La caravana desde adentro: Miles de personas con miles de motivos

La caravana desde adentro: Miles de personas con miles de motivos

Buenos Aires/12 habló con la multitud que acompañó la caravana: sus razones para votar y militar, sus deseos cumplidos y sus cuentas pendientes.

 

Por Gastón Garriga

 

“Vengo porque soy de Quilmes de toda la vida y nunca vi en mi distrito algo como lo que están haciendo Mayra y Axel”, cuenta un grandote con remera de la UOM. “Queríamos armar un comedor y nos ayudaron a conseguir la personería jurídica, se pusieron a disposición y hoy estamos funcionando. Somos La olla del Moreno, porque usamos la sede del club Mariano Moreno. Nunca habíamos tenido tanto apoyo”.

Más tarde, consultado al respecto, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, sostuvo que “muchos militantes sindicales nuestros tienen en paralelo otras actividades, por ejemplo sociales. Nace de ellos, pero nosotros insistimos mucho en que hay que observar la realidad de manera integral, no podemos mirar sólo lo nuestro”.

“Yo quiero agradecerle a Axel por el edificio nuevo del profesorado”, dice Eva, docente y militante de SUTEBA. Se refiere al Instituto de Formación Docente Nro 54 de Varela. “El edificio original es del siglo XIX. El gobierno está haciendo una sede nueva, pero además está arreglando la que tenemos. Era un pedido histórico, de muchísimos años”, completa. “Yo soy del Barrio La Sirena, ahora necesitamos que entube el arroyo que lo cruza”, dice la compañera junto a ella. Cada uno tiene algo que agradecer y algo para pedir, para el futuro inmediato.

Caravana en serio

La del sábado, organizada y protagonizada por los principales candidatos de Unión por la Patria, a lo largo y ancho de los principales distritos de la tercera sección electoral, fue la primera “caravana en serio” de la campaña electoral.

“Caravana en serio” porque recorre una distancia de 120 kilómetros, no un par de cuadras, que pone a prueba la resistencia física y el humor de los dirigentes, porque resiste una toma aérea (o más) y porque lo que cuenta es el hecho en sí mismo, más que su reflejo en las redes. Y porque es imposible de montar o escenificar.

Es decir, es una prueba real, un termómetro de la reacción popular, y una vuelta a la dimensión artesanal de la política: los dirigentes frente a la multitud, con su carisma, su oratoria, su chispa o su carencia, pero sin mediaciones, recortes ni protecciones artificiales.

La triple frontera

A media mañana, el gobernador, los intendentes de Berisso, Fabián Cagliardi, de Ensenada, Mario Secco y quien fue presentado como el “futuro intendente de La Plata”, Julio Alak, le hablaron a la multitud de militantes de los tres distritos que se sumó a la convocatoria. El clima era festivo y el cielo acompañaba. 

Las tensiones entre bandas que dominaron al peronismo platense durante alrededor de una década parecen haber sido superadas, a la luz de una candidatura competitiva, que cuenta con el apoyo del gobernador y de los intendentes de las localidades vecinas.

Recorrieron el camino General Belgrano, Axel Kicillof en el Clío más famoso, con Carlos "Carli" Bianco al volante, los demás en micros, combis y autos particulares, varios candidatos y dirigentes en el Seccomóvil, el micro abierto que permite tener un contacto más directo y fluido con la gente que desde la vera del camino saludaba, sacaba fotos y agitaba banderas. El gobernador empezó a devolver los saludos asomando la mano, luego la cabeza y por último casi medio cuerpo, para preocupación de la custodia y las motos de la organización de la actividad que lo acompañaban.

La primera parada fue en el cruce de Varela, una suerte de triple frontera entre Florencio Varela, Berazategui y Quilmes. Fue muy impactante la vista aérea, desde el puente, de las columnas provenientes de los distintos distritos convergiendo hacia el mismo punto. Allí, alrededor de un pequeño escenario, la multitud esperó a sus candidatos.

Tras unos discursos breves pero encendidos, de los intendentes, del diputado nacional Julio Pereyra y por último del gobernador, todos vuelven a sus vehículos. Nada de autopistas. El recorrido, ahora por la avenida Monteverde y luego por el Camino de Cintura, deja atrás Quilmes Oeste y atraviesa Almirante Brown, Esteban Echeverría y finalmente llega a La Matanza.

La geografía de esas arterias explica la fortaleza del peronismo en estas latitudes. Entre barrios populares, industrias, galpones, baldíos, talleres y parrillas al paso, uno encuentra obras de repavimentación, ensanche, cloacas, hospitales como El Cruce de Varela o el Néstor Kirchner y el Alberto Balestrini de La Matanza o universidades y centros universitarios.

El conurbano no es sólo el corazón productivo de la provincia y del país ni el principal perjudicado en el desigual reparto de la coparticipación: es una zona que era rural o semirural hasta hace apenas medio siglo, que se pobló de manera rápida, espontánea y no planificada. Lo que tiene, mucho o poco, a nivel infraestructura, se lo debe al peronismo.

El tramo final es en La Matanza. Más específicamente, en el barrio Dorrego de González Catán. A pocos metros de la ruta 3, los candidatos se suben a unos camiones abiertos que trajo el intendente Fernando Espinoza. Allí están los ministros Sergio Berni, Walter Correa, Nicolás Kreplak, la vicegobernadora, y ahora anfitriona, Verónica Magario, el diputado Máximo Kirchner, y el gobernador, claro. Las calles del barrio son más estrechas que los caminos de la zona sur y la multitud se vuelve más abigarrada. Desde el camión, algunos se divierten tirando merchandising a los que caminan, todo a paso de hombre.  

Francisco, que todavía no tiene 30 años, afirma con orgullo “soy de acá”, y cuenta que desde siempre los cierres de campaña matanceros se hacen ahí: “somos cábala y tradición”.

“El CUDI nos cambió la vida, a los jóvenes pero también a todo el barrio”, dice, categórico, sin dudar. Se refiere al Centro Universitario de Innovación. “Reúne carreras de seis universidades distintas, no sólo la UNLaM. El campus de UNLaM está en San Justo, desde acá es más de una hora y pico de viaje. En vez de irnos a estudiar lejos, ahora recibimos pibes de lugares como Merlo y Cañuelas, por ejemplo. Y todo ese movimiento beneficia el comercio, trajo el asfalto, mejoró la conectividad. En 2015 la obra estaba terminada, pero el gobierno de Vidal lo dejó cerrado. Empezó a funcionar en plena pandemia, primero virtual y luego presencial. Para el barrio fue una revolución. Los pibes (N de la R: señala una gran columna de la JP que salta y baila) están acá para defenderla”. 

Consultado por Buenos Aires/12 sobre el predicamento de Milei en esa franja etaria, dice que "es cierto que muchos lo votaron, pero sin mucha conciencia de lo que propone o del peligro que representa. Eso se empezó a revertir después del 13 de agosto".

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