Tras la derrota de la lista de Horacio Rodríguez Larreta, donde iba como candidata al Parlasur, Elisa Carrió se refugió en el reposo médico – tras un incidente coronario en Santa Fe – y abandonó definitivamente la campaña nacional y las provinciales.
Ezequiel Spillman
En su entorno aseguraron a PERFIL que seguirá casi sin moverse de su hogar y que, a pesar de algunos diálogos con el jefe de la campaña bullrichista, Juan Pablo Arenaza, no tendrá ninguna participación en la campaña nacional de JxC.
Tampoco hubo manifestaciones púbicas, siquiera en redes sociales, apoyando a Patricia Bullrich. Tampoco felicitó a Leandro Zdero, el gobernador elector de la UCR en Chaco, su provincia natal. No había hecho campaña por él tampoco.
A pesar de ello el 5 de septiembre el partido Coalición Cívica que preside el diputado Maximiliano Ferraro acordó darle el apoyo a Bullrich y una semana después los principales dirigentes de la fuerza se reunieron con ella gracias a los buenos oficios del coordinador de la campaña nacional bullrichista, el ex viceministro del Interior, Sebastián García de Luca.
Pero Carrió siguió en silencio. Eso sí: recibió a Larreta hace algunos días en su domicilio. Pero su inactividad pública se muestra ostensible.
Siquiera le respondió ella misma a Guillermo Francos, virtual ministro del Interior de Javier Milei, quien la tildó de “desgracia para la política” y de haber hecho “muchas denuncias falsas”. Solo se limitó a retwittear a varios de sus colaboradores.
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