido por hogares e industrias en el país llegó licuado en barcos para su posterior regasificación e inyección en las plantas de Escobar y de Bahía Blanca.

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La obra, originalmente planificada para 2018, pasó a ser el emblema del gobierno de Alberto Fernández, que la puso como prioridad en materia de reforma estructural para resolver la crisis de balanza comercial y la falta de divisas. Primero bajo la gestión de Martín Guzmán y luego bajo el ala de Sergio Massa, la construcción del gasoducto fue entendida como el punto de partida de una reconfiguración de la logística energética nacional. De hecho, Massa le cuestionó a Macri que la postergación de esta obra en pos de la reducción del déficit le terminó costando a la Argentina casi USD8.000 millones solo de importaciones de GNL.

La obra tuvo un costo del orden de los USD2.500 millones bajo la conducción de Enarsa y estuvo lista dentro de los diez meses, pese a algunas demoras por inclemencias climáticas y la falta de algunos materiales.

La segunda  etapa de llenado del gasoducto será en 25 de junio y antes de fin de mes se habrá completado el llenado de los primeros 145 kilómetros. El 4 de julio, en tanto, será la  habilitación del segmento que va del kilómetro 145 al 285 y el 8 de julio del que va hasta el 570. Así, para el 9 de julio quedó agendada formalmente la inauguración oficial del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Fuentes del sector adelantaron a este medio que el acto inaugural dará protagonismo, si no al candidato de Unión por la Patria,  a los candidatos de sus vertientes mayoritarias.

Hacia adelante, resta la construcción de una segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner desde Salliqueló hasta San Jerónimo (Santa Fe)  de 467 kilómetros, cuyo comienzo se planificó para fin de año con la intención de que esté en funcionamiento para el próximo invierno. Desde Salliqueló tambien será la conexión con  la red proveniente del puerto de Bahía Blanca. Con esta obra, más las reversión del sentido de circulación del Gasoducto Norte –que trae gas desde Bolivia- el país podría pasar a tener abastecimiento garantizado sin sacrificar divisas y garantizándoles a las industrias la provisión energética continua poniéndole fin a un ciclo de cortes programados de energía todos los inviernos  originado por el declino en la producción gasífera de 2003.

El otro punto subrayado por fuentes oficiales no es solamente la disponibilidad energética sino su impacto sobre la competitividad en un mundo en el que, por los conflictos en Europa oriental y la tensión con Oriente Medio, el precio de la energía puede encarecer rápidamente la producción. De hecho, hay varios estudios que proyectan la posibilidad de instalar plantas licuefactoras para la carga de buques con GNL del orden de los USD5.000 millones (y no menos de cuatro años de construcción) para pasar a exportar gas por el Atlántico en complementariedad a las exportaciones trascordilleranas. Sin embargo, la falta de acceso al financiamiento privado y la inexistencia de un marco legal que garantice a empresas extranjeras el suministro carburífero para la venta al resto del mundo en lugar de al mercado interno ha demorado que empresas internacionales encararan estas obras.

Por lo pronto, la secretaria de Energía, Flavia Royón, detalló que con los USD540 millones de CAF, más del 75% del financiamiento para reversión del Gasoducto Norte está asegurado y el resto podría ser cubierto con fondos estatales si no se llega a conseguir fondeo privado “dada la urgencia y prioridad” de la obra.