Cancha embarrada

Cancha embarrada

El kirchnerismo y Scioli llegan en guerra al cierre de listas. La pelea por el reglamento y la firma de actas. Se estira la definición del candidato de Cristina. Anuncio sin épica.

Por Gabriela Pepe

En el tramo final de la carrera hacia la oficialización de las candidaturas presidenciales, la tensión interna entre el cristinismo y el sciolismo apadrinado por el presidente Alberto Fernández escaló a un punto de difícil retorno y complicó la definición de Cristina Fernández de Kirchner, que apostaba por un paso al costado que Daniel Scioli no concretó.

 

Ni los pedidos de unidad de la liga de gobernadores, los reclamos públicos de Sergio Massa, las declaraciones de funcionarios ni las exigencias del reglamento dieron resultado. A contramano de lo esperado, este sábado, Scioli oficializó su precandidatura presidencial por el espacio “Unidos Triunfaremos”, que competirá en las primarias del frente Unión por la Patria (UP).

La foto del embajador en Brasil, mientras firmaba actas a pura sonrisa, envió varios mensajes. Con su publicación, Scioli quiso ratificar que no competirá por afuera de UP - como se instaló en las últimas horas, después de sus declaraciones amistosas para con Patricia Bullrich -, que está dispuesto a sostener la carrera por la presidencia más allá de las exigencias que le ponga el reglamento interno, y que eso no depende del nombre del candidato que impulse Cristina, un misterio que podría develarse al filo del vencimiento del plazo legal.

 

 

La batalla por el reglamento es un capítulo aparte de la interna política que terminó mucho más embarrada de lo previsto y presagia una campaña encarnizada, muy lejos de lo que Agustín Rossi había imaginado cuando llamó a establecer “un código de convivencia” para unas PASO amigables.

El miércoles, la inscripción de las alianzas terminó con la publicación de un durísimo documento del PJ Bonaerense, que conduce Máximo Kirchner, contra el espacio que impulsa la candidatura de Scioli, al que asocia de manera reiterada al Presidente. Lo acusó de amenazar con la impugnación del reglamento y de promover la intervención del Poder Judicial en la vida interna del peronismo.

“Teniendo en cuenta que quien mayor consenso genera hacia dentro y fuera del peronismo se encuentra proscripta por decisión del Partido Judicial, y la reciente intervención de la Corte Suprema de Justicia en los procesos electorales de San Juan y Tucumán, hemos decidido aceptar la propuesta”, decía el comunicado.

Después de horas de llamados cruzados y reuniones, la discusión había quedado saldada. El resultado había sido la cristalización de un reglamento más flexible, acorde a lo que pedía el sector que encabeza Scioli. De acuerdo con el texto, las dos partes convinieron que, si la lista para cargos en la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires que represente a la minoría obtuviere el 30% de los votos en la elección, la integración de las nóminas se producirá a partir del cuarto lugar de la boleta. La intercalación seguiría con el noveno lugar, seguido por el 12 y el 17. Según las proyecciones, el peronismo podría conseguir entre 12 y 13 bancas en la Cámara baja. La oferta inicial del cristinismo promovía el reparto en los lugares 10 y 11.

Los problemas siguieron con la discusión bonaerense. El viernes, el sciolismo denunció que el reglamento que circulaba en los medios con el sistema de reparto de cargos de las listas de la provincia de Buenos Aires no reflejaba lo que se había acordado de palabra, puertas adentro. “Acordamos 30% de piso, cinco puntos más alto de lo habitual en el peronismo, y una integración de minorías a partir del cuarto candidato. Esto está reflejado en el reglamento nacional pero no en el provincial”, explicaron a Letra P en el sector alineado con Scioli.

Efectivamente, el reglamento en la provincia de Buenos Aires difiere del nacional porque el territorio bonaerense está dividido en ocho secciones electorales y UP estableció un criterio particular para cada uno. La letra del reglamento es desventajosa para la lista de la minoría. Por citar un ejemplo, en la Séptima sección electoral se pondrán en juego seis bancas de la Cámara de Diputados de la provincia. Con el piso del 30% de votos, el sciolismo conseguiría el cuarto lugar en la lista titular. La expectativa del peronismo es obtener dos bancas.

El segundo punto de la discordia está relacionado con los avales. El reglamento establece que debe integrarse “hasta un 50 por ciento por afiliados al PJ”. Los restantes deben ser un 20 por ciento de afiliados al “Frente Renovador, Nuevo Encuentro, Partido para la Victoria, Kolina y Frente Grande y que representen al menos tres fuerzas políticas de las antes mencionadas”. El punto no representa un problema mayor para una campaña nacional. Se trata de unos 400 afiliados, que no necesariamente son militancia activa de los partidos. Habrá que rastrearlos.

Por último, el reglamento estableció que “los apoderados de lista de los precandidatos a intendente podrán solicitar adherir su boleta a una sola lista interna de precandidato/a a gobernador/a”. Esto significa que los distritos se la deberán jugar por una sola lista presidencial. Primará el esquema de la “I”, por sobre la “Y”, que daba la posibilidad de colgar una misma boleta de candidato a intendente de diferentes ofertas provinciales.

A las acusaciones del sciolismo sobre el supuesto cambio de reglas en la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo respondió que los representantes del embajador habían participado de la reunión de la junta electoral que se celebró el jueves en La Plata, en la que se terminaron de acordar detalles del reglamento. Y que había sido Alberto Pérez, jefe de campaña de Scioli, quien había dado su aval final a la negociación y hasta había estampado su firma en el acuerdo. “Mentira total. No firmamos nada”, dijeron en el entorno de Pérez.

En rigor de verdad, no fue Pérez quien firmó las actas que la tiene la Justicia electoral en su poder y que definen el reglamento interno de UP. Los papeles se rubricaron en dos instancias, entre el martes y el miércoles, con la asistencia de los representantes de todos los partidos que forman el frente

La relativo al acta constitutiva del frente para la provincia de Buenos Aires empezó a firmarse el martes, en las oficinas del PJ Bonaerense, en La Plata. El miércoles, la negociación se mudó a la Ciudad de Buenos Aires. Por la mañana, hubo reuniones en el despacho de Kirchner, en Diputados. A partir de las 14, la actividad se trasladó a la sede nacional del PJ.

Durante todo el día, a la calle Matheu en el barrio porteño de Balvanera asistieron representantes de todos los partidos que forman parte de Unión por la Patria para firmar las actas y reglamentos en el orden nacional – la categoría presidente y vice y legisladores del Parlasur- y lo que restaba de la provincia de Buenos Aires para la nómina de diputados nacionales, gobernador, vice, legisladores provinciales y concejales. En el edificio estaban el presidente del Congreso Nacional del partido, Gildo Insfrán, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, entendido en la materia que oficia como interlocutor entre las partes enfrentadas.

En representación del ala ligada al Presidente y a Scioli llegaron el legislador porteño Claudio Ferreño y Manuel Luaces - representantes del partido ParTE, fundado por Fernández- cerca de las 15.30, dispuestos a firmar las actas constitutivas del frente a nivel nacional y de la provincia de Buenos Aires. Luaces, presidente de ParTE en la provincia, aparece junto a Scioli en la foto difundida el sábado.

Fue llamativo que, con el correr de las horas, otros representantes partidarios ingresaran y salieran del PJ con el trámite resuelto, mientras Ferreño todavía aguardaba el llamado. Casi todos admitían haber firmado los documentos "a ciegas" en la última página, mientras se cocinaban las negociaciones. Cerca de las 19.30, cuando todo parecía resuelto, el PJ bonaerense emitió el explosivo comunicado contra el sector sciolista.

Ya entrada la noche, Ferreño y Luaces fueron convocados al tercer piso para estampar su firma en nueve documentos diferentes, entre los que se encuentra la constitución del frente nacional para la categoría de presidente, el reglamento electoral para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires – al que tuvo acceso Letra P, en el que figura la firma de Luaces, en la página siete- y el que corresponde a cargos provinciales. La distribución de los cargos provinciales figura en la página cinco del documento. Las firmas aparecen a partir de la última página. Las actas fueron subidas al juzgado electoral pasadas las 23.30. Los históricos del PJ vieron en las largas horas de espera y desgaste de los adversarios una picardía clásica de los cierres electorales.

Este sábado, Aníbal Fernández, apoderado de la lista de Scioli, reclamó en diálogo con AM750 ver la documentación y dijo que la precandidata a gobernadora del espacio, Victoria Tolosa Paz, le había pedido de manera insistente a Máximo Kirchner una copia del reglamento y las firmas, pero el diputado no le había atendido el teléfono.

Misterio hasta el final

Instalada en Santa Cruz, la vicepresidenta cavila su definición. El jueves, en el acto que encabezó junto a Alicia Kirchner y Gabriel Katopodis, respaldó el comunicado del PJ bonaerense contra el sciolismo y apuntó contra el presidente Fernández por promover “la conflictividad política interna”.

Fue un claro rechazo a las PASO que va en línea con lo que Cristina había expresado durante la entrevista que le concedió a C5N. “Dijo que era una elección de pisos y resultad que nos estamos matando por cosas que firmamos. Es increíble lo que está pasando”, apuntan en el cristinismo.

En las semanas anteriores se había especulado con Cristina, Massa y Fernández podían compartir un acto el 20 de junio, con motivo de la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner. La foto podía haber habilitado el anuncio de la fórmula presidencial. Pero el evento se postergó. Este martes, Día de la Bandera, se pondrá en marcha el funcionamiento de la estación de medición de Tratayén (Neuquén). La inauguración oficial del gasoducto será el 9 de julio, con el candidato ya definido. La soberanía energética marida bien con la celebración del Día de la Independencia.

En el cristinismo no se espera que la vicepresidenta haga un anuncio rimbombante, al estilo 2019. Se apuesta por la definición cuando deban inscribirse las candidaturas. Es difícil que haya épica en medio de la crisis. Los nombres en danza son tres. Massa hará lo imposible por cerrar esta semana el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ganarse el lugar en la boleta presidencial.Un dato curioso: el líder del Frente Renovador no designó a ningún representante en la junta electoral de UP a nivel nacional. Eduardo Wado de Pedro sigue con una campaña a todo vapor, a la espera de que Cristina lo señale. El gobernador Axel Kicillof mantiene su voluntad de pelear por la reelección en la provincia de Buenos Aires.

En Santa Cruz, Cristina lo elogió por haber sido quien advirtió, durante el macrismo, que Argentina podía terminar de nuevo en manos del Fondo. Su nombre volvió a picar en punta. Por ahora, en La Plata no sonó ningún teléfono. En el cristinismo todavía hay quienes apuesten a que, a último momento, se acuerde una lista de consenso y haya paz. Hoy parece poco probable.

(Con la colaboración de Martín Soler)

Comentá la nota